- Cuando nazca el bebé podrías regresar al trabajo. - Me habló la señora Fernanda por teléfono. Como decirle que tal vez no volvería, era lo mejor para mi relación con Calvin y para Hian.
- Señora... - Dije respirando profundamente.
- Ya hablaremos cuando estés aquí. - Me interrumpió. - Hian se alegrará de tenerte de vuelta.
- Pero... - Pronuncié colocando mi mano en mi panza, me encontraba ya de ocho meses.
- ¿No irás a decirme que no volverás?. - Me preguntó con un tono serio. - Que estés con un hombre no implica que tengas que dejar tu trabajo
- Solo quiero cuidar de mi bebé. - Respondí a mi defensa.
- Eso también lo puedes hacer aquí. - Me regañó. - No quiero escuchar que dejarás de estar al cuidado de mi Hian. - Hablaba como si Hian fuera un niño. Él estaba casado con la actriz Alejandra Alegó.
- Tengo que pensarlo.
- No tienes nada que pensar. - Replicó con desdén. - Calvin no te puede sacar de esta familia.
- Señora...
- Nos vemos pronto. - Me dijo no dejando que terminara la frase. Me colgó y miré la pantalla de mi móvil. Me costaría convencer a la señora Fernanda.
- ¿Esa cara me indica que no has podido convencer a la señora Fernanda?. - Escuché a mi tía Manoli que se acercó hasta el sofá donde me encontraba sentada.
- No e podido. - Dije dando un suspiro. - Y ni siquiera puedo ponerme en contacto con Calvin.
- Estará ocupado.
- Se encuentra promocionando el drama que hizo con la actriz Nadia. - Respondí agarrando el teléfono con ambas manos. - Esta noche será la emisión del drama.
- Y por lo que veo estás molesta. - Colocó mi tía las cartas sobre la mesa.
- Un poco. - Admití. - No puede pretender que me marche con él hasta la capital, sin ni siquiera me puede contestar el teléfono.
- Daniela. - Me habló mi tía que se sentó a mi lado. - No puedes coger esa actitud.
- Si puedo. - Declaré. - Me pide pero él nunca da nada por mí. - Gruñí molesta apretando el teléfono móvil. - Siempre hace lo mismo.
- Cariño. - Me agarró las manos. - Cálmate, ya verás como te llama.
- Me llamará cuando ya no lo necesite. - Me levanté diciendo. - Me acostaré un rato. - Dije y mi tía se levantó diciéndome.
- Piensa las cosas, ahora estás en caliente. - Me aconsejó dándome luego un beso en la cara. - Descansa y nos vemos mañana.
- Si. - Susurré y caminé marchándome.
Cerré la puerta de mi dormitorio y mis ojos se fueron para la cuna, se encontraba preparada para la llegada del bebé. Coloqué mi mano en mi panza y lo sentí dar una patada.
- Liam. - Dije acercándome hasta la cama y dejando en la mesilla de noche el teléfono móvil. Me senté encendiendo la televisión y nada más hacerlo estaban dando el anuncio del drama, el pianista y la ciega. Agarré el peluche del conejo rosa y lo apreté entre mis manos, si, estaba celosa. Lo único que escuchaba de Calvin era la magnífica actriz que era Nadia, lo bien que lo pasaba con ella mientras viajaban por promoción del drama de los cojones. No me olvidaba que a ella también se le daba bien cocinar. Mi hermana Carla la admiraba... Agarré el mando y apagué la televisión.
- Hermana. - Escuché a mi hermano Glenn que irrumpió en mi dormitorio. - ¿Te ibas a dormí ya?. - Me preguntó acercándose a mí.
- Si. Pero si querías algo, ¿dime?. - Le pregunté con una sonrisa. Él se sentó a mi lado.
- ¿Te vas a ir con Hian de nuevo?. - Me preguntó dejándome claro que escuchó mi conversación con la señora Fernanda.
- Aún no lo se. - Le hice saber. - Pero es mi trabajo.
- Hazlo entonces. - Me habló como un adulto. - Eres la persona que sustenta a la familia, la cabeza y me parece bien lo que hagas. Yo no te voy a juzgar.
- ¿Y a todo esto que quieres?. - Le pregunté mirándolo y acariciando su melena, le estába creciendo demasiado el cabello.
- Todos están poniendo a Calvin con Nadia. - Masculló molesto. Sonreí.
- ¿Todos?. - Le pregunté y Glenn me enseñó su teléfono móvil.
- En las redes sociales, dicen que están saliendo juntos. - Decía serio. - ¿Acaso él dejaría su trabajo por tí?. - Me preguntó mi hermano pequeño y agarré su teléfono. Observé como una noticia de una revista de famosos colgó en su página web la noticia que el actor Calvin Áñez se encontraba en un recién noviazgo.
- Estos son rumores. - Le dije calmando a Glenn. Admito que me dolió ver esa noticia, aunque fuera falsa . - No podemos creer lo que dicen.
- Si te quedas siempre estarás pensando si son verdad o no, no quiero que llores. - Me comentó y sonreí. - Te tienes que valer por ti misma.
- Glenn... - Pasé mi brazo alrededor de su espalda. - Me asusta tu capacidad de analizar las cosas.
- No soy un niño. - Se señaló. - Cumplí los once años. - Me decía como si los once fueran los veintitantos años.
- Vale, hombre. - Le dije dándole un beso en la frente. Glenn sonrió. - Lo pensaré.
- No pienses y actúa. - Me pidió diciéndome luego. - Tú vales mucho y Carla no. - Sonreí, no se porqué la nombró pero se notaba que la echaba de menos. Yo también... Después del programa entró en un grupo de chicas, donde bailan, cantan y actúan en dramas.
- Deberías de hablar con ella. - Le aconsejé mirando a Glenn. Este gruñó levantándose.
- Es una pérdida de tiempo. - Me expuso cruzándose de brazos. - La abuela lo a intentado pero ella no responde. Me da pena la abuela. - Después me pidió. - Hablas por favor con la abuela, que no gaste su tiempo en una mal agradecida. - Glenn cada día me sorprendía más, estaba creciendo demasiado rápido.