Cargaba con Liam que no dejaba de llorar, Calvin me miraba desde la puerta de su dormitorio con cara de preocupación.
- Ya... - Le susurré a mi niña.
- ¿No sería mejor llevarla al hospital?. - Preguntó Alejandra que se paró al lado de Calvin.
- ¿Y decirle que?. Que mi hija está irritable porque le está saliendo un diente. - Respondí intentando que Liam se calmara. - Ya, ya... - Le susurraba tumbándola en mis brazos.
- ¿Aún quieres un bebé?. - Preguntó Hian a su esposa. Observé a Alejandra que se giró mirando a Hian.
- ¿Te ayudo?. - Se acercó Calvin preguntándome.
- Yo me puedo ocupar. - Contesté y lo ví que asintió mordiéndose el labio inferior. - ¿Me quieres ayudar?. - Le pregunté no queriendo que estuviera mál. Calvin asintió. - Cógela un rato. - Le pedí dedicándole una sonrisa.
- Si, claro. - Me dijo cargando con Liam en sus brazos, la pequeña se aferró al jersey de su papá.
- Nosotros nos vamos. - Nos habló Alejandra que intentaba tirar de la mano de Hian y me acerqué hasta ellos. - Después nos llamas para decirnos como se encuentra la princesa.
- Lo haré. - Les contesté y miré a Hian con su rostro serio.
- ¿Te vas a quedar?. - Me habló molesto.
- Es mi hija. - Le comuniqué y Hian gruñó molesto.
- Y él su padre. - Luego negó diciéndome. - Caerás de nuevo.
- Hian, no es asunto nuestro. - Le regañó Alejandra que mirándome luego me dijo. - Lo siento mucho.
- No te preocupes. - Lo disculpé. - Conozco a Hian y solo lo dice preocupado por mi. - Seguí disculpando a Hian ante su esposa. Caminamos para la puerta con Alejandra agarrada a la mano de él.
- Tienes suerte de que no se enfade. - Le habló Alejandra. Sonreí mirándolos, como Hian gruñó y ella lo agarró de la barbilla.
- Te espero temprano. - Me indicó luego Hian. - Quiero hacer esa sesión de fotos lo antes posible.
- Que sí. - Contesté y observé a Alejandra llevárselo para la puerta. Miré entonces para el dormitorio de Calvin.
- Para ti. - Me dijo Calvin dejando sobre la mesita una taza de leche. Lo miré asintiéndole.
- Gracias... - Dejé mi teléfono móvil sobre la mesita. - ¿Cansado?. - Le pregunté luego y él sonrió diciéndome.
- Es una niña con carácter.
- Solo le duele las encías. - Le aclaré agarrando la taza de sobre la mesa. - Te aseguro que dormirá lo que queda de noche.
-¿Alguna oportunidad de arreglar nuestra situación?. - Me preguntó mirándome.
- Calvin... - Dije observando su rostro, deseoso de que dijera que si. Calvin me agarró la taza de las manos y dejándola sobre la mesita, sus manos agarraron las mías.
- ¿Que puedo hacer?. - Me preguntó de nuevo, acercando nuestras manos a su rostro. El problema no era él, era yo.
- Sería mejor que me fuera y te dejara descansar. - Salté diciéndole pero Calvin no soltó mis manos. - Calvin...
- Estoy cansado de que siempre pongas una cosa o otra entre nosotros. - Rabió diciéndome Calvin que se acercó más a mí, soltando mís manos. - Quieres que deje mi carrera, lo haré. - Me manifestó teniéndolo tan cerca de mi.
- Quiero que estés bien, y así no lo estarías. - Respondí queriendo levantarme para alejarme de él, pero Calvin me agarró de la muñeca haciendo que no me moviera.
- ¿Y entonces?.
- Entonces nada. - Le gruñí queriendo que su mano me soltara. - Es lo mejor.
- Solo dices eso, que es lo mejor. Pero la cosa es que no es así. - Reconoció Calvin que soltó mi muñeca diciéndome. - Vete si quieres.
- Eres un estúpido. - Le dije agarrándolo de la barbilla y se sorprendió cuando mis labios rodearon los suyos.
- Daniela... - Dijo mi nombre y me subí sobre su regazo, sintiendo sus manos en mis muslos. - ¿Que significa esto?. - Me preguntó mirándonos los dos.
- No lo sé. - Confesé dándole un beso en los labios. No sabía que estaba liando, solo se que deseaba tenerlo. No quería soltarlo... - Solo déjate llevar. - Pronuncié arretirándo unos cabellos de su rostro.
- No solo quiero dejarme llevar. - Me habló Calvin. Intentaba no prestarme demasiada atención y acerqué mis labios a los suyos. - Daniela.
- Calla y actúa. - Le pedí dándole un beso en la boca. Calvin me agarró fuerte de las caderas apretándome contra él y nos besamos, mientras nuestras manos desnudaron nuestros cuerpos. Calvin me tumbó en el sofá y su boca recorrió mi cuello, sacándome unos placenteros gemidos... Sintiendo su masculinidad entrar en mi intimidad.
Sonreí mirando a Calvin durmiendo a mi lado en el sofá, toqué su nariz y mi dedo se deslizó hasta su boca. Su mano atrapó la mía.
- Pensé que dormías. - Le hablé apoyándome en su pecho.
- Y dejar que te marches como si fueras una ladróna. - Me contestó poniéndome contra el sofá y él sobre mi.
- No me iba a ir sin decirte nada. - Respondí molesta observando el brillo de los ojos de Calvin. El puso una mueca en sus labios.
- No te creo. - Refunfuñó y sus labios besaron mi mentón. - Tenemos que hablar. - Me pidió luego.
- Hablaremos, pero después de la sesión de fotos. - Le expuse. Calvin bajó con sus labios hasta mi cuello. - ¿Me estás escuchando?.
- Te escucho. - Me contestó Calvin entre beso y beso, recorriendo mi cuello y gemí tragando saliva. Calvin me empezó a dar pequeños mordiscos y su mano bajó hasta mi intimidad.
- Calvin... - Jadeé arqueando mi cuerpo con sus caricias.