Me movía en la cama sin poder dormir, tenía calor y el sudor me estaba agobiando. Miré a Calvin que dormía profundamente, a este no le molestaba ni una mosca. Me levanté de la cama caminando para las ventanas, eran tres ventanas en un mismo marco. Abrí una de las ventanas y poniéndome de rodillas respiré el aire puro y sonreí, observé la calle vacía.
- ¿Gorda, que haces ahí?. - Me preguntó Calvin a mi espalda. Lo miré de mala gana, llamarme gorda.
- Tomar el aire. - Le contesté con desdén y Calvin me cargó en brazos, me agarré a su cuello con miedo, ni me lo esperé. - Calvin... - Lo llamé y me llevó hasta la cama, donde me dejó poniéndose él entre mis muslos y quedándose sobre mi. Me agarré las manos observándolo y él se iba a levantar.
- Situación incómoda. - Me habló pero lo agarré del cuello del pijama.
- Espera... - Le pedí mirándolo y se mantuvo quieto. Rodeé con mis manos su cuello, pegándose Calvin a mi y le di un mordisco en el cuello.
- Daniela. - Contestó y nos miramos. No se porqué lo hice pero... tenía ganas. Calvin introdujo su mano bajo mi camisón agarrando mi prenda íntima y tirando de ella para abajo, su otra mano hizo lo mismo. - Sí quieres hacerlo solo dímelo. - Me decía y tragué saliva dejándome quitar las braguitas y se acomodó sobre mi, su boca buscó la mía.
- Calvin. - Dije asustada por el bebé y me agarré a su camiseta. - Tengo miedo. - Confesé y Calvin me sonrió.
- No lo tengas, nunca te haría daño. - Su boca se juntó con la mía, sintiendo como su miembro entró en mi intimidad.
- Calvin... - Susurré. Besándome Calvin despacio, como eran también sus movimientos de caderas.
Abrí mis ojos atontada con la luz de la mañana, era intensa. Me incorporé mirando por mi alrededor y entonces pensé en lo que ocurrió anoche entre Calvin y yo. Me aparté mirando la sábana negra y observé que estaba manchada con fluidos, me levanté tirando de ella, quitándola a medias ya que vi mis brágas tiradas en el suelo. ¿Pero que había hecho?. Acostarme de nuevo con Calvin Áñez. Me senté en la cama llevándome la mano al rostro y suspiré profundamente.
No tardé en levantarme acercándome hasta donde se encontraba mis brágas en el suelo, las agarré cortada y me las puse, caminando luego para la puerta. Ahora tenía que verle la cara a Calvin y eso me angustiaba bastante. Dios, le mordí el cuello a Calvin deseosa de tener sexo con él, sin pensar en las consecuencias.
Nada más salir del dormitorio pude escuchar extrañada, música en la planta baja. Caminé por el pasillo directa a las escaleras, donde me detuve intentando aclarar mis pensamientos.
- Vamos Daniela. - Me animé suspirando y caminando para ellas. Las empecé a bajar y solo pensaba en lo que ocurrió anoche, entre Calvin y yo. Como le mordí el cuello y como él me quitó las brágas fundiéndonos en un beso al mismo tiempo que me penetró, teniendo relaciones sexuales... Sonreí mordiéndome el labio inferior y dándome cuenta que ya había bajado las escaleras, llamando de nuevo mi atención la música que venía del salón. Me acerqué asomándome al salón y viendo que Calvin le estaba enseñando una coreografía a Carla, ambos bailaban. ¿Desde cuando esos dos se llevaban bien?. Me quedé mirando a Calvin y a mi hermana... Observando entonces que mi hermano Glenn estaba grabándoles con su teléfono móvil y a su lado Iris, mi primo.
- Daniela. - Escuché que me llamaron y dándome la vuelta ví a Alejó, en la puerta de la casa. Me acerqué con una corta sonrisa.
- Hola, Alejó. - Contesté y él me sonrió.
- Siento mucho que le estemos ocupando la casa. - Se disculpó conmigo inclinándose.
- Alejó. - Dije agarrándolo para que no se inclinara. Alejó se incorporó subiéndose las gafas. - Es lo que pasa cuando una comete... - Callé y él me sonrió.
- No creo que sea un error. - Habló mirándome y escuchamos.
- ¿Quien es un error?. - Me sorprendí al escuchar la voz de Calvin. Me giré mirando no solo a Calvin si no también a Carla.
- Estamos ocupando una casa que no nos pertenece. - Intervino Alejó y lo miré agradecida.
- Yo e dicho que no pasa nada. - Musité. Aunque quería que se fueran ya un poco, estaban asustando a los vecinos.
- En breve nos iremos. - Pronunció Calvin que me dedicó una sonrisa traviesa. - Carla tiene algo que decirte. - Me dijo luego Calvin y dirigí mi mirada a Carla que estaba con una enorme sonrisa.
- Me han llamado del programa Soy Una Estrella. - Decía ilusionada, agarrándose luego al brazo de Calvin. - Mi cuñado me está ayudando a aprender algunos bailes.
- ¿Ahora es tu cuñado?. - Le pregunté y Carla sonrió.
- Nos estamos llevando bien por tí. - Habló con un orgullo que parecía que debía de aplaudirle. Calvin sonreía con su mirada de niño bueno mientras se tocaba la nariz nervioso.
- Eres una interesada. - Intervino Glenn y Iris asintió.
- Es siempre así. - Habló Iris y me quedé mirándolo, era extraño que Carla no saliera dando gritos. Se mantenía agarrada al brazo de Calvin sonriendo y hablando con él.
- ¿Por qué no ayudáis a la abuela?. - Les mandé a los dos y Iris puso mala cara, pero Glenn se lo llevó, con ellos se fue Alejó.
- ¿Que más tengo que saber?. - Pregunté mirándolos a los dos. Carla que soltó a Calvin se dirigió a mi.
- La actriz Nadia será una de las profesoras. - Sonreía, ya que siempre le encantó esa actriz, quería ser cómo ella. - ¿Sabías que mi cuñado la conocía?.
- Si, lo sabía. - Respondí y Carla me agarró las manos.
- Tendré el placer de conocerla. - Me dijo ilusionada. Eso me hacía pensar que tenía que irse a la capital. No podría acompañarla.