Damnare Vultus

Capitulo 24

Laana miraba a Samuel como si un niño tratase de leer un libro de historia griega; sin saber leer.

Estaba totalmente metida en su mundo, en otro mundo, su mente estaba siendo consumida por algo que ella no lograba describir, ¿amor quizás? Pero, ¿a qué o quien? Una parte de ella estaba tratando de detener lo que pasaba, no sentía que Samuel fuera el hombre frente a ella, pero estaba dormida, dormida en su mente, apagada por las emociones, ¿era porqué Samuel había vuelto?

Es como si ella hubiese muerto cuando él revivió y ella, ni nadie, podía o querían hacer nada para hacer que las cosas volvieran a la normalidad, claro que no se trata de matar al tipo ni de darle una cachetada la chica para que reaccione, eso es obvio que no, pero, no podía ser posible que estaba por llevarse a cabo la unión de dos almas si una se encuentra en total lucha mental y emocional.

Llega el típico momento donde el padre pregunta si alguien se opone a tal ceremonia, el silencio sepulcral era lo único que se presentaba, Laana abrio su boca para hablar pero no dijo nada, volvió a cerrar sus labios y vio a su novio regalandole una sonrisa, él sonrio tranquilo al ver que ella mantenía la boca cerrada, lo que menos necesitaba era que estropeara todo, de todos modos el plan estaba casi terminado.

- Yo... me opongo -dice Amadeo levantándose de su lugar.

- Siéntate -ordena su padre, entre dientes mientras la familia de Samuel empieza a susurrar.

- No puedes cansarte con ese tipo -Amadeo mira a Dante nervioso y luego a los novios-. Se supone que estaba muerto -dice exaltado, seguro de que su hermana no podía casarse con él, pero sin una verdadera razón.

- Pero ahora esta aquí -dice Laana en un tono bajo.

- Él no es Samuel, es un impostor -esta vez dice hablando Dante-. Lo sé, yo vi a Samuel hace meses pero él es un...

- ¡Cállate! -grita el hermano de Samuel, Clinton, levantándose de su silla-. Ustedes, todos ustedes son una familia de locos, mi hermano esta ahí parado, ¿es que no ven? Todos estan enfermos, deberían estar en un manicomio.

- Ya basta -ordena Laana con la voz segura y potente-. La boda sigue, es suficiente tontería.

- No sabes lo que haces -asegura Dante caminando hacía ella, pero para lastimar a Samuel, lo agarra del saco y lo levanta, lo cual no se le hace dificil con su fuerza-. Eres un maldito engendro, no sé que seas pero no pienso permitir que sigas haciéndole daño a mi hermana, sera mejor que pares esta farsa, ahora.

- Lo va a matar -grita Rocio, la hermana de Samuel, asustada al igual que su madre.

- Laana, has algo -dice Samuel tratando de soltarse del agarre de Dante.

- Pero ayer dijiste que yo no servía para hacer nada -dice doblando un poco su cabeza, confundida, ya no sabía que palabras creer u obedecer.

Claramente esto último dicho causo otro silencio de muerte en el edificio, incluso sus hermanos se habían quedado quietos, helados y molestos, de inmediato su tía Ana se levanta, Laila y Christian no comprendían realmente lo sucedido pues no manejaban completamente, mejor dicho casi nada el irlandés pero apenas Ana les explico lo dicho la siguieron.

- Dante Vincent sera mejor que lo sueltes en este momento -exige su madre molesta, este obedeció de inmediato lanzandolo al suelo con fuerza

La familia Montes se levanto, por completo furiosa por la acción hacia Samuel pero cuando estaban dispuestos a crear pelea y Ana, enfurecida, les dio una descarga eléctrica lo suficiente fuerte como para dejar inconscientes a la mitad.

La madre de Samuel cae al suelo seguida de su esposo, pero sus hijos estan bien y se acercan corriendo hacía su hermano el cual miraba furioso a Laana y a Dante, no tardo en recibir un golpe por parte de Amadeo, causándole una quemadura en la mejilla y que su labio sangre.

La novia esta como un robot quieta y confundida, una parte quería defenderlo, otra no y la última solo pensaba que estaba bien que lo golpearan, de todas formas él había hecho lo mismo con ella una semana antes, eso estaba bien, ¿no?

- Vayámonos, querida -pide Christian en español tomando la mano de su sobrina la cual lo mira y afirma con la cabeza.

- ¿Ahora se la piensan llevar? -dice Hotson, padre de Laana, molesto.

- Solo vamos a sacarla de aquí -dice Laila con el seño fruncido-. ¿Dejaras que se case con esa escoria?

- Mi hija es lo suficiente madura como para saber si se quiere casar con alguien y con quien -responde Alegra.

- Esto no se trata de madurez, se trata de que esta mal y si ustedes apoyan tal decisión no la quieren -responde, Ana, metiéndose.

- ¿Qué es lo que piensas, Laana? -pide saber Christian.

Ella lo mira unos segundos como si su mente luchara internamente para buscar una respuesta.

- Samuel... ¿Samuel? -lo busca con la mirada, pero su tío toma sus mejillas entre sus manos y la hace verlo a los ojos-. ¿Qué?

- ¿Quien eres tú? -pregunta Christian acariciando sus mejillas clavando la vista fijamente en ella.

- Laana -responde segura pero desvía la mirada.

- ¿Pasa algo, Laana? -pregunta cuando sus pupilas se unen.

- No la hipnotices -dice Hotson a su hermano.

- Cállate, solo estoy tratando que sea honesta, ¿no es que trataban de protegerla? -dice molesto, Chris, sin apartar la vista de la chica-. ¿Hay algo que te haga sentir mal? -le pregunta y ella afirma con la cabeza-. ¿Confías en Samuel? ¿Es ese su nombre?



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En el texto hay: angeles, demonios, cadena

Editado: 06.03.2019

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