El día comenzó, tenía un sueño terrible, pero fue más terrible no encontrar a mi lado a Ethan durmiendo, se había ido más temprano para evitar ser descubiertos por los demás.
Me vestí rápidamente con la otra muda de ropa que tenía limpia, los pants grises del inicio y una blusa color negro con estampado que decía "Eat me" lindo diseño hasta que entendí lo que decía. Salí del aula, los demás aún no despertaban pero tomé camino al aula 1C, al cruzar el pasillo unas manos me tomaron la cintura pegándome a la pared, sabía quién era, 5 segundos conté antes de sentir esos adictivos labios sobre los míos.
Ethan: Buenos días...
Ethan: ¿Por qué ?
Me hice la ofendida caminando hacia la sala a pasado veloz, pero ante de eso me alcanzó y me apretó contra él.
Ethan: Nos podían descubrir.
Ethan: Está noche lo haré. -Vi que miro discretamente mi blusa - Comeme... ¿La boca o a ti?
Ethan: ¿Sorprendida?
Me di la vuelta, entramos juntos al aula, ahí ya estaban Lawrence, Harry y Zion, los tres nos vieron con mirada de "sospechoso" pero ninguno dijo nada. Tomé asiento y al momento que llegó Judy nos pusimos a charlar.
Ethan se quedó al lado de Zion recargado en la pared, sus miradas furtivas me veían cada minuto, me causaban escalofríos, esa mirada sería tan sexy me volvía loca. Lo ignoré para calmarme.
Justo cuando los demás llegaron Lawrence mencionó lo de las patrullas, en parejas para más fácil, me había tocado con Eugene, genial, me llevé bien con él así que sería divertida la patrulla, por otro lado el rostro lleno de celos que tenía Ethan me hizo morderme el labio de los nervios, no era mi culpa. La noche llegó, Eugene se presentó en mi aula para hacer la patrulla, llevaba una cajita en sus manos que me dio curiosidad.
Eugene: Un detalle para ti -Sacó de la cajita un pequeño dije con forma de corazón, en color rosa fascinada quedé-
Eugene: Es bueno saber eso -Me entregó el dije para ir a la patrulla-
En toda la patrulla hablabamos, saque un paquetito de galletas con 4 porciones y le di dos para que comiera, sabía que la comida no alcanzaba bien, por eso decidí compartir esa porción.
Eugene: Sabes, cuando era más pequeño tenía una tradición con mis amigos.
Eugene: ¿Tienes alguna pulsera?
Eugene: la tradición era intercambiar pulseras, cada cierto tiempo teníamos que intercambiar una, final debíamos tener la misma cantidad.
Eugene: Por supuesto.
Me quite una de las pulseras que tenía, una color plateado con diseño de enredadera para dársela y él me dio una color morado con lineas blancas.
Eugene: En las patrullas fuera de aquí las podemos conseguir.
Seguimos caminando, viendo algún movimiento, cosa rara, etc.
Eugene: ¿Te gusta la música?
Eugene: ¿Instrumento musical?
Eugene: Yo se tocar... De grande me hubiera gustado que esa pasión fuera más allá, alcanzar a más personas... Todos conocieran mi música, pero el virus... Me gano. Esa pasión que nunca sentiré más, tocar frente a un público, enorme, un multitud pidiendome siga tocando.
Eugene: No es tu culpa.
Eugene: ¿Qué?
Eugene: Es un trato, la primer nota será dedicada en tu nombre.
Un par de minutos en silencio después de eso, revisamos bien para poder regresar adentro, el frío aire soplo en mi nuca y me hizo temblar, iba detrás de Eugene por la zona del césped, sin querer pise una piedra de la tierra, un grito salió de mis labios ya que estaba por caer, Eugene fue más rápido, me sujeto del brazo pero caímos ambos al césped, una caída mejor no se podía, nuestros labios se pegaron en un pequeño beso que pareció durar mucho. Solo segundos, me separé de inmediato pidiendo perdón como loca. Mi cara roja, mi pulso un desastre, madre mía que había echo.
Eugene: Lo siento por eso, ¿Estás bien?
Eugene: Tranquila no te estoy reclamando. -Su sonrisa me hizo sentir peor, no por el echo de besarnos si no porque ya tenía a un chico del cual sus labios eran los únicos que me besaban-
Eugene: Terminamos, vamos adentro para informar a Lawrence.
Sumida en mis pensamientos hasta que...
Eugene: ¿Te quedas conmigo está noche en mi habitación? Tengo dos juegos de mesa, podemos jugar hasta tarde, además en mi aula no hace tanto frío.
Excelente, mejor no podía estar, subimos las escaleras para llegar al piso donde nos quedábamos, cada paso me hacía pensar en algo, hoy tenía algo pendiente pero mi memoria no me permitía recordar, por otro lado Eugene no se había molestado por ese beso tan inesperado, que vergüenza, sinceramente esto es algo que debo callar, si Ethan se entera, me tendrá a kilómetros de distancia. Eugene se ofreció a dar el informe, yo fui por mi manta para quedarme esa noche con Eugene.