Me encontraba unos metros alejado de la casa de Binda, la pequeña Kiora aún no reaccionaba. al observar bien el lugar en que me encontraba noto que Sahani no viene conmigo. No puede ser, ¿cómo la pude descuidar? me dirijo rápidamente a mi casa con la pequeña Kiora aún en mis brazos, debo volver por Sahani.
Al ingresar a mi casa, la cual es un poco pequeña a comparación de las otras casas de Warh. Ésta estaba decorada por antiguos cuadros familiares, el piso cubierto por una gruesa alfombra gris y los dos sofás rojos individuales frente a la chimenea. Me gustaba mucho mi hogar, era muy sencillo y era lo que realmente necesitaba. Voy hacia mi habitación y acomodo a Kiora en mi cama; la observo por unos segundos y mis sentimientos se abren totalmente, siento tristeza al permitir que sucediera todo ésto.
Recuerdo cuando Axel me entregó lo más preciado que él tenía, su familia. Lo más torturante es que le prometí que cuidaría de ella, y le he fallado. No comprendo como aún después de todo lo que ha pasado aún confía en mi, no merezco ni que me dirija una mirada, ni una palabra aunque sea de odio. Él y su familia han sufrido tanto y yo no lo he podido evitar. La tristeza y la decepción gobiernan en mí, y no sé que hacer para mejorar todo lo que ha pasado y lo que está pasando. Sólo deseo que algún día Axel y su familia me perdonen por no poder cumplir con mi promesa.
Siento unas voces que provienen de la sala, salgo de la habitación y me dirijo a ésta primera. Allí se encuentran los muchachos, Duck y Heng peliando por quién ocupará el único sofá sobrante. Yo los observo y noto que aunque ya son todos unos adultos, algunas cosas de su niñez no cambia. Como sus discuciones y los juegos bruscos; Sukru siempre fue el más calmado. Pero también hacía de las suyas cuando se lo proponía.
-Chicos, calmense - Digo al notar que no iban a parar con la pelea del sillón - En la cocina hay taburetes traeré uno. - Ellos me observan por unos segundos deteniendo su afán, pero al darme vuelta para dirigirme hacia la cocina, vuelven a discutir. Por un segundo mi vista se dirije hacia Sukru, quién estaba sumergido en sus pensamientos con su vista perdida en la fogata de la chimenea. A veces es tan meticuloso que asusta, ¿qué estará pensando ahora?
-¿Conoces el motivo del comportamiento de Binda? - Me pregunta Sukru al sentir mi mirada sobre él y antes de dirigirme hacia la cocina. No sé porque me sorprende la pregunta, todos sabemos el porqué. No comprendo porque sigue preguntando acerca de algo que ya sabemos. Él no aparta la vista del fuego y yo no contesto a su pregunta, después de unos cortos segundos dice - No creo que se trate de celos o de envidia, debe ser algo mucho más grabe, para llegar tan lejos. Si lo piensas bien, puede pasar todo el tiempo que quieras pero ella no se detendrá. Ella literalmente quiere acabar con todos, pero para detenerla nosotros a ella, primero debemos descubrir qué es lo que realmente quiere. Porque ella no quiere a Dainan, ni a Sahani, ella quiere algo más. Ellos sólo son un motivo para hacerles daño y acercarse a su propósito, pero ¿Qué será eso que la lleva a actuar de éste modo? - No sabía qué decir, lo que dijo era algo tan simple como claro y era cierto. Si se tratace de celos, se habría podido detener de algún modo pero el tiempo pasa y pasa y ella sigue haciendo daño.
-Realmente no sé qué es lo que ella quiere, aunque nunca ha sido muy sigilosa con sus cosas ésta vez no ha sido fácil descubrir lo que desea. Sólo ella lo sabe, no tiene cómplices a su disposición y no habla con muchas personas. Siempre a sido sólo ella. - Noto como asiente levemente aún con su vista perdida en el fuego de la chimenea. Mi vista se dirige hacia Heng y Duck quienes se habian detenido en su juego poniendo atención a la corta conversación que tuvimos Sukru y yo. Doy media vuelta y me dirijo hacia la cocina por los taburetes.
-Debemos hacer la manera de volver a la casa de Binda, Sahani aún se encuentra allí. Pero alguién se debe quedar aquí cuidando de Kiora - Digo al llegar a la sala con los taburetes, los muchachos al escucharme se ponen de pie inmediatamente poniendo toda su atención en mis palabras.
-¿Porque no lo habias dicho? pensabamos que ambas estaban ya en su casa - Mi vista baja a mis pies, sin saber qué decir. Fui descuidado al no darme cuenta que Sahani no venía detrás de mí.
-Cuando Binda nos hechó de su casa sólo tomé camino hacía aqui, creí que Sahani venía conmigo. Supe que no era así cuando estaba lejos de la casa de Binda. - Ellos me observan detenidamente escuchando mi respuesta - Estaba a punto de decirselo.
Desperté, y me levanté alterada. Estaba en una cama, la cama era grande y la habitación era iluminada por las pequeñas lámparas que estaban sujetas en la pared. Frente a la cama había un gran ventanal con vista hacia el bosque de Warh, pero estaba cubierta por una delicada y trasparentosa cortina blanca. ¿Dónde estoy?
Me bajé de la cama y me dirigí hacia la puerta de la habitación, al salir escucho voces y poco a poco me voy acercando hacia dónde provienen, al escuchar detenidamente lo que hablaban me detengo en seco.