Me sentía mal, lo había tratado mal, pero yo solo quería un poco más de libertad, con el me siento asfixiada.
Muchos dicen que el moriría cuidándome, y tal vez sea así, pero yo solo quiero que vivamos como fue en un principio.
Sin tantas cadenas, pero si lo amo, debería aceptarlo como él es, sin intentar cambiarlo.
Además, es absurdo molestarme solo porque no me deja ir a fiestas y convivir con chicos, tal vez solo necesito a las personas correctas.
Y sé que Dakota es una de ellas, hemos sido novios por más de dos años, y él nunca ha sido malo conmigo. Con otros tal vez, pero es solo porque no le gusta socializar mucho.
mi cabeza era un caos incapaz de tomar una buena decisión en este momento, lo mejor que podía hacer era subir a mi habitación y dormir por lo que quedaba del día de hoy.
DAKOTA
Mi sangre estaba por evaporarse del enojo, mi puño se estampa contra la pared y sentía tantas ganas de arrancarme el cabello o de salir corriendo por ella y que me diera una explicación que calmara mis emociones.
¿Que había hecho mal?
Le había dado todo, regalos caros, salidas lujosas, todo lo que ella pedía o deseara estaba en sus manos en cuestión de segundos, todo mi tiempo era para ella, desde el alba hasta el final del día. Si necesitaba algo era cuestión de minutos para que corriera a ella.
Me tiro al sillón y me tapo la cara con los brazos, repito su nombre en mi mente miles de veces, era jodidamente único y que mejor que solo fuera pronunciado en mi boca, se veía linda hoy, no lo negaría. Pero ver como todos ponían sus manos en su preciado cuerpo mientras la atraían a mí era como hacer tambalear mi auto control.
A si fuera para traerla a mí, solo yo deseaba ser el único con el poder de tocarla.
La puerta se abre y retiro mis brazos para ver quién es, Niki entra dejando sus llaves en el recibidor y va directo a las escaleras, pero la detengo con mis palabras.
—¿Como esta ella?
—¿De verdad te importa?
—Es mi novia, todo lo que tenga que ver con ella es de mi importancia, así que responde.
—Número uno, ella ya no es tu novia. Por si no lo recuerdas te mando al carajo y número dos, ella está bien, la deje en su casa, necesitaba descansar después de que le jodiste la noche. ¡Gracias hermanito! como siempre eres muy considerado con Harriet.
—Jodete.
—Igualmente hermanito, ojalá puedas dormir con esa consciencia de mierda que tienes.
Tomo el cojín del sillón y se lo lanzo, pero la muy perra se escapa escaleras arriba y se encierra en su habitación. Pasan de la media noche y me quedo recostado en medio de la oscuridad de la sala. Las horas parecían pasar demasiado lento.
Mis padres no volverían esta noche, estaban en una especie de estúpida cita, la última que yo tuve había salido de la mierda. Harriet se había molestado por no dejarla ir a esa fiesta y decirle que solo quería llamar la atención de los hombros como si no le bastara la mia, ¿El final? dijo que habíamos terminado.
Pero esa mierda no se acababa ahí, si los dos estuvimos de acuerdo con ser una pareja, los dos debíamos de estar de acuerdo en dejar de serlo y yo no lo estaba, así que, en teoría, seguíamos juntos así eso le jodiera los planes.
Me levanto y me dirijo a las escaleras para ir a mi habitación, paso por la de Nikki y solo de escuchar sus ronquidos sé que la estúpida ya no está consciente. Abro la puerta con cuidado, aunque sé que no hay poder en la tierra que la despierte si ella no es quien abre los ojos.
En su mesita de noche descansa su teléfono, Harriet y ella eran muy amigas, no hay mejor persona para que Harriet se sincerar que mi patética hermana. Lo tomo y efectivamente tiene contraseña, no me complico en pensarlo, tomo su dedo índice y lo presiono contra el sensor de la huella.
Era como abrir la puerta de los cielos, cuido que no se apague y salgo para ir a mi habitación, me tiro a la cama y entro a sus chats, tiene fijado el de Harriet, el punto verde delata que seguía en línea, cosa que me sorprende porque eran las dos de la mañana.
Escribo un mensaje fingiendo ser Nikki. Son segundos los que pasan para que lo vea.
Tú: ¿No puedes dormir?
Harriet: La verdad no y al parecer tú tampoco.
Tú: Solo estaba preocupada por ti. Es por lo que paso con Dakota que no puedes dormir ¿Cierto?
Harriet: Si
Por primera vez había sentido algo oprimirse en mi pecho, no debía seguir con esto, pero quería seguir con esto.
Tú: ¿Quieres hablar de eso? sabes que estoy para escucharte.
Harriet: Gracias, solo que tu hermano es un tonto, ¿Guapo? sí, pero irracional, enfermizo, manipulador, violento y estúpidamente sexi.
Me carcajeo por un momento, esa era mi chica, la que a pesar de estar enojada seguía amándome.
Tú: ¿Y no hay forma de arreglarlo y que vuelvan a estar juntos?