Dakota y Harriet

4. Donde estás ahora

Sorpresivamente, Dakota si había cumplido su palabra de alejarse, había pasado un mes y deje de verlo en los pasillos. En la casa de Nikki, alrededor de mí. Simplemente había desaparecido como un fantasma. Y en el fondo eso me causaba un extraño sentimiento en el pecho.

Pero yo quería esto ¿No?

Supongo que sí, lo había querido con tanta fuerza que el universo me lo termino cumpliendo.

—Harriet...

Maldita sea, acaso lo estaba extrañando o algo así. No solo era la costumbre de salir corriendo cada vez que se acercaba.

—Señorita Harriet.

La última vez que lo vi de frente había sido tres semanas atrás, yo venía entrando al campus y él iba saliendo, pensé que nos cruzaríamos de frente pero inexplicablemente solo siguió un camino diferente para no toparse conmigo.

Había sentido tan extraño que él ni siquiera quisiera mirarme a la cara cuando era quien siempre decía que lo que quisiera decirle se lo dijera a la cara y sin apartar los ojos de los suyos. Él no estaba jugando cuando planteo volvernos desconocidos, tal vez nunca termine de conocerlo y nunca pensé que llegara a este extremo de ni siquiera querer cruzar nuestros caminos.

—¡Señorita Harriet!

Un libro suena con fuerza en mi escritorio y brinco un poco en la silla por la sorpresa, cuando levanto la mirada esta mi profesora de relaciones al frente mío y se le ve de todo menos feliz conmigo.

—Lo siento mucho, me sumergí por completo en la lectura del contenido. —Tiene cara de que no me cree ni los buenos días.

—Qué lindo, pero por el momento no estamos hablando de eso ¿Necesita que le refresque la memoria?

Me encojo en mi sitio y ella solo suspira para darse la vuelta y volver a la catedra.

—Vuelvo a repetir los integrantes del grupo para el trabajo que deberán entregar pasado mañana.

Vuelve a repetir el nombre de todos y los grupos a los que pertenecer, yo trato de poner atención porque seguro que, si me distraigo una vez más, me sacara del salón y no me dejara formar el grupo.

—Y por último, la señorita Harriet, la señorita Nikki y el joven Liam. ¿los tres han escuchado?

Asentimos los antes mencionados, miro a Nikki que está feliz de que nos tocara juntas y por otro lado esta Liam, un compañero bastante raro a mis ojos.

***

Espero a Nikki a la salida de la universidad, cuando llega no para de hablar de un chico que últimamente le había parecido lindo, yo solo pienso es su estúpido hermano.

—¿Me estas escuchando?

—Si obvio.

—Pues no parece, ¿Que te tiene tan distraída? lo mismo te paso en la última clase, la profesora se miraba roja del enojo porque no la escuchabas.

—No es por nada, solo pensaba en el proyecto, ya sabes. Donde nos juntaremos y esas cosas.

—Diré que te creo y con respecto a lo otro, haremos el proyecto esta tarde en mi casa. Le enviare un mensaje a Liam para que nos alcance allá. Además, tengo casa sola, mis papás están ocupados en el trabajo.

—Y no crees que Dakota se enoje de que lleves chicos ahí.

—Para nada, él ni siquiera ha estado viviendo en casa estas semanas.

—¿Y eso? —trato de ocultar mi curiosidad— pensé que nunca le gustaba dormir en otro sitio que no fuera su cama.

—Supongo que era así, pero desde hace semanas les dijo a nuestros papás que pasaría una temporada en casa de mis abuelos, ellos estuvieron de acuerdo y desde entonces no sabemos mucho. Solo que está bien.

—Entiendo. —Nikki me toma de los hombros para abrazarme.

—Olvida todo eso, vamos a comprar botanas para disfrutar mientras hacemos la tarea.

No espera una respuesta solo le toma del brazo y tira para que la siga a un supermercado que se miraba a lo lejos de nosotras.




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