Dangerous Feeling

Capitulo 11

Lion.
















 

— ¿Lilo?— suelto, sin poder evitar sonar sorprendido. La chica frente a mí se mantiene firme, al contrario de mí que ya he empezado a sentirme afectado por su presencia. Sinceramente no esperaba que viniera a buscarme después de lo que había pasado la noche de ayer, pero ha sido ella con la que me he topado al abrir la puerta de mi Suite —. ¿Qué necesitas? Yo... no he llamado para que alguien viniera a...—

— Eso lo sé, nunca lo haces. — me interrumpo de pronto —. Pero aún así me sorprende ver siempre a tu habitación limpia cuando me toca revisarla.

Me encojo de hombros. Tengo que admitir que ya me he empezado a sentir un poco nervioso por ese tema.

— Me gusta mantener orden en mi espacio todo el tiempo.

— ¿Tú haces entonces el aseo? ¿Todo el tiempo?

— ¿Te sorprende?— suelto una risa y me cruzo de brazos —. Un hombre también puede encargarse de eso.

— No he dicho que no fuera así...— responde, rodando los ojos. Después se acomoda el bolso que tiene sobre el hombro, no lo había notado antes.  ¿Ya se va? Sospecho de eso cuando también me percato del abrigo que trae encima del uniforme. Ese uniforme que se pega tan bien a su hermoso cuerpo que...

<<¡Concéntrate, imbécil!>>

Un suspiro de ella es lo que logra traerme devuelta a la realidad.

— Es sólo... que me ha llamado la atención. —  la forma en la que me mira después, cómo si tratara de analizar algo en mí, me hace sentir extrañamente nervioso—. ¿Aún te inquieta el desorden?

Sonrío, no sé por qué lo hago, pero sus palabras me han hecho sentir nostálgico. Ya no me afecta el hecho de que ella se haya acordado de ese detalle. Lilo llegó a conocerme tan bien en el tiempo que estuvimos juntos, y pronto fue capaz de percatarse de la desesperante ansiedad que me invadía cada vez que me veía rodeado de cualquier tipo de desorden.

— Algunas cosas no han cambiado, Monstruito. — ella desvía su mirada  después. Trato de no concentrarme mucho en esa reacción porque sé que hablar del pasado nos quiebra de muchas maneras a los dos, así que después de soltar un suspiro, me animo a hablar; — Dime lo que ocurre, Lilo. Sé que pasa algo. No creo que sólo hayas venido a cuestionarme sobre si soy yo el que limpia aquí todo el tiempo, ¿cierto?

Suspira y después busca algo en uno de los bolsillos de su delantal. No puedo creer que incluso usando ese uniforme... luzca tan bien. No puedo ocultar mi asombro por ella. Antes sólo era una niña, una niña hermosa, la más hermosa que había conocido dentro de toda mi asquerosa existencia.  Ahora luce cómo toda una mujer... Una mujer jodidamente preciosa, con un cuerpo que... Carajo. Me ha hecho pensar tanto en ella de nuevo, en las veces que estuvimos juntos. En las noches que la hice mía y...

— Aquí tienes — su voz me trae bruscamente al aquí. Agito mi cabeza para tratar de salir por completo de mi ensimismamiento, joder... ¿Cómo es posible que siga perdiéndome de la realidad por ella?

La miro y mi ceño se frunce al contemplar el dinero que ahora me ofrece. La enfrento después a los ojos, esperando que sea capaz de leer la interrogante en los míos.

— ¿Qué haces?

— Devolverte lo que te debo.

— ¿De qué hablas?

— De lo que tuviste que pagar ayer en el bar por nuestra culpa— dice y el entendimiento me golpea de pronto al recordar lo que pasó ayer cuando la encontré afuera de un bar con sus amigos—. Esto es sólo un diez por ciento, pero te aseguro que para fin de mes los chicos y yo terminaremos de darte lo que...—

— ¿Qué? ¿Pero quién demonios te ha dicho que tienes que pagarme?— suelto, con tono brusco, y después alejo su mano con el dinero, aplicando toda la sutileza que me permite utilizar mi alterado sistema ahora—. Diles a tus amigos que está bien, que no tienen por qué preocuparse y...—

— Lion, no seas ridículo. — dice ella, sonando esta vez más enojada y vuelve a ofrecerme el dinero—. Sólo tómalo, es lo correcto, porque, en primer lugar, no tenías por qué...—

— Lo hice porque quise y porque no quería que te llevaran a la maldita cárcel.

— No era tu deber intervenir, por Dios.

Suelto una risa que parece enfurecerla más.

— No lo hice por Dios, Monstruito. Lo hice por ti.

— Lion...—

— Lilo, sólo déjalo así, ¿de acuerdo?

— No lo haré. Nada te cuesta aceptar el dinero y...—

— A quién le cuesta aceptar que sólo lo he hecho por querer ayudar, es a ti, pero no te preocupes, sé muy bien por qué lo haces, y es porque piensas que lo he hecho con la intención de ganar al fin tu comprensión, pero te aseguro que no. No me interesa tampoco quedar bien, a estas alturas eso ya me colocaría más cómo a un maldito— digo y después trato de acercarme cautelosamente hacia ella, noto cómo se tensa ante mi cercanía y eso me hace sonreír por dentro—. Me preocupo por ti, eso no dejará de ser así nunca.

Bufa, alejándose de mí.

— No hace falta ser un hipócrita.

— Tal vez luzca así ahora ante tus ojos, pero te aseguro que estoy diciéndote la verdad. — me encojo de hombros, ella me mira de nuevo seria. Sus ojos... Sus ojos siguen pareciéndome lo más profundo y hermoso que he visto. Sin embargo aún sigo sospechando de ellos, aún hay algo en ellos... que me dice que ocultan algo mas. Trago grueso y después trato de volver aquí para decir;— ¿Cómo está tu amiga?

— Te había dicho que estaba bien.

— Claro que lucía bien. Bien borracha.

— Lion... Lo siento, pero eso tampoco es de tu incumbencia.

— Tienes miedo de que sepa de tus amigos, ¿cierto?— eso la hace mirarme con preocupación y maldigo en mis adentros al confirmar ciertas conclusiones con ese gesto. Suspiro —. Lilo... Sé lo que piensas al considerarme a mí de nuevo dentro de tu vida.

— Lion...—

— Sé lo que quizá... has empezado a temer, pero te prometo que yo no trataría de involucrarme demasiado para...—



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En el texto hay: drama, accion, amor

Editado: 25.08.2024

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