Los rumores de que Marlon Auderic, de la casa Morell se había hecho con la virtud de Brielle Bronté, de la casa Lormon, se esparcieron como pólvora por todo el continente de Velour, dejando sorprendidos a más de uno, puesto que dos días después de la celebración del tratado de paz, fue anunciado el compromiso del joven Emris Paris y la joven Bronté. Todos los integrantes de la casa Lormon fueron convocados en la sala del trono, por órdenes del Lord regente de Iorwerth. Lucelia Bronté, antigua Lady regente de la montaña Iorwerth, le puso un alto a las discusiones sin sentido que los integrantes de la casa Lormon tenían. Ninguno estaba dispuesto a que su sangre se mezclara nuevamente con la casa Morell.
– Marlon Morell debe hacerse responsable de sus actos. – Todos los presentes en la sala guardaron silencio ante las palabras de la mujer, cuya edad ya estaba algo avanzada para resolver problemas cuyas soluciones eran obvias. – Le escribiré una carta al Lord Luell Auderic. La casa Morell tiene tradiciones en las que nosotros no podemos intervenir, y esta es una de ellas.
Ninguno de los presentes se quejó o si quiera fue capaz de contradecir las palabras de Lucelia, no por nada es la mujer más respetada no solo por Iorwerth, si no, que también por las demás casas y demás familias de alta alcurnia.
Lucelia se había ganado el respeto del continente Velour por sus acciones. Desde joven fue buena manejando el arco y la espada, es una de las mejores estrategas, peleó grandes batallas con grandes guerreros de otros continentes y demás casas de Velour, dirigió al ejército más grande y fuerte del mundo. Peleó en la batalla de la arena junto a la casa Wigan, peleó codo a codo con la casa Morell en la batalla del risco, peleó junto a la casa Helder en la batalla del valle de dioses, y mientras qué su esposo, el antiguo Lord regente de Iorwerth daba su último suspiro. Lucelia, estando en estado de gestación tuvo que liderar al ejército de la casa Lormon en la batalla del pico nevado.
Horas más tarde, Lucelia. Redactó una carta para la casa Morell, en donde le pedía al Lord Luell su presencia y la de su casa en la montaña Iorwerth, para llegar a un acuerdo sobre la situación en la que su hijo y su bisnieta estaban envueltos.
Dos días después de recibir la carta de Lucelia. La casa Morell llegó con sus banderas y soldados a la puerta de la casa Lormon, los integrantes de ambas casas se reunieron en la sala del trono con el lord de la casa Wigan y el lord de la casa Helder como testigos.
– Según las tradiciones de la montaña Kalon, cuando alguien perteneciente a la casa Morell toma la virtud de una Lady, esta pasa hacer de su propiedad. – el lord Luell fue el primero en hablar. Puesto que el más que nadie, se sentía feliz de quitarle algo preciado a Deimos Bronté.
– Y nadie ha dicho lo contrario mi lord. Hace algunos años atrás nuestra sangre fue una sola. La casa Lormon y la casa Morell se volvieron familia. Luchamos codo a codo cada batalla y nunca nos dimos la espalda. Ahora esos lazos se han perdido con el pasar del tiempo. – Lucelia hizo una pausa y miró a todos los presentes. – Mi Lord, de manera correcta le propongo una alianza. Unamos nuestras casas como lo estuvieron algunos años atrás. – fuertes jadeos de sorpresa resonaron por todo el lugar. Deimos, renuente aceptar la unión de ambas casas, no tuvo más opción que guardar silencio ante la amenazadora mirada de Lucelia. – Le entrego en santo matrimonio a Marlon Auderic de la casa Morell, la mano de Brielle Bronté de la casa Lormon. – Marlon, dio un paso al frente, y con voz firme dijo.
– Es un placer para mi aceptar su propuesta, Lady Lucelia. – las miradas de ambos jóvenes se encontraron, y a través de sus ojos dijeron todo lo que nunca se habían dicho antes.
– Que este matrimonio no sea visto como el producto de la negligencia de ambos jóvenes. Hoy queda claro que no solo se unirán por el deber, si no, que también se unirán para formar una alianza entre la casa Morell y la casa Lormon. Nuestra sangre se volverá una sola y quedará escrito en la historia.
Lucelia, invitó a la casa Morell, al lord de la casa Wigan y la casa Helder a un banquete. Las cuatro casas compartieron una misma mesa sin armas de por medio.
Semanas más tarde, se llevó a cabo en el antiguo templo de la diosa, Astraea. Aquélla mejor conocida como la diosa de las estrellas, la unión del joven Auderic y la joven Bronté, en presencia de las cuatro casas. Lastimosamente Lady Lucelia, dio su último suspiro en su lecho de muerte, una semana antes de la boda, en compañía de ambos jóvenes. Dejando un gran vacío en todos aquellos que presenciaban la unión de ambas casas.
Según las antiguas tradiciones de Velour, ambos jóvenes se realizarían un corte en la palma de la mano, y dejarían caer su sangre en una copa de oro. Después de beber de la copa, Marlon, debe colocar su anillo con el emblema de su casa en el dedo anular de la mano izquierda de Brielle, de esta manera la joven renunciaría a su casa y apellido, y pasaría a tomar el apellido de su esposo y pertenecer a su casa.
A pesar de sus diferencias, las tradiciones del continente de Velour son respetadas, no solo por las cuatro casas, si no, que también por todo el continente. Durante el momento del acmé de la celebración del matrimonio, los gritos de los invitados empezaron a resonar por todo el lugar. La casa Lormon y la casa Morell sacaron sus espadas dispuestos a derramar sangre. El fuerte sonido del acero chocando entre sí, aturdieron a la joven Bronté de Auderic, la cual se encontraba escondida detrás de su esposo. Quién sujetaba con preocupación su mano, temiendo que la sangre de esta sea derramada.
Marlon, buscó una salida entre el tumulto de personas que se agruparon en la entrada del templo, intentando alejarse de las espadas de los caballeros que habían llegado para apoyar a sus respectivas casas. Al salir al campo abierto, la casa Wigan se interpuso en su camino, impidiéndoles continuar con sus planes de huida. El lord Ardghal, se abrió paso entre los soldados que rodeaban ambos jóvenes, y con aflicción le dijo: