Miraba los libros de Calvin, tenía tantos que no sabía cuál escoger, mi mano alcanzó uno de pasta negra y grueso. Mirándolo más de cerca observé que era de fotografía, el nombre del autor era Calvin Áñez. Calvin tenía publicado un libro con sus fotografías, sonreí caminando para la cama donde me monté en ella. Dejando el libro sobre la cama lo abrí mirando las páginas y contemplando las imágenes, que eran fotografías en blanco y negro.
- Cariño. - Escuché y mirando para la puerta vi a mamá. - Te e traído un vaso de leche. - Me dijo entrando y se lo agradecí.
- Gracias, mamá. - Ella lo dejó sobre la mesilla de noche.
- ¿Aún no te a hablado mi hijo?. - Me preguntó curiosa. Negué con una sonrisa.
- Calvin estará ocupado.
- Este niño. - Masculló mamá. - No te duermas tarde.
- No lo haré, mamá. - Respondí y se me acercó dándome un beso en la cara. - El libro de Calvin. - Se sorprendió. - Hacía años que no lo veía.
- Si quieres te lo puedes llevar. - Se lo ofrecí y mamá negó.
- Te lo dejo a ti. - Luego tocó mi panza diciéndole al bebé. - Adiós mi niño pequeño. - Y mirándome me dijo. - Sera niño, como su papá.
- ¿Se encuentra segura?. - Pregunté y ella me asintió.
- Claro que si. - Después sin esperarlo me dio otro beso y por alguna razón pensé en mi madre, la extrañaba. - Descansa. - Me pidió caminando para la puerta, que cerró al salír. Me tumbé en la cama mirando el techo y colocando mis manos en mi panza.
- Mamá... - Pronuncié y cerrando mis ojos no pude evitar derramar unas lágrimas.
Tras desayunar llevamos los platos a la cocina, era el lugar más grande de las demás estancia. Era el lugar dónde los padres de Calvin pasaban casi todo el tiempo, el chefs y la pastelera. En la casa siempre se olía ricos platos o pasteles.
- ¿Que harás ahora?. - Le preguntó papá a mamá.
- Será sorpresa. - Le indicó ella y sonreí mirándolos. Caminé saliendo de la cocina, dejándolos solos y me dirigí para el jardín trasero. Agarré mi teléfono móvil de la mesa del comedor y saliendo afuera me senté en un rellano, observé que tenía un mensaje de mi abuela.
{ Carla está maravillosa en la televisión }.
{ ¿Entonces lo a hecho bien? }. Le escribí mandándole el mensaje. Miré el cielo azul y cerrando mis ojos relajándome, respiré profundo. Cuando la oscuridad se volvió más oscura y abriendo mis ojos ví a Calvin.
- ¿Te veo muy concentrada?. - Me preguntó, viendo como soltó su mochila en el suelo del rellano. Observé que no llevaba las gafas, eso significa que tenía lentillas puestas.
- Me parece mentira lo que te voy a decir. - Hablé diciéndole luego. - Te e extrañado. - Él sonrió con su cara traviesa.
- Te enamoraste de mi. - Consideró Calvin que colocándose cómodo sonreía y se apoyó en sus manos, que colocó tras de él.
- Yo enamorada. - Contesté negando. - Te equivocas. - Dije luego y nos miramos.
- ¿Ni un poco?. - Preguntó curioso y se incorporó acercándose a mi, su mano se colocó en mí panza y yo coloqué las mías sobre la suya.
- Puede que un poco. - Confesé y apreté su mano haciendo que Calvin me mirara. Sus ojos se clavaron en los míos.
- ¿Daniela, te a pasado algo?. - Parecía leer mi mente y le negué no queriendo que se preocupara por lo que ocurrió con su prima Luna.
- Te digo que me gustas y tú me preguntas si me a pasado algo. - Le gruñí y el puso una mueca en los labios, al mismo tiempo que se tocó la nariz.
- Tal vez con el tiempo te crea. - Fueron sus palabras y me dedicó una sonrisa. Le asentí agarrando mi teléfono móvil con ambas manos.
- ¡Calvin, que alegría!. - Se escuchó a una mujer que se acercó extendiendo sus brazos para él.
- Tía Lola. - Contestó Calvin que se levantó recibiendo a su tía. Me levanté mirándolos.
- Que guapo estás, mírate por Dios. - Le alababa su tía haciendo que Calvin sonriera cortado. - Tienes que ir a ver a Luna. - Le pidió su tía que debía de ser la madre de Luna.
- ¿Como se encuentra ella?. - Preguntó Calvin y sentí una mano en mi cintura, miré a mamá que se acercó a su hijo.
- Calvin no irá a verla. - Fue una órden y Calvin miró a su madre.
- Hermana. - Habló la tía Lola. - Calvin es muy importante para mi hija y ¿estando aquí no va a ir a verla?.
- Sabes el problema de Luna y que no le viene bien ver a mi hijo. - Contestó mamá seria.
- Hermana. - Pidió Lola sintiéndome mál, que asco de hormonas. - ¿A ti no te importa, a que no?. - Me preguntó la mujer, quedándome sin saber que decir. Calvin se me quedó mirando.
- Daniela, ve dentro, ahora entro yo. - Se dirigió Calvin a mi con una cálida sonrisa. Yo asentí caminando para dentro, viendo a papá en la puerta mirando para afuera. - ¿Que ocurre ahora?. - Escuché a Calvin con un tono molesto.
- Mamá me a contado lo que a pasado. - Me informó Calvin dejando su mochila en la cama. Lo miré sentándome en la cama.
- ¿Irás a verla?. - Le pregunté y Calvin asintió.
- Tengo que hablar con ella. - Me dijo con un tono serio. - No puedo permitir que se presente delante de tí de esa forma.
- Ella simplemente se confundió cuando la ayudaste. - Declaré y Calvin se sentó en la cama. - Confundió tu cariño por amor. - Me aproximé rodeando con mis brazos su cuello. - ¿Y que harás, cómo le meterás en su cabeza que no correspondes a sus sentimientos?.
- No lo sé. - Me confesó llevándose la mano a la cara.