2. ¿Necesitas ayuda?

Fijé la mirada hacia la puerta observando al pelinegro recargado en el marco de la puerta.

- ¿Necesitas algo?

Ethan: No, en realidad solo venia a ver si habías logrado acomodarte bien.

- Si, todo en orden gracias.

Ethan: Quería agradecerte por lo de hace rato, si no fuera por ti los zombies nos habrían alcanzado en la puerta.

- No fue nada, ustedes me ayudaron a escapar en el callejón, así que tómalo con un favor ya pagado. - Mostré una sonrisa acomodando la colchoneta sobre el suelo -

Ethan: Lo tomaré de esa forma entonces.

Me quedé en silencio unos segundos recargada sobre el escritorio del aula viéndolo, no tenía idea sobre si quería decir algo más o solo estaba esperando a que yo iniciará la conversación.

- Si quieres seguir hablando entra y deja de estar parado ahí.

No se lo dije dos veces ya que entró al aula cerrando la puerta, le ofrecí asiento en una de las sillas y tomé una sentándome frente a él.

- Se ve que eres muy tranquilo, a diferencia de los demás que están en las otras aulas.

Ethan: Solo soy reservado, no suelo hablar mucho con las personas pero no significa que sea callado.

- Entiendo, no todos somos las personas que parecemos. -Senti su mirada sobre mi y suspiré levantándome de la silla, fui a mi mochila y saqué unas galletas no había comido en todo el día por lo que tenía bastante hambre, las abrí extendiendo el paquete hacia él - ¿Quieres? - Por respuesta tomo una de las galletas y solo sonreí sentándome nuevamente.

Ethan: ¿Tienes más comida?

- Muy poca, fue lo que rescate de una tienda y del supermercado, la mayoría estaba destruido.

Ethan: Nunca te vimos cuando salíamos a patrullar, ¿Estabas escondida en un solo lugar?

- No, en realidad estaba por aquí y por allá, quedarme en un lugar haría difícil el regresar cuando saliera a buscar suministros.

Si bien pasamos cerca de una hora charlando, fue poco tenía buenos temas de conversación y no me había aburrido el estar con él, de un momento a otro se levantó de la silla y extendió su mano hacia mi.

Ethan: ¿Quieres ir al sótano?, Antes de tener que ir al salón para las patrullas.

- ¿Patrullas? -tome su mano levantándome igual, pensé que solo era para levantarme pero me sorprendió cuando la tomó bien-

Ethan: El edificio es viejo, necesitamos revisar todo bien, cada noche hacemos patrullas en los pisos, patio, en la escuela en general, así nos aseguramos.

- ¿Me tocará hacer todo eso?

Ethan: Si te quedas con nosotros si, es mas por seguridad, se revisa y vuelves a dormir.

Caminé fuera del aula con él aún tomados de la mano, al estar así parecíamos una pareja de enamorados, suspiré viendo la altura que tenía, era mucho más alto que yo.
Llegamos a un puerta la cual abrió y me dio paso para entrar, daba justamente al sótano, llegamos  y suspiré sintiendo el aire frío pegar en mi rostro.

- Esto me recuerda cuando llegaba tarde a casa... Me salía por las tardes con mis amigas y regresaba noche cuando ya estaba fresco... Los regaños de mi madre eran los mejores, siempre terminábamos enojadas las dos por eso. -rei y volteé a verlo-

Ethan: ¿Era divertida tu vida?

- No como tal, solo lo común, estudiar y mantener el promedio era lo único que me importaba, iba a casa de mis amigas a estudiar, o por lo menos yo sí lo hacía, ellas platicaban y yo me dedicaba a hacer las tareas, regresaba tarde solo porque me gusta la noche.

Ethan: ¿No te estresaba?

- Al contrario, encontré el estudio como un hobby me concentraba en lo mío y en ser mejor. -Recargue la espalda en las barras que había ahí y lo vi hacer lo mismo a mi lado- ¿Qué hacías tu antes de todo esto?

Ethan: A diferencia de ti yo no amaba estudiar, solo los deportes, salir con amigos, divertirme, dormir en clase.
Lo que todo estudiante irresponsable hace en pocas palabras.

- Pero al menos te divertias, es mejor que todo esto. -suspire-

Ethan: Igual me sentía estresado cuando algo no me salía bien, ¿Sabes?
Los deportes tienen truco y el estar entrenando a veces resulta muy cansado.

- En eso tienes razón.

Nos quedamos mirando uno al otro por unos minutos, me hipnotizo el ver su cabello moverse con aire, hasta este momento me había percatado que tenía un ligero tono azul en las puntas de su cabello, sonreí inconsistente y por su parte hizo lo mismo, se había acercado un poco más hacia mi haciendo que mi vista se alzará ya que era mucho más alto que yo.

Sentí su mano tomar mi mejilla con delicadeza, cerré unos segundos mis ojos y al abrirlos este se encontraba más cerca, los nervios se apoderaron de mi ocasionando que me separara de golpe dejándolo confundido tal vez.

- Regresemos adentro, estoy comenzando a sentir un poco de frío y tengo que terminar de acomodar la sala, creo que les tomaré la palabra de quedarme.

Ethan: ¿Necesitas ayuda?
Soy él que tiene mayor fuerza aquí así que podría ayudarte sin ningún inconveniente.

Terminé aceptando su ayuda así que regresamos adentro para ir de nuevo a las aulas, estaban todos descansado al parecer ya que nadie estaba fuera de dónde duermen.
Llegamos hasta la última aula e ingresamos, había un silencio cómodo, me di cuenta que su presencia hacia que no te sintieras preocupada.

Me ayudó a mover todas las bancas hacia la orilla dejando bastante espacio en el centro, caí rendida en la colchoneta y le hice espacio a mi lado para que se recostara, sin embargo lo vi dudar y como tomaba asiento en una de las bancas.

- Ven y recuesta te, no muerdo.

Ethan: Si me acuesto estoy seguro de quedarme dormido, además no falta mucho para ir a patrullar.

- Velare tus sueños hasta que sea la hora.

Después de insistirle por unos minutos más que se recostara, terminó accediendo y se acomodó junto de mi, nos quedamos viendo unos segundos hasta que cerró sus ojos poco a poco, sonreí internamente observando la tierna escena frente a mi, una de mis manos tocó su cabello peinándolo suavemente, no sabia en ese momento si ya estaba dormido o solo se estaba dejando acariciar el cabello, eso lo sabría minutos más tarde, ya que en cuanto me detuve, abrió los ojos mostrando una sonrisa y se levantó.