Algún día, decidí escapar, lo decidí mientras iba en la parte trasera del auto, era época de viento, así que me preguntaba que sería ir junto al viento; Estaba escuchando música, era mi banda favorita de rock, así que a la tarde siguiente, decidí irme, no tome nada, más que los regalos que me importaban, y eso era decir muy poco. Honestamente nunca me dio miedo que pudieran asesinarme, realmente salía con la intención de eso. Comencé a caminar sin rumbo, después de una hora, encontré una hectárea de pastizal, se veían completamente amarillos con la luz del atardecer, me detuve, me quedé congelada ante tanta belleza, mi cabello suelto se agitaba entre el aire, y escuchaba el sonido que emitía el pasto con otro, como una sonaja perfecta, y simplemente me senté a admirar tal belleza, pronto cayó la noche, las estrellas se veían increíbles, y escuchaba a los grillos, de ves en cuando un airesillo golpeaba mi cara, maldición, me sentía tan feliz, me levanté y comenzé a correr junto al viento, mientras mi risa inundaba aquel lugar, y se escuchaba un eco en mi mente, levante la mirada al cielo y las estrellas bailaban, yo seguía corriendo cada vez más y más rápido
- Las estrellas estaban enamoradas. Me dije mientras reía: Su danza era preciosa, y por un momento imaginé cómo sería bailar así con alguien, sonreí y me tiré al piso, aún veía como bailaban, y sentí un cosquilleo en mi estómago, me sentía libre y feliz, hacía mucho tiempo desde que no me sentía así. Me quedé dormida, y al día siguiente, desperté y ví mi cuerpo justo donde dormí, creo que morí mientras dormía, pero me siento muy feliz, porque podré volverme una estrella y podré danzar, mi risa sera quien invada el cielo por las noches. Y hoy, por fin... ¡Soy libre!