#MODOAVEFENIX

No hace falta decir que después de ese fatal día... mi fin de  semana no fue nada agradable mis ojos estaban rojos, irritados de tanto llorar, mi cabeza pesada por el insomnio pues no dormí nada y mí estómago ruge de hambre porque no tuve ganas de preparar nada, en fin,  preferí autocompadecerme deseando morir lentamente pues la humillación vivida lo ameritaba... 

Sé que parezco ser demasiado dramática por algo de tan poca importancia, que no debería afectarme tanto pero para alguien como yo que siempre ha sufrido constantemente el rechazo, es mucho... es una tragedia. 
Toda la vida he sido ahmmm digamos introvertida, tímida..., yo sé que Daniel es un hombre deseado pero fue una hecatombe emocional para mí ser ignorada por él...

—Basta ya!!!, me digo reprendiéndome — ya me cansé de sentir lástima de mí, así que empiezo dar forma a una idea que está rondando mi mente desde hace algunas horas. Luego de lamentar mi existencia he pensado que necesito un cambio y he decidido que lo haré si o si o por lo menos, lo  intentaría... el de  darle un vuelco a mi vida.
Así que poniendo manos a la obra el domingo por la tarde comencé a trazar el plan perfecto #modoavefenix porque de ahora en adelante sería para mi como  resurgir de las cenizas bueno a empezar con mi gran proyecto

Paso 1: quererme y aceptarme tal cual soy para lograr este paso trascendental tengo que...

- anotar lo malo y mejorarlo para combinarlo con lo bueno
- mi mantra a repetir será "si yo me acepto y me quiero no necesito que lo hagan los demás y si a los demás no les gusto... me vale"

Entusiasmada voy corriendo al baño y busco en el mueble y encuentro una tintura color cereza que había comprado tiempo atrás y después no quise usar,  me la apliqué y mientras hacia efecto saque todo de mi closet y aunque no tengo mucho donde escoger tampoco esta tan mal como creía, veo que tengo muchos conjuntos básicos a los cuales  solo tengo que inyectar color,  armé varios trajes y encontré accesorios, maquillaje y mucho más.

Pasada unas horas no dejo de mirarme al espejo. Mi pelo ha quedado espléndido me atrevo a cortar un poco en capas y al ser un poco ondulado se ve bien, vaya me siento y me veo linda.

Ya con todo listo y mi pelo seco me dispongo a dormir entusiasmada con mi cambio y ansiosa de estrenar mi new look

Al día siguiente me levanto muy temprano estoy llena de entusiasmo y me arreglo con esmero, mi uniforme está impecable, me atrevo a colocar un maquillaje más intenso de lo que usualmente suelo usar sin llegar a ser exagerado, me calzó uno tacones cómodos pero muy lindos y mi pelo lo dejo suelto solo tomado con unas pequeñas trabas que despejan mi rostro.

Al salir de casa voy alegre y con muchas  energías siento que no es el típico lunes para mí... llegando al local me encuentro con Mirta que esta ingresando a su trabajo no puedo evitar sentir cierto recelo y siento que mi estómago se apreta al verla pero respiro hondo y la saludo sonriente

—pero mirate nada más mujer que guapa estas Maggie — dice con alegría y mirándome de pies a cabeza

—gracias!— digo un poco ruborizada y sonrío amablemente y entro al local, mi jefe aun no llega sólo esta Sandra mi compañera quien en un principio no me reconoce pero que después tiene la misma reacción que tuvo Mirta al verme.

A eso de las diez de la mañana llega Darío, mí jefe  y no se si es mi impresión pero no ha dejado de mirarme desde que llegó... dudo bastante, él no sabe de mi existencia ni siquiera a mostrado interés por mi en estos tres años trabajando para él debe ser mi imaginación... creo

—Hola Margarita pero que guapa esta hoy  digo más guapa que de costumbre — dice con cautela pero mirándome fijo

—gracias jefe— digo incomoda

— quería disculparme por mi comportamiento tan grosero que tuve con usted el viernes, no era mi día— yo lo miro como si tuviera dos cabezas, parece que cambiaron a mi jefe y Sandra mira de la misma forma sin dar crédito a lo que oye

—no se preocupe jefe que tampoco fue un buen día para mi, es mejor olvidarlo— digo restandole importancia al asunto

—tiene razón borrón y cuenta nueva pero es injusto que una mujer tan bella tenga que pasar un mal día sobretodo no puede pasar un viernes asi de mal, eso habrá que remediarlo— y sin más se despide y se va dejándonos con un signo de interrogación monumental

—¿y a este que bicho le picó?— dice Sandra riéndose e incrédula

—no lo sé —digo encogiendome de hombros

...

—¿dónde vas a comer?— pregunta Sandra al ver que ya es la hora de colación

—pues donde más... en el casino de siempre Sandra, en el banco que está en la plaza— digo con sarcasmo

—Entonces,  voy contigo— 

—esta bien, vamos

Al llegar a la plaza hay pocas bancas disponibles así que nos ubicamos en la que esta más a la sombra y no tan a la vista de los transeúntes... 

Estoy calmadamente comiendo una ensalada de lechuga cuando siento la mirada de Sandra sobre mi y con cierta cautela me pregunta