Dangerous Desire

Capítulo 24

Hacía casi dos semanas que no tenía ningún tipo de contacto con Santiago. Debía admitir que parte de mi lo extrañaba con locura, pero la otra parte, la más cuerda, aún seguía dolida por todo.

Hoy me tocaba ir al psicólogo, lo primero que hice al llegar fue descargarme y soltarlo todo. Con el tiempo me había dado cuenta lo fácil que era hablar con Mateo, siempre terminaba sintiéndome mucho más tranquila y liberada después de contarle lo que pasaba y cómo me sentía yo al respecto.

Esta vez, luego de contarle y que él me tranquilizara con sus palabras, recordé que había algo que quería preguntarle.

- Creo que es bueno que descubrieras más sobre esta historia... Así podrás darle un cierre y seguir adelante –dijo él.

- ¿Tú lo sabías, verdad? –lo corté de repente.

- ¿Qué?

- Santiago fue tu paciente, y por lo que me dijo vino aquí por la misma razón que yo... O sea que todo este tiempo tú también me trataste como idiota y me viste sufrir mientras podrías haberme ayudado con las respuestas que necesitaba... ¡Me enamoré de la persona que permitió que me violaran! ¡¿Entiendes eso?! Tú pudiste haberlo evitado, deberías haberme advertido... –era la primera vez que admitía en voz alta que estaba enamorada de él.

- Lucy las cosas no son así de fácil –dijo Mateo, suspirando. - Yo no soy tu amigo, soy tu psicólogo... Así como lo fui de Santiago. Tú sabes bien que todo lo que hables aquí quedará entre nosotros debido al secreto profesional. Aunque quisiera mi trabajo me impide decirte nada de lo que hable con otros pacientes.

- Pero podrías haberme dicho que me alejara de él implícitamente, podrías haberte asegurado de que no nos cruzáramos aquí, no sé... Podrías haber hecho algo... Si yo no lo cruzaba aquí tal vez no le hubiera prestado atención en la universidad –hablaba tan rápido que me faltaba el aire.

- No podemos vivir imaginando lo que podría haber pasado si hubiéramos hecho las cosas de manera diferente, Lucy... Tal vez su destino era que se encontraran, quién sabe.

- Creo que hubiera preferido no conocerlo y ahorrarme todo esto...

- ¿De verdad? ¿Prefieres haber seguido en la ignorancia, atormentada en sueños con preguntas sobre lo que ocurrió esa noche?

- No lo sé, aún tengo muchas preguntas sin respuesta... Como por ejemplo el por qué Marcos inició todo esto... En qué estaba metido y qué tiene que ver mi padre en todo esto; pero claro que él no va a decirme una palabra, como de costumbre.

- Paciencia, la verdad tarde o temprano siempre sale a la luz. Pero intenta empezar a soltar esa historia... Tienes que continuar con tu vida y cuando menos lo esperes ya lo habrás superado y todo será sólo un horrible recuerdo.

- Es más fácil decirlo que hacerlo –dije bajando la mirada a mis manos.

- Por supuesto, no te digo que vayas a olvidarlo por completo o que hagas como si no hubiese pasado. Es parte de tu vida y te acompañará por siempre, pero vas a tener que aprender a vivir con eso... Y con el tiempo lo dejarás atrás.

Fui rápidamente a casa a buscar a Theo y salimos, ya que debía llevarlo al veterinario para darle una vacuna. Mientras esperábamos lo observé jugar con los otros perritos que había en la sala de espera y me pareció completamente adorable, me sentía como una madre babosa por su bebé.

Le dieron la vacuna más rápido de lo que pensaba y por suerte ni le dolió porque no se quejó para nada. Cuando salimos le compré un pequeño huesito como recompensa por haberse portado tan bien y volvimos a casa caminando.

Mi celular comenzó a vibrar avisándome de un mensaje, esperaba que fuera Nick, pero por el contrario me encontré nuevamente con un mensaje anónimo:

"Aún no he terminado... Nos veremos pronto ;)"

Pensaba que todo este jueguito de los mensajes terminaría luego de contarme lo de Santiago... Pero estaba equivocada ¿Qué es lo que querían? ¿Quién exactamente era el que me enviaba estos mensajes? Seguía sumando preguntas a mi lista... La parte del mensaje que decía que nos veríamos pronto me daba escalofríos y me incomodaba; esperaba que no fuera algo literal... Seguramente se refería a que me mandaría otro mensaje pronto. ¿Pero qué más tenía para contarme?

A los pocos metros de casa distinguí a Santi sentado en la entrada, esperando. Me puse un poco nerviosa y por un segundo me planteé la posibilidad de dar la vuelta y caminar en dirección contraria, pero respiré hondo y fui a su encuentro.

- Hola –al escucharme levantó la mirada y se levantó luego de saludar a Theo.

- Hola, yo... Sólo quería saber cómo estabas. Disculpa si es muy pronto, pero necesitaba verte...

- Estoy bien, supongo. Aunque no debería yo también tenía ganas de verte –él me dirigió una sincera sonrisa y me tomó de la mano.

- No pretendo que te olvides de lo que hice y ya me perdones, pero si tan solo me dieras una segunda oportunidad... Te prometo que jamás volveré a mentirte.

- ¿Qué sabes sobre Marcos? ¿Sabes dónde está?

- No, no volví a verlo desde esa noche, lo juro. Al principio creía que él era el que mandaba los mensajes pero ya no estoy tan seguro... Algo me dice que no es él.

- Tal vez solo quiera distraernos; tal vez él esté cerca, más cerca de lo que pensamos –estos pensamientos estaban poniéndome verdaderamente nerviosa.

- Ey, tranquila Lu... No volverá a tocarte un pelo –estaba muy cerca de mí, tal vez demasiado, pero lo extrañaba y lo necesitaba así que se lo permití. Me acarició la mejilla y me miró fijamente a los ojos cuando siguió hablando: - Es probable que quien quiera que sea hizo todo esto para separarnos, pero no dejemos que gane... No puedo olvidarme de ti... –tenía mi cara entre sus manos, sólo unos pocos centímetros nos separaban del otro. – Yo te amo, Lucy. Me odio a mí mismo por eso, pero estoy enamorado de ti.

- Yo... Yo también te amo, Santi –dije en un susurro antes de que se unieran nuestros labios en un beso. Todo lo que no poníamos en palabras lo decíamos con los labios y caricias, los dos necesitábamos del otro... Había cometido un grave error, pero él era consciente de ello y estaba completamente arrepentido, yo veía en sus ojos que no era una mala persona.



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En el texto hay: deseo, secretos, trauma

Editado: 08.08.2021

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