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Dos horas de sueño eran suficientes para no perder la cordura durante todo el día.
Esperé a Tucker en su casillero con el pendiente de no cruzarme con Sam ya que suele tomar está ruta de regreso camino a la clase de natación. ¿Quién toma una clase a esta hora de la mañana?
7:19 y Tucker aún no aparece pero no esperaba ver al señor Lancer junto con la maestra de natación; mucho menos verlos acercarse a mi con una extraña combinación de asombro y coraje.
—Señor Phantom, quería hablar con usted.— Me dijo Lancer.
—Primero que todo, PHANTOM POR QUÉ NO VINO A ANIMAR AL EQUIPO, LA ESCUELA PERDIÓ POR MUCHO.— Interrumpiendo el interrogatorio, la maestra de Gimnasia de verdad estaba enfadada conmigo.
—Lo siento mucho pero no creo que el que yo no haya venido no hubiera cambiado nada, además Tucker seguramente me remplazo, bueno eso creo.—
Aún no había señales de Tucker, y con la situación encima de mí no creo que pueda mantener mi atención por mucho tiempo. ¿Sabrán algo que yo no? O ¿Tucker hizo algo?
—De eso quería hablar con usted señor Phantom, su compañero, el señor Foley, dejó tirada la botarga del equipo de la escuela en medio del campo y desapareció el resto de la noche. Sus cosas aún están aquí y su casillero está abierto.—
Ahora tenía más dudas sobre lo que pasó, si Tucker comenzó con síntomas fantasmaticos, tal vez haya huido por el pánico.
En ese momento, algunos compañeros del equipo llegaron muy asustados a nuestra conversación.
—Por la música de los 90', que sucede aquí chicos?— Gritó Lancer con asombro por el escándalo.
—¡Señor Lancer, hace rato encontramos a Dash inconsciente dentro de su casillero!— Dijo Kwan y los amigos de Dash estaban muy desesperados.
Quizás para la escuela, el capitán del equipo era más importante ya que el Señor Lancer y la maestra de Gimnasia perdieron total interés en Tucker.
Sólo espero que no haya tenido nada que ver aún que mi instinto dice lo contrario.
Lancer y los demás regresaron a los vestidores de la escuela para ver lo que había sucedido. La situación habia alarmado a todo el mundo, incluso los padres de Dash habían ido a la escuela, pero nadie sabía que fue lo que ocurrió después del partido.
La primera hora de clases comenzó pero, ninguno de los maestros estaba en sus respectivas clases y mientras algunos hacían que los pasillos fueran ruidosos otros se preocupaban, bueno, los más cercanos a Dash.
Sam entró 15 minutos tarde al salón, ya que los padres de Dash y el señor Lancer le hicieron algunas preguntas a Sam.
Y lo que Sam me dijo fue que después de ver a Tucker animar al equipo la noche anterior, no volvió a verlo ya que estuvo esperándolo afuera de la escuela por media hora. Hasta ahora es la misma versión que tienen los profesores.
—Fue muy extraño que me hayan preguntado por Tucker, ¿Danny sabes dónde está?—
—Quisiera saberlo pero ni siquiera vine ayer y eso ya es demasiado para tenerme entre la espada y la pared.—
No quería decirle a Sam sobre Tucker, y lo mismo que saben todos es lo que yo sé, a excepción de que quizás tenga superpoderes fantasmales... Cómo yo.
El resto de la primera hora no tuvimos clases y todo pintaba para que las próximas dos horas estuvieran igual, quizás el resto del día.
Más pronto que tarde Tucker entró al salón, y quizás media clase se le fue encima ya que algunos rumores decían que fue Tucker quien golpeó a Dash pero Sam salió en su defensa a decirles a todos que eso era imposible.
—Usen la cabeza, si Dash hubiera peleado con Tucker, el que hubiera terminado en el casillero sería él.—
Eso calmó los humos pero Estrella dijo que aún así, es culpable de dejar la botarga del equipo a la mitad del campo.
—Y también es culpa de Phantom por no venir ayer.— Replicó estrella.
Tucker y yo solemos ser muy unidos y compartir casi todo, incluso los problemas con toda la escuela.
Las malas noticias no dejaron de correr durante todo el día; a la hora del almuerzo, la escuela dió un aviso muy "importante" para la escuela, a mí me daba lo mismo:
"De no llegar al fondo de esto la escuela cancelaría el próximo baile y hasta nuevo aviso; de ser posible la mayoría de los alumnos deberá ser llevado a casa por sus padres."
Sé que lo que pasó es preocupante pero no le doy crédito a Dash y quizás el coraje de Tucker te dará la razón.
Esa noche nos reunimos en la hamburguesa apestosa, ya que Tucker aún no estaba libre de completa sospecha. Hasta ahora los rumores decían que no fue uno si no varios, otros pensarían que fueron chicos de la otra escuela que se quedaron después del partido, ya saben, riñas escolares.
Todo esto era para planear una cuartada para Tucker.
—Siento haber dicho que no saliste de la escuela. De haber sabido hubiera inventado algo mejor.— Rogó Sam por una disculpa de Tucker.
—Supongo que no está mal del todo, digo, puede que hubieras metido la pata.— Le respondí y Tucker llegó a la misma conclusión.
Casi hora de cerrar en la Hamburguesa apestosa, mis papas se habían enfriado, una hamburguesa a medio acabar y con una soda con más sabor a hielo que nada. Tucker por fin había roto en silencio.
—¿Saben qué?, ¡estoy cansado de todo esto!— Exclamó, y tengo la certeza de que no dirá nada sobre su "supuesto secreto"
—Estoy cansado de que toda la escuela haga un drama por todo esto.—
—Dash está incapacitado, no los molestará por dos semanas.— Interrumpió Sam.
Por más que buscaba oportunidad no lograba hacer que Tucker me hablara más sobre sus superpoderes, era obvio para estás alturas, apenas mostré indicios cuando Tucker ya había experimentado con ellos; aunque cada vez sospecho más que fue él quién atacó a Dash.
Lo único que le dije a Sam es que no era eso a lo que Tucker se refería, a lo que esté prosiguió.