Ember

El rayo de luz pasó entre las cortinas a las 7:00 de la mañana, me sentí aliviado de que la noche anterior había terminado y que el primer fin de semana de mi cumpleaños iba a ser el mejor de todos.

Desde mi cuarto podía oler el aroma de los hotcakes; cuando bajé, mi madre revisa el refrigerador mientras Jazz bebe una taza de café sin azúcar.
—Feliz cumpleaños Danny— me dijo Jazz antes de dar un sorbo a su taza y se estiró para darme un abrazo cuando me acerqué a la mesa.

En ese momento mi padre llegó a la cocina con otro artefacto muy extraño en las manos.

—Oh, Danny, el chico del cumpleaños, toma, lo hice para tí.— Me dijo mi padre extendiendo me una pulsera metálica con destellos verdes.

—Es el brazalete Phantom, te ayudará a protegerte de los fantasmas y te indicará cuando haya uno cerca.—

Pero cuando lo puse en mi muñeca, esta me electrocutó, como si fuera el enemigo. Y con cierta extrañeza mi padre me lo quitó pensando que aún tenía fallas.

—Será mejor que tomes el autobús o llegarás tarde, bueno, voy a corregir los errores del brazalete Phantom en el laboratorio Phantom... Buen día hijo.—

Si aún tenía algo de sueño, estoy seguro de que se acaba de ir; Sólo tuve tiempo de echar cinco hotcakes a mi mochila y esperar a que Jazz termine su bitácora de la mañana para ir al autobús.

Hablando de este, durante el camino cada dos comerciales era sobre el concierto de Ember.

—Danny si no tienes planes, podríamos ir juntos con Tucker y Sam; mamá me dió dinero para comprar los boletos.—

Al menos ya tengo planes para esta noche, o si no Sam nos hubiera llevado a un invernadero.

Las primeras horas de clase transcurrieron como si nada, el problema de Dash pasó a segundo plano y las clausulas de los profesores se levantaron en señal de que hasta ellos olvidan rápido.

—Para el Lunes, necesito un reporte sobre el aniversario de la caída del meteorito de Alabama del sur hace 27 años.— Dice el señor Lancer antes de terminar con su clase.

Aún no se me olvida el echo de que tengo que hablar con Tucker sobre sus superpoderes, apenas he tenido tiempo de asimilar que tengo que concentrarme para no volver mi cuerpo invisible o intangible... Hasta hoy en la mañana la comida volvió a tener sabor y la sed por fin se detuvo.

La clase del señor Lancer terminó, y sin pensarlo agarre mis cosas para salir a buscar a Tucker, antes de que comenzara la segunda hora pero Paulina me detuvo antes de salir del salón.

—Danny, espera, olvidaste tu cartera en la silla.—

De todas las interrupciones que pude evadir, ¿hay alguna más inoportuna que la de Paulina?

Recibí mi cartera esperando que se diera media vuelta o pasara de largo pero me dijo que Dash, no iría a la escuela por un par de semanas y que el concierto de Ember es para esta noche.

—Irá todo el equipo, pero sobra una entrada por Dash, y bueno aún que la escuela entera esté enojada contigo, sigues siendo del equipo.— Me dijo Paulina y por su puesto que acepté, sin pensarlo.

—Tambien vendrán Tucker y Sam, ah y mi hermana, Jazz—

No habría ningún problema si voy con mis amigos.

En las próximas horas de clase no pude hablar con Tucker pero en el almuerzo tuve la fortuna de encontrarlo sólo.

—Tucker, necesito hablar contigo.— Le dije sin rodeos, y nunca había sentido un muro por hablar con él, no por el hecho de sus superpoderes, si no por el temor de acusarlo de algo...,

—Feliz cumpleaños Danny, escuché que Paulina te invitó al concierto de Ember. Es tu oportunidad de salir con ella.—

—¿De veras lo crees?... ¿Que estoy diciendo?— Por un segundo y vuelvo a evadir el tema. —Tucker, después del accidente en el laboratorio, pensé que estabas y loco pero también obtuve súper poderes.—

Dejando su comida de lado, Tucker sonrió y me dijo que era fascinante pero que seguía molesto porque Sam y yo no le creímos.

—Debí tomarlo con más seriedad, pero, ¿Que has logrado hacer?.— Le pregunté, hasta ahora apenas lo pude asimilar, pero no sé cuál sea la capacidad de Tucker hasta el momento.

—Solo he podido volverme invisible, pero Sam sabe de esto, ¿por qué que no me dijeron antes?—

Me quedé congelado, sin saber que decirle ya que hasta el momento no me pasó por la cabeza pensar que Sam también tuviera súper poderes.

Hablaré con Sam después del concierto, está noche solo quisiera distraerme aún que no hubiera echo planes, es mejor que no tener ninguno.

Pase el resto de la tarde celebrando en casa junto a mis padres, Jazz y mis amigos.

Tucker revisaba cada vez más su computadora de bolsillo pero es extraño que cada vez sea más extrovertido, incluso le dejó de importar que le dijeran Nerd o Mala suerte Tuck, y sí para él sus superpoderes fueron un cambio radical en su vida, ¿Por qué sólo yo pienso en las consecuencias?

Dieron las 7:30 de la noche, el concierto empezaba en dos horas y aún seguíamos en casa comiendo pastel hasta que Sam dijo que llegaríamos tarde.

Yo vería a Paulina y a los demás a las 8:00, ya estaba retrasado pero mi padre dijo que nos llevaría en la camioneta Phantom ya que pronto lloverá y la ciudad será un completo caos. Mientras tanto, Jazz Tucker y
Sam hablaban en la parte atrás, yo iba al frente con mi papá.

—Escucha Danny, llega un momento en el que comienzas a convertirte en hombre y debo decir que estoy orgulloso.—

—¿No tendremos esa conversación o si?—Le dije mientras me escudaba del cinturón de seguridad con la excusa de abrochar lo.

Mi padre miró el retrovisor para ver que nadie le prestara atención.

—Gracias al cielo, no quería hacerlo. No creerás lo incómodo que sería para mí también, sólo procura pasarla bien con tu novia y cuidar a tu hermana.—