Sus besos eran como una droga, sus labios tan suaves como los pétalos de una flor... Sabía que esto no podía terminar bien, pero ella me hacía sentir en paz, como si todo lo demás desapareciera y los únicos que existieran fuéramos nosotros. Dicen que el amor te pone idiota, tal vez sea verdad.
Debo tener más cuidado, Lucy ya sabe que hay algo que le oculto y sé que no parará hasta averiguar qué es pero no puedo decírselo ahora... Estoy siendo tremendamente egoísta, lo sé, pero es tan difícil para mí como lo es para ella; además echaría a perder todo lo que habíamos iniciado en nuestra relación en cuestión de segundos.
Cuando juntara el valor para decirle la verdad iba a ser completamente honesto, le explicaría todo lo que quisiera saber tratando de que me entienda, y tal vez, en un futuro logre perdonarme. Pero lucharía por ella, de eso estaba seguro.
Sólo había un problema... Los mensajes amenazantes no iban a desaparecer y estaba seguro de que eso era solo el comienzo, en cuanto la persona que nos espiaba se enterara que Lucy y yo estábamos cada vez más cerca temía lo que podría llegar a hacer. James podía protegerse solo al igual que yo, mi madre estaba segura en el hospital y daría todo de mí para impedir que tocaran a Lucy.
Llegué temprano a la universidad por lo que decidí esperarla en la puerta. Un rato después vi a Lucy bajar del auto de su amigo. Debía decir que no me gustaba mucho la forma en que él la miraba, la trataba como si quisiera ser mucho más que su amigo y eso me incomodaba un poco.
Ella tenía un brillo especial en los ojos, se la veía más feliz de lo normal, estaba preciosa. Venían caminando y hablando tranquilamente, y cuando ella me vio toda su cara se iluminó con una sonrisa que me hizo sentir cosas por dentro.
- Hola Santi –dijo con una voz tan dulce que me hizo pensar en la cantidad de cosas que me gustaría hacerle, empezando por besarla. – Él es Nick, mi mejor amigo.
Nick solo me dirigió una mirada no muy amigable y me dio un asentimiento de cabeza a modo de saludo.
- Hola preciosa –me acerqué a darle un pequeño beso, provocando que se sonrojara. - ¿Vamos a clase? Debemos entregar el trabajo de la Gran depresión.
- Okay, Nick nos vemos en el almuerzo, ¿sí?
- Sí, yo me quedaré a esperar a las chicas.
Tomé a Lucy por la mano y entramos al edificio. Se sentía muy bien estar así, con ella. Todo parecía encajar. Esta vez al entrar al aula nos sentamos juntos.
- Es raro... –dijo mirándome.
- ¿Qué es raro?
- Nosotros, digo... Caminar contigo de la mano, tenerte cerca sin que me evites... –luego soltando una risita agrego: - Pero se siente bien. Muy bien.
Cuando el profesor dio por terminada la clase ella me pidió que me uniera a ella y sus amigos en la cafetería. Allí se encontraba el encantador Nick y dos chicas muy parecidas que Lucy me presentó como Clara y Bianca.
Ellos hablaban animadamente y cada tanto alguno me preguntaba algo para hacerme partícipe de la conversación. Lo cierto es que no me gustaba hablar demasiado.
- Entonces... –dijo una de las hermanas mirándonos a Lucy y a mí con una sonrisa. Todavía no podía diferenciar quién era Bianca y quién Clara. - ¿Ustedes están saliendo o algo?
Lucy casi se atraganta con lo que estaba comiendo.
- ¡Bianca! –le gritó tosiendo. Luego me dio una pequeña mirada nerviosa y contestó por ambos. – Emm sí, algo así.
Las hermanas aplaudieron como si les hubieran dado una gran noticia. Sin embargo, no se me pasó por alto la expresión de Nick. Se había quedado inmóvil, podía ver el fuego en sus ojos. Lucy también lo notó, ya que le dio una sonrisa tranquilizadora para calmar a la fiera.
- ¡Hacen una linda pareja! –exclamaron sus amigas.
- Genial –fue lo único que dijo Nick al respecto.
- Oye Nick –lo llamó Lucy. – Hoy Santi me llevará a mi casa así que no me esperes...
- Pero... –se podía leer en su rostro que estaba molesto, pero suspiró y asintió lentamente. – Esta bien, no hay problema.
Mientras sus amigos conversaban de otra cosa me acerque aún más a Lucy y disimuladamente le susurré al oído:
- Es obvio que está celoso, pero no lo culpo –cualquier hombre se enamoraría de ella, y más aun siendo cercanos hace años. Me preguntaba si alguna vez había pasado algo entre ellos... Aunque no estaba seguro de querer saber la respuesta.
- ¿Qué? No digas tonterías –dijo por lo bajo. – Es solo que por años hemos ido juntos a todos lados, le llevará un tiempo acostumbrarse a ti. Es muy protector conmigo, como un hermano.
Me parecía gracioso que Lucy nunca hubiera notado que su mejor amigo estaba loco por ella. Sin embargo lo prefería de ese modo, debía dejarle en claro a Nick que ahora yo sería el que la cuidara.