Calvin abrió su maleta sobre mi cama, donde me subí mirándolo.
- ¿Como puedes mentír tan agusto?. - Le pregunté tumbándome boca arriba.
- Soy actor. - Respondió. - Es mi trabajo, actuar. - Se lució luego diciendo. Calvin sacaba su ropa y sonreí.
- Podrías simplemente decir que estábamos comprometidos, no mentír más allá. - Le reclamé tumbándome de lado, para él.
- Si no lo fuera dicho no dormiría hoy contigo. - Subrayó sacando unas chaquetas de la maleta y sonreí.
- ¿No tienes a Alejó para que te haga todo esto?. - Le pregunté queriendo que agarrara su maleta y se fuera al hotel.
- Alejó se está ocupando de otros temas. - Contestó dejando lo que estaba haciendo y se subió en la cama conmigo.
- Bendito él. - Contesté y Calvin se tumbó a mi lado, de cara a mi.
- ¿Quieres que me marche?. - Me preguntó.
- ¿Lo harías?. - Le pregunté y Calvin negó con una gran sonrisa en su cara.
- La verdad es que no. - Respondió siendo sincero y nos miramos.
- ¿Calvin, tú recuerdas la noche que pasamos juntos?. - Pregunté investigando ya que yo apenas recordaba esa noche, me pasaba por beber.
- Apenas, pero si recuerdo algo. - Me contestó matizando luego inclinándose para mi. - Me dijistes que eras virgen.
- Estúpido. - Le gruñí golpeándolo y alejándolo de mí. Calvin sonreía travieso.
- No puedo quitarme de la cabeza diciéndome que eras virgen. - Se incorporó mientras cortada lo golpeaba.
- Cállate. - Le gruñía mirándolo. Él me miraba agarrándome de los brazos. - ¿Y ya está...?.
- Ya está. - Me confirmó. - Nos pasamos bebiendo demasiado. - Me solté de él tumbándome en la cama.
- No solo nos acostamos si no que no recordamos nada.
- Yo ya e dicho que recuerdo. - Pronunció Calvin pero le tapé la boca poniéndome derecha.
- No hace falta que lo digas de nuevo, se lo que era. - Calvin me agarró de la muñeca de la mano para que destapara su boca.
- Pero a mi me marcó. - Comentó inclinándose para mí y yo retrocedí tragando saliva. Cuando se abrió la puerta.
- Hermana. - Escuchamos a Carla y de seguido un grito. - ¡Tú aquí!. - Calvin le sonrió.
- ¿Donde si no debería de encontrarme?. - Le preguntó Calvin que se levantó de la cama caminando para mi hermana.
- Calvin. - Lo llamé acercándome hasta el borde de la cama y me levanté, viendo como Calvin empujaba a Carla hasta afuera del dormitorio.
- No tienes derecho. - Le gruñía Carla y me acerqué para calmar las cosas.
- Claro que tengo derecho. - Respondió Calvin intentando enojar a Carla. - Daniela es mi esposa.
- Hermana. - Me llamó Carla y Calvin iba a cerrar la puerta del dormitorio, habiendo echado a la consentida de mi hermana y cerrando la puerta.
- Ya está. - Me dijo Calvin que me miró tocándose la nariz y con una sonrisa en su rostro.
- No debiste de haber hecho eso. - Contesté y Calvin me agarró las manos.
- No te preocupes por ella. - Después se mordió el labio inferior. - Ayúdame con la maleta y después nos echaremos a dormir. - Caminó tirando de mi para la cama y soltando mi mano empezó a sacar ropa.
- Me gustaría que intentaras llevarte bien con Carla. - Le pedí agarrando un jersey blanco que Calvin me entregó.
- Es una cría caprichosa. - Se dirigió a mí. - No debiste de haberla consentido tanto.
- Ese es mi problema. - Respondí molesta y asintió con una actitud pensativa.
- Es verdad. - Después me miró. - Pero mientras dure el embarazo también será mío. - Simplemente no lograba entenderlo. Calvin sonrió tocándose la nariz alegremente y sacando a continuación su vestimenta.
- Calvin...
- Será como yo digo. - Me interrumpió y nos miramos. - Permíteme. Yo seré bueno con Carla. - Me habló y le asentí.
- Pero se bueno con ella. - Contesté soltando el jersey y caminando para mi cómoda. Quería darme una ducha y cambiarme de ropa.
- Lo haré. - Respondió y lo miré viéndolo sacar su ropa. Aún no sabía por donde pillarlo, era encantador como maduro y en otras ocasiones un crío pequeño.
Me desperté por Calvin que estaba teniendo una pesadilla.
- Calvin. - Lo llamé agarrando su mano que alzó queriendo agarrar algo.
- No... No. - Susurraba con sus pestañas iluminadas por sus lágrimas. - No. - Parecía estar sufriendo.
- Calvin, despierta. - Le pedí abriendo Calvin sus ojos y se me quedó mirando.
- Daniela. - Se incorporó soltando su mano de la mía y se la llevó al rostro, secándose las lágrimas.
- ¿Te encuentras bien?. - Le pregunté preocupada y él me miró.
- Siempre que estoy cerca de casa tengo pesadillas. - Me calmó y me dedicó una sonrisa. - No te asustes.
- Claro que me asusto y también me preocupo. - Le repliqué mirándolo. - ¿Cuéntame que pasa?. - Le pedí luego. Calvin se acercó a mi, abrazándome luego.
- No es nada. - Me dejé abrazar sintiendo los latidos de su corazón.
- Mentiroso. - Contesté y él me agarró de la barbilla fingiendo que se encontraba bien.
- En otro momento te lo cuento. - Se expresó soltándome de la barbilla. Me aparté de él observando como se tumbó en la cama, dándome la espalda.
- Calvin... - Lo llamé colocando mi mano en su brazo.
- Estoy bien. - Me habló sin ni siquiera mirarme. Me tumbé a su lado sin apartar mi mano de su brazo, no se que le pasaba pero... No me gustaba verlo así.