Damons

CAPÍTULO 25

Landon recorrió el departamento de arriba abajo. Revisó las habitaciones, la cochera, el baño pero no encontró indicios de que alguien hubiese estado allí antes. Pero por supuesto no descartábamos la posibilidad, yo realmente estaba segura que la figura siniestra que me hablaba ahora en pensamientos, no se trataba de alguien humano.

Esa voz continuaba sonando dentro de mi cabeza aún después de que Ari y Logan llegaron minutos después, con la intención de llamar a Axel para que hablaran conmigo acerca del peligro que mi hermana clon representaba en estos momentos.

La presencia de dos ángeles a mi alrededor era un efervescente en la energía de Landon, y de la misma forma que a él le afectaba, lograba afectar a la mía como en cadena.

Un indicio más de que realmente estaba preparándome para convertirme en un demonio desalmado.

Noté la incomodidad de todos en la sala por la presencia de Landon y me sentí repentinamente incómoda también. Él y yo éramos de la misma estirpe, compartíamos la misma energía y no podía no sentirme desplazada si lo hacían con él.

Me aferré a su mano con firmeza y respiré hondamente antes de tirar de él hacia el exterior; dudaba que alguna vez volviese a sentirme segura estando sola en el departamento.

Landon se abstuvo de rechistar y me siguió a través de la avenida; sus ojos parecían estudiarlo todo a nuestro alrededor a medida que nos acercábamos a la costa. Podía sentirlo debatir en su interior, como el lazo de energía que fluía incierto entre nosotros.

―Era una chica ―Landon me miró sin entender―, la sombra que estuvo en mi departamento. Es la misma que vi en el bosque, la que he visto toda mi vida creyendo que era parte de las otras; es un ella. Y está intentando contactarme.

― ¿La dejaste?

― ¿Qué?

― ¿La dejaste contactarte?

―Es que... me aterra. Su voz... yo siento que la he oído antes y, me asusta. ¿Debería dejar que me hablara? ¿Tú qué crees que quiere conmigo? ¿Es algún tipo de prueba para mí...?

―No lo sé ―resolvió él―, debes tener en cuenta que quienes rigen nuestras legiones son demonios manipuladores que les gusta asustar, Sel. Tal vez se trate del presidente que busca interceptar tu energía. Cuando estaba cercano a mi Despertar, también me sentía perseguido por uno de los demonios de Infratierra superiores.

»Tú sabes que al Despertar, tu energía será interceptada por una legión de demonios, y responderás a ellos para hacerte fuerte y sobrevivir, ¿verdad?

Pensaba que tenía opciones, no que sería convocada a ser de una legión obligatoria; al menos así me lo había hecho entender la líder Kenia. Pero entonces esa idea era incluso más aterradora que la anterior.

¿Un presidente demonio estaba hostigándome desde que era una niña?

― ¿Puedo rechazarlo?

―No te lo aconsejo, ellos saben percibir la esencia de la energía mejor que nosotros mismos. Sabrán qué hacer contigo cuando tu Despertar ocurra ―medió Landon―. A mí me asignaron a la legión de Marphas y no es tan malo como lo parece, ¿sabes? Necesitas de esa guía para sobrevivir en la eternidad. Llegarás a un punto de tu vida en que no sabrás qué hacer, lo habrás hecho todo y aún así no le hallarás sentido a nada.

Existían muchas cosas de las que Landon hablaba que aún no tenían sentido para mí, pero no estaba dispuesta a entretenerme demasiado en cosas que no quería pensar. Necesitaba saber quién era ese demonio que intentaba contactar conmigo.

―Seth habló conmigo antes de llegar al departamento.

― ¿En serio?

―Sí ―asintió―, estaba preocupado por lo que podría decirle al Consejo.

Me giré hacia él notando su mirada sobre la mía, atento a mis pensamientos.

―Landon sobre eso yo...

― ¿Sabes por qué no les hablé de eso al Consejo? ―Me interrumpió de inmediato. Apreté los labios en una mueca.

― ¿Porque somos los dos únicos mestizos en medio de puros arrogantes?

Landon esbozó una sonrisa y observó el mar frente a nosotros sin disimulo.

―Porque yo también cometí muchos errores al principio, errores que me condenaron eternamente por ello, Sel ―sus ojos se encontraron con los míos. El gris era un metal brillante―, y no quiero que los repitas tú.

Fruncí el ceño ante la seriedad y cavilé acerca de lo que intentaba decirme.

―La mortal de la que te enamoraste antes ―él regresó su atención al mar; repentinamente la tensión en el ambiente había incrementado―, ¿qué ocurrió...?

―Algo malo sucedió, la historia es larga y ―se fijó en mí y esbozó una sonrisa trémula―, hay otra cosa que me gustaría hablar contigo. ¿Recuerdas la noche que fuimos a esa fiesta con tus amigos? No la recuerdo tan bien pero... estoy seguro que te vi caminando hacia los estacionamientos; te seguí pero ya luego no te encontré. Fue ahí cuando te vi de nuevo en medio de la calle, hablándoles a las sombras.

Observé a Landon fijamente con la piel erizándose en mi cuerpo.

» ¿Ellas se comunican contigo? ¿Te dijeron algo?

―Yo no fui a los estacionamientos, Landon, pero sí estaba con las sombras... bueno, con la misma que al parecer estaba antes en mi departamento ―expliqué lentamente―. Pero fue extraño esa vez porque, no habló, no directamente con palabras como lo hizo ahora y la presencia fue mucho menos escalofriante que la de ahora... ¿Sabes? Hasta parecen dos diferentes, ¿está bien lo que digo?

―Más de un presidente de legión tras de ti ―replicó Landon pensativo y golpeó mi brazo juguetonamente―, ¿cuándo te volviste popular en mi mundo, Sel?




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