Capítulo 4

4.

Ryan

Me desperté de una manera extraña, estaba sonriente y muy feliz, este sentimiento nunca había existido en mí, pero me levante con deseos de ir a la universidad, necesitaba volver a ver la dulce Danielle, no sé porque pero con solo verla me traía paz.

- ¿Por qué causas esto en mí, si solo te he visto 2 veces?- susurré.

Según el pronóstico del clima decía que llovería, así que no me quise arriesgar y metí en mi maleta un paraguas, además la ropa del gimnasio y mis crocs favoritos. Me bañé, desayune y salí a esperar el bus, nuevamente mi padre me había rechazado por asuntos de trabajo y no podría llevarme.

Me senté cerca de la puerta de salida en el autobús. Cuando veo que el cielo se empieza a caer y las calles se empiezan a llenar, una lluvia torrencial azotaba la ciudad.

–  Gracias Pronostico del clima, lo hiciste de nuevo-.

Estaba escuchando música en mis Airpods, cuando veo que sube al bus una jovencita, empapada, despeinada y con el maquillaje chorreado.

– Es Danielle, está demasiado mojada, creo que no se dio cuenta de los pronósticos del clima de hoy–.

Quise levantarme de mi asiento y preguntarle que necesitaba, poder decirle que no se preocupe, que yo la ayudaría en lo que necesite. Pero una vez más tuve miedo a que me rechace, a ser ignorado y tal vez juzgado. ¿Qué podría pensar de mí?, yo tan común, ella tan fantástica, yo tan tímido y ella tan amigable, somos polos opuestos, nunca se fijaría en mí.

La vi en todo el trayecto hasta llegar al campus, cuando estábamos a punto de bajarnos, volteé la mirada y salí de último, no quise que me mirara.

La vi correr rápidamente al baño de chicas y se cubría la cara, tal vez pensó que estaba fea, toda mojada, pero lo que ella no sabe es que aún toda empapada se veía muy hermosa.

Pasé por el baño de mujeres y la escuche muy triste, porque no quería pasar vergüenza en clases ya que estaba toda mojada y desarreglada. Recordé que tenía la ropa del gimnasio y mis Cros guardados en la maleta, no quería que ese hermoso rostro se entristezca, así que entre sigilosamente al baño de chicas, y mientras la escuchaba hablar con ella misma, deje en el tocador la vestimenta, mis crocs y mi paraguas, junto con una nota, que decía

– “Una niña tan linda como tú no puede estar por las calles mojadita, podrías enfermar, toma esto con mucho cariño”-.

La marque con la letra R, y me fui rápidamente, una gran sonrisa y un nuevo sentimiento invadía todo mi cuerpo, yo jamás hubiera hecho tal cosa por nadie, creo que me estoy enamorando.

Después de unos cuantos minutos entró al aula.

-¡Dios, que sexie se ve con mi ropa!–. Pensé.

- Disimula Ryan, nadie debe saber que te mueres por ella– Me dije.

Nuevamente la regañaron por llegar tarde, si me sentí un poco mal pero lo importante es que pudo cambiarse y ahora no pescará un resfriado.

La ingeniera formó grupos para realizar un proyecto de clases, en ese momento mi corazón latía fuertemente, rogaba que me toque Danielle, quería poder hablar con ella, conocerla y que me conozca. Pero no fue así, la juntaron con Sofía una chica extranjera que por problemas en su país emigro al nuestro para vivir junto a sus padres una vida mejor.

Las clases finalizaron, y a lo lejos vi que Danielle se iba con Sofía, quien sabe y a casa, espero que sí, las calles están muy peligrosas y peor aún a estas horas de la noche.

Me dirigí a casa y en el camino me encontré a un buen amigo de la infancia, su nombre era Steven, en el colegió era un chico super aplicado, estudiamos juntos hasta el penúltimo año por que tuvo que cambiarse a otra localidad de la ciudad y donde estudiábamos le quedaba muy lejos, habíamos perdido contacto, pero me alegró mucho volverlo a ver.

- Ñaño como te va, a los años que te veo.

-Que privilegió me da la vida, verte nuevamente Ryan, ¿qué hay de tu vida?, ¿qué has hecho?, ¿cómo has estado?, ¿sigues estudiando?

Steven era una persona muy labiosa, todas las chicas del colegio caían rendidas a sus pies, solo por esa forma de hablarles, y no se esperaba más, fue escogido tres años consecutivos como rey del baile, en cambio yo era lo contrario, era muy tímido, aún lo soy en realidad. Pero siempre me he caracterizado por hablarle lindo solo a la persona que me guste de verdad.

-¿Cuando hacemos una reunión masiva de los panas del colegio? Dijo Steven.

-Me parece chévere la idea, apoyo la moción, sería un proyecto X sano-, Reímos.

-No has cambiado en nada, y ¿qué paso?, ya tienes a alguien por ahí que te guste,

-La verdad que este año conocí a una chica que me embobó apenas la vi.

-Excelente, me alegro por ti Bro. Espero conocerla algún día.

-Espero poder conocerla también.

-¿Qué?, me dijo sorprendido y con tono burlón.

- “¡Aún no has hablado con ella!”, no es posible Ryan, definitivamente no has cambiado, sigues siendo tímido, ¡Vamos despierta!, si de verdad te gusta, ármate de valor y háblale, ¿que podría pasar?, a más del rechazo no pasas- Se ríe en tono de burla.