No puedo comprender nada, no tengo las fuerzas si quiera para intentarlo. Siento que todo me da vueltas ahora, que todo tipo de razón se ha perdido en algún lugar oscuro y desolado. Es así como me siento ahora al estar aquí de pie. Estoy hecha un caos, todo dentro y fuera de mí se ha paralizado por la confusión. Mi cuerpo se ha congelado, y, aún así, soy capaz de sentir cómo mis piernas tiemblan sin parar...
¿Qué hace aquí? ¿Qué significa todo esto?
En el marco de la puerta de la habitación se encuentra un hombre de traje oscuro y mirada conocida y fría. Luce igual de afectado que yo, puedo darme cuenta de eso por la manera en la que ha comenzado a mirarme, es cómo si hubiese visto a un fantasma. Se ve pálido y aterrado.
Frank...
Ha sido Frank el que ha entrado a la habitación.
Es él el que ahora se encuentra aquí frente a mí.
— Lilo...— suelta con hilo de voz, de verdad se muestra preocupado y eso ya ha activado más alarmas dentro de mí. Da un paso en mi dirección y después echa un vistazo a su costado — ¿Pero qué...? ¿Tra-trabajas aquí?
Me mira de arriba a abajo después. No puedo evitar tensarme bajo su escrutinio.
— Demonios...
— ¿Q-qué haces aquí, Frank? ¿Acaso me...?—
— Lilo... No es lo que estás pensando, espera. — suelta y después dirige su vista una vez más a la puerta —. Lilo... tienes que salir de aquí ahora.
— N-no... No lo haré. No puedes...—
— Lilo... por favor, te pido que salgas ahora mismo de aquí o...—
— ¡¿O qué?! ¡¿Qué harás?! ¡¿Con qué derecho te crees ahora también?! — Exploto pero ya no me importa. Aún me siento revolver por tantas emociones que yacen haciendo desastre dentro de mí ahora —. ¡Dime qué mierda pasa ahora! ¡¿Qué... qué es lo que haces tú aquí ahora?! ¡¿Por qué... por qué están esas fotos de Lion y...?!—
Niega y después se adentra por completo a la habitación. Cierra la puerta y, cuando lo veo acercarse, doy un paso atrás, sintiendo cómo los latidos de mi corazón se aceleran.
Aún no puedo entender nada, he quedado de por sí muy mal por haber visto esas fotografías ahí. Ahora que lo veo a él aquí... he empezado a temer. He empezado a sospechar muchas cosas ahora. La marea de angustia que ha empezado a inundar mis adentros sólo logra que me sienta más asfixiada de lo que ya me siento.
Sus ojos claros no dejan de lucir temerosos, los desvía un momento a la puerta para después regresarlos a mí. Su estado nervioso me está inquietando demasiado, las palmas de mis manos han empezado a sudar por ello, pero no puedo irme sin recibir una explicación de lo que ocurre. Ya he descubierto que de verdad oculta algo más y no me iré hasta descubrirlo por completo.
Aún así... tengo miedo.
Tengo miedo de lo que sea que haya detrás de todo esto. Tengo miedo de cualquier explicación que me pueda dar ahora al respecto.
— Lilian...— Empieza, sonando más nervioso que antes —. Cree... créeme que no ha sido mi intención provocarte problemas. Tampoco... el querer ocultarte tanto desastre, pero justamente porque se trata de eso, de un puto desastre..., es que lo he hecho.
— Frank...
— Sé que estás muy confundida ahora, pero...—
— ¡Sólo dime qué mierda haces aquí, y también el porqué de esas fotografías!— no puedo evitar alterarme, hay tanto que se está desarrollando dentro de mi cabeza ahora. No puedo detenerlo, no puedo detener las conclusiones fatídicas que se crean dentro de ella. Él parece alarmarse pero no me importa, ahora mismo estoy sintiendo tanta angustia dentro de mí— ¡¿Por qué están aquí?! ¡Cómo es posible que también tú...?!—
— Lilo, escucha. — me toma de los hombros con sus manos, de inmediato me percato de que su intención es ayudarme a calmarme pero ahora no puedo hacerlo ni un poco. Ni siquiera quiero que me toque pero aún así no lo evito cuando comienza a guiarme. Sus ojos grises se fijan en mí, por lo que me parece una eternidad de tiempo y, dejo de respirar, al estar a la espectativa de lo que sea que va a decirme. Lo escucho suspirar después —. Lilo..., Lion Bennett... — niega, mi corazón se detiene—. Lion... está vivo. Está... aquí.
Siento que pierdo el enfoque de todo, ahora no me siento con las fuerzas para seguirme sosteniendo. El efecto que ha tenido esa revelación..., hace que de inmediato varios escalofríos me recorran de pies a cabeza y que mis piernas empiecen a sentirse más débiles que antes.
No...
Debí haber escuchado mal...
Esto debe ser un error...
Él no...
No puede...
Siento que estoy por desmayarme, siento que no lo estoy resistiendo.
Es demasiado...
Es... imposible.
Empiezo a negar con la cabeza una y otra vez. Frank se acerca a mí, creo que ya se ha dado cuenta de lo duro que está siendo esto para mí porque de inmediato se apiada para sostenerme, y después me ayuda a sentarme en el borde de la gran cama. Lo veo hincarse frente a mí, dice algo pero no logro entenderle, aún no puedo volver al aquí.
Vivo...
Él... ¿Está vivo?
— Maldición, Lilian, me estás asustando. — se pone pie y se aleja después. Ha salido de la habitación, pero en pocos segundos regresa con una botella de agua y me la ofrece. La tomo, sin mirarlo aún. Mis ojos se han perdido en la nada—. Lilian... por favor, me harás arriesgarnos para llevarte ahora mismo con un maldito doctor.
Empiezo a tratar de decirle que no es necesario eso, pero yo misma me alarmo cuando escucho mi voz tan inestable.
— Fra-Frank...
— Sabía que te pondrías así...
— No...— él de verdad luce preocupado y arrepentido en este momento. Lágrimas empiezan a picar dentro de mis ojos, la revolución dentro de mí se comienza a desatar ahora que he vuelto a la realidad —. No es verdad, Frank... N-no puede...
— Lo es, Lilian— me interrumpe, esta vez con tono firme y seguro. De pronto y al escuchar esa verdad una vez más... empiezo a derramar lagrimas sin control —. Él... está aquí ahora.
Editado: 25.08.2024