Miraba los trajes puestos en un perchero, cada traje con una etiqueta con el número del orden en el que Hian debería ponérselo para la sesión de fotos.
- Tienes que ponerte este traje. - Le indiqué dejándolo sobre una tumbona de su camerino. Mía lo estaba maquillando para la sesión.
- ¿No tenías que ir a ver a la mimada?. - Me preguntó Hian que observaba su reflejo en el espejo.
- Si, pero antes me tengo que asegurar que todo esté en órden. - Contesté y Mía sonrió.
- Yo me puedo ocupar. - Me habló Mía que seguía maquillando a Hian, este la miró diciéndome a mi.
- Ya has escuchado. Ve a ver que mierda le a pasado a Carla para desaparecer. - Me manifestó.
- ¿A ti tampoco te a hablado?. - Le pregunté agarrando mi bolso de mano. Eso si que era extraño, si Carla adoraba a Hian. En cambio Calvin si había tenido noticias de ella.
- Mi madre me contó que la abuela estaba preocupada.
- Que bueno eres con ella. - Me burlé de él. Hian apartó a Mía y me dedicó una mirada con desdén.
- La abuela se ocupaba de mi cuando mi madre me abandonaba en vuestra casa. - Ladró mirando después a Mía que esperaba para seguir con su trabajo. - Que se largue. - Le mandó a Mía y ella me miró.
- Daniela...
- Ya me voy. - Le dije observando como Hian le indicó a Mía para que siguiera con su trabajo. Ella sonrió acercándose a Hian y caminé para la puerta, escuché a Hian decirme.
- Traenos un café.
- El mío con chocolate. - Pidió Mía y Hian le sonrió.
- Ya has escuchado. - Habló Hian que después agarró su teléfono móvil.
- Queda claro. - Contesté abriendo la puerta encontrándome fuera a los guardaespaldas. Cerré una vez que crucé la puerta y Martín me sonrió. - ¿Queréis que os traiga unos cafés?. - Les pregunté y los guardaespaldas se me quedaron mirando.
- No hace falta, Daniela. - Me habló Samuel y sonreí.
- No es molestia. - Recité mirándolos y Martín asintió.
- Gracias. - Expuso luego agradecido. Caminé por el pasillo mirando dentro de mi bolso de mano y sacando mi móvil, ví que tenía un mensaje de Carla.
{ Te estoy esperando en el café frente al estudio }.
{ Ya voy para ya, tardo unos minutos }. Le escribí mandándole el mensaje. Cuando escuché frente a mi.
- Daniela. - Me detuve mirando a Alejó que traía en sus manos unos cafés.
- ¿Tú también llevando café a tu estrella?. - Le pregunté y se rió asintiendo.
- Es para su equipo. - Luego me preguntó. - ¿Y tú?.
- Hian me a pedido un café, pero solo a sido al enterarse que iba a ir para encontrarme con mi hermana.
- Carla está cada día más hermosa. - Me soltó que dándome pillada. - Calvin cena muchas noches con ella. - Contó luego Alejó. Me guardé mi teléfono móvil en mi bolso de mano.
- Calvin y usted saben más de ella que nosotros que somos su familia. - Hablé sorprendida.
- Lo siento, ¿le a molestado?. - Preguntó Alejó preocupado.
- No es eso...
- Calvin quería tenerla protegida, ya conoces este mundo. - Me interrumpió Alejó. - Y sabía que tú estarías preocupada por ella.
- No era necesario que lo hiciera. - Comenté agarrando el bolso con ambas manos.
- Calvin la ama. - Me indicó Alejó. Sonreí cortada pensando en Calvin. - No dudes de sus sentimientos por tí.
- Es un cachorro tan dulce. - Dije mordiéndome el labio inferior y Alejó sonrió avergonzado por mis palabras.
- ¡Carla!. - La llamé acercándome hasta la mesa donde me esperaba. La muy tonta se levantó y pensé en las palabras de Alejó, estaba hermosa. Tenía toda la razón. Carla se levantó.
- Hermana. - Me dijo Carla que luego se me acercó dándome un abrazo. - Te e echado de menos.
- Yo no soy la desaparecida. - Le respondí agarrándola de los brazos. Carla se alejó mirándome con una mueca.
- Tenía mis motivos. - Me habló queriendo que me sentara a su lado.
- Tus motivos, ¿que motivos pueden ser los que te han tenido lejos de tu familia?. - Pregunté molesta y me pregunté si Calvin lo sabría.
- Daniela, hija. - Escuché y al mirar ví a una hermosa mujer.
- Lo siento. - Dije sin comprender.
- Te dije que quería hablar antes con mi hermana. - Habló Carla molesta al tiempo que se levantó.
- Carla. - Le hablé agarrándola del brazo. Ella me miró con el rostro serio.
- Vámonos. - Me pidió Carla agarrándome entonces ella de las manos. No comprendía lo que estába pasando. Pero observando el rostro de mi hermana me levanté.
- Lamento profundamente lo que pasó la otra vez. - Se dirigió la mujer elegante a mi. Me quedé mirándola, su rostro me era familiar.
- ¿Mamá?. - Pregunté y ella me asintió.
- Si, soy yo, mi Daniela. - Me habló acercándose a mi. Carla se interpuso entre nosotras.
- ¿Pero que quieres?. - Le gruñó Carla molesta. - Déjanos en paz.
- Solo quiero recuperar a mis hijos. - Nos habló con lágrimas. - Sois mayores y mi hermano ya no podrá seguir ocultando que sigo viva.
- Nos abandonastes a los tres. - Hablé entonces y Carla me miró. - Glenn era un bebé.
- Tenía mis motivos. - Resultó que pronunció las mismas palabras que Carla.
- ¿Di que motivos te obligó a dejarnos tirados?. - Le ladró Carla que quería ir para ella, pero la frené teniendo su mirada sobre mi. - Papá murió y ella se fue con su amante. - Me dijo Carla y quiso llorar.