Dangerous Feeling

Capitulo 12

Lion. 














 

La ansiedad me ha acaparado por completo, me cuesta controlar a la euforia que ha invadido a mis adentros, no sé cómo he logrado contenerme con Lilo, pero ahora ya no lo estoy soportando. Me ví en la obligación de decirle que tenía que atender algo en San Reyes, el bar del cual también soy dueño ahora. No quería dejarla, no quería alejarme de ella, no después de lo que había pasado esta noche, no después... de haberla besado y de haberle confesado tanta mierda, pero no tuve opción...

Después de la llamada de Douglas... me sentí extraño, abrumado por tantos sentimientos. No podía esperar, no puedo, pues pensar en algo relacionado a ese bastardo me vuelve loco. Me regresa a toda oscuridad de dolor y de ira. No puedo olvidarme de esto, no quiero, pues el joderle su vida es mi principal propósito ahora, es por lo que decidí levantarme de tanta mierda antes.

No puedo ignorarlo, no puedo olvidarme para qué he decidido dar marcha a todo este desastre...

No quería dejar Lilo en ese hospital, ella decidió quedarse hasta recibir noticias de la madre de su amiga. Quería... quedarme con ella un poco más, hasta que decidiera que irse, pero la llamada de mi guardaespaldas me tomó con la guardia baja. Rápidamente me puso en alerta, pues al fin habíamos obtenido algo interesante después de tanta exhaustiva investigación.

El maldito sobrino de Arthur Watters al fin estaba en nuestras manos.

Al fin... le daría su merecido.

El camino que hago por el oscuro y recondito lugar, que se ubica dentro de un viejo casino, es invadido de sólo silencio. Dentro de mí se crea una horrible revolución, de pronto sólo me dejo llevar por oscuros deseos, de pronto sólo me veo contemplando el rostro de sufrimiento de ese maldito. Los hombres que me acompañan se mantienen serios, al igual que yo, y, después de guiarme por otro pestilente corredor, nos adentramos en una habitación que apenas es iluminada por la bombilla que ahora guinda del techo.

Douglas, Vincent y Charly, son con los que me encuentro después y, al fondo del sitio, se encuentra Polanski, atado de pies y manos. En su asqueroso rostro de adicto le encuentro varios morados, pero el verlos no me provoca más que satisfacción.

Cuando trabajé con Arthur, no me involucré mucho con él, sin embargo me hice consciente de que era uno de sus guerrilleros. Uno muy bueno y despiadado. Es por eso que me sorprende un poco que hayan podido dar con él, es muy relevante, pues es él el que ha seguido pegado a Arthur desde entonces. Es él el que ha estado más cerca de él y, por lo que me ha contado Frank al respecto de lo que había pasado cuando los malditos decidieron ponerle una trampa a Lilo y a Jann... él fue el que lo planeó, él fue el que descubrió a Rj y el que lo torturó.

Es por eso que esta vez... no tendré piedad con él, es por eso que esta vez aprovecharé cada segundo que tenga para cobrarle todas las que me debe.

Me detengo frente a él, a mis costados se posan Douglas y Charly para preguntarme si deseo que lo desaten.

— Todo a su tiempo. Los juegos hay que dejarlos para más tarde — les digo, sin despegar la vista del maldito que ahora tengo frente a mí. Que pose tan patética, que decepción de guerrillero. Pero esto es lo que queda de ellos cuando cometen este tipo de errores, cuando se fían y piensan que ellos tienen dominados al diablo, sin pensar que este no llegara un día a cobrarles todas las que han hecho en su nombre —. Aún tengo algunas dudas, y estoy seguro de que el caballero será tan amable en resolverlas.

— Pierde tu maldito tiempo en torturarme, Bennett, porque de mi boca no obtendrás ninguna maldita palabra acerca de él.

Responde y trato de contar hasta cien para no dejarmele ir encima. Su voz se ha percibido arrastrada, incluso se ha escuchado agotado, y después lo veo levantar su horrible mirada de adicto hacia mí. Ojos ojerosos me miran después con rabia.

— No la tendrás tan fácil, marica traidor.

Suelto una risa y después me pongo en cuclillas para estar a su altura, ya que sigue sentado en el suelo, o más bien tirado y recostado sobre una pared.

— Me alegra escuchar eso, ya que las cosas fáciles me aburren. — lo veo apretar la mandíbula después —. Será como desees, pero de este mundo no te irás hasta que me digas dónde demonios se encuentra el cerdo al que le has seguido sirviendo.

Lo escucho reír después.

— Hay demasiada confianza en ti ahora, Bennett. Ya no luces cómo ese chiquillo inseguro que, alguna vez, también le sirvió a ese cerdo.

— Tienes razón, aprendí demasiado siendo su perro, pero no todo el mérito de eso se lo lleva él, sino que el oficio de mierda que desde siempre estuve ejerciendo dentro de un mundo de miseria y el cual, te aseguro, han hecho de este "bastardo traidor", un bastardo despiadado que será capaz de ir el resto de tu maldita gente si no hablas de una jodida vez.— de pronto se ve afectado y hasta temeroso, pero el gesto le dura poco, porque de inmediato vuelve con esa pose fría y firme—. Haré con tu esposa lo mismo que hicieron a Jannine sino dices nada que me sea relevante, así que ten cuidado con lo siguiente que quieras soltar de tu asquerosa boca, porque estoy por contarte las palabras y si ni una de ellas me da un dato relevante los próximos minutos... entonces no duraré en ir yo mismo por su cabeza para traerle después aquí.

Esta vez aprieta su mandíbula con más fuerza, su rostro se ha desencajado, tal vez por la ira o por el miedo.

No quiero que me obligue a hacer lo que le he prometido, no quiero meterme con mujeres, ni siquiera con su jodida esposa. Sigue siendo una de mis reglas. Sin embargo... si me hace perder la paciencia... estoy seguro de que también perderé el control de mis acciones y ahora mismo necesito desquitar todo esto que ya me ha hecho sentir el ver de nuevo su miserable rostro.



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En el texto hay: drama, accion, amor

Editado: 25.08.2024

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