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🥀 Capítulo 8 🥀

La manipuladora, manipulada

David

» Semanas después

Veía como Daphne le sonreía a James, me sentía celoso de verla junto a él. Encaje el tenedor con desagrado a la fruta. Hace unas semanas anunciaron su noviazgo, bueno no lo anunciaron, solo empezaron a salir de la mano y dándose besos en público. Eso lo tomaron como si estuvieran saliendo.

Alex se sentó a mi lado, era la hora del almuerzo.

—Vaya, al parecer la cosa entre Daphne y James va en serio.

—Si, lo supuse.

Solo yo sabía porque Daphne estaba con James, no sabía cuánto tiempo tendría que esperar a que Daphne recuperará su fortuna y dejara a James, pero esperaba que fuera pronto.

—Me imagino que te ha de doler que tú mejor amigo, bueno, ex mejor amigo, ande con la chica que te guste.

Suspiré

—No tienes idea.

—Pienso que Daphne es de esas cazafortunas —me puse tenso—. Dudo que en realidad ame a James.

—¿Por qué?

—Se me hace muy extraño que de un día para otro le interesará James si salía contigo. O solo juega contigo para acercarse a James.

Alex era inteligente y podría descubrir el plan de Daphne.

—Ya no importa y no me interesa —me levanté de la mesa alejándome de Alex.

—No, espera. Te propongo algo.

—¿Qué?

—¿Estás dispuesto a recuperar a Daphne? —me quede callado—. Porque yo tengo un plan para que ella esté en tus brazos.

Lo pensé un momento. ¿Amaba a Daphne?, Claro y haría lo que fuera por tenerla en mis brazos.

—¿Cuál es tu plan?

—La manipuladora será manipulada y el traidor será traicionado.

Fruncí el ceño ante sus palabras

No le ponía atención a la chica que estaba hablando conmigo por estar viendo a Daphne como hablaba con una de sus amigas.

El plan de Alex ya estaba en acción, yo llevaría a Daphne a un lugar oscuro y le sacaría toda la verdad.

Dudaba que llegara a funcionar, Daphne y yo no hemos hablado en estas últimas semanas, nos hemos tirado miradas, pero nada más.

Quería que la desconocida dejara de hablar para acercarme a Daphne, James no estaba con ella, mucho mejor para mí.

Tuve que interrumpir su plática para alejarme de ella, camine a un costado del grupo de Daphne, con la cabeza le hice una seña de que me siguiera, ella pareció comprenderla.

Sentí sus pasos detrás de los míos, estaba nervioso, me paré en el lugar donde Alex me había dicho que estuviera, era en una habitación, la fiesta era en su casa. Todo estaba listo.

—¿Para qué querías que viniera? —dijo Daphne después de cerrar la puerta—. No pueden vernos juntos.

—Lo sé, pero solo quería hablar contigo... —me acerque a ella—. Estar contigo.

—David... —no deje que hablara, puse mi dedo índice en sus labios para que guardara silencio.

—Shhhh, no digas nada. ¿Cuánto falta para que dejes a James y estés conmigo?

—Poco, solo dame otras semanas.

—¿No te habrás enamorado de él cierto? —temía por su respuesta.

—Por supuesto que no, él no es mi tipo, solo estoy con él por su dinero, ya te lo he dicho.

—Eso me alegra —acerque mi cara a su cuello para inhalar su aroma—. No soporto verlos juntos más tiempo.

—Tendrás que esperar, solo unas semanas más.

De un beso en su cuello, su piel se erizo.

—¿Cómo lo dejarás?

—Aun no lo sé, pero sí sé que le tiene que doler, el estúpido está tan enamorado de mí.

—¿Y tú a quien amas? —quería que dijera mi nombre.

—No lo sé, me amo a mi, pero a ti... —dio un beso en mis labios, fue un roce—. Tú eres una cosa muy distinta.

—¿Me amas?

—Te quiero que es distinto, pero quizás si me puedo enamorar de ti.

Era lo que necesitaba. Ella tomó la iniciativa y junto a nuestros labios, el beso era desesperado. La tomé de la cintura, pegando la más a mi cuerpo, necesitaba más de ella.

—Alguien nos puede descubrir —dijo ella agitada.

—No lo creo, ya le encargué de eso —volví a pegar nuestros labios.

Tomaba mi cabello en un puño, la tomaba de la cadera juntando la con la mía, soltó un gemido en mis labios.

Mierda.

La tumbé en la cama, trepe encima de ella, besé su clavícula hasta que el vestido me lo permitió, su aroma a Chanel invadió mis fosas nasales. Escabullí mi mano dentro de su vestido, acariciaba sus suaves muslos, jugaba con el elástico de la braga, acariciaba mi abdomen, mi calor corporal subió, su piel estaba en llamas al igual que la mía. Quitó mi camisa primero, baje la parte superior de su vestido, sus pechos quedaron descubiertos ante mí. Besaba, lamía y chupaba cada uno de ellos, deje una marca para que la viera James. Ella ya me pertenecía.

Su piel se erizo al sentir mi pulgar sobre su clítoris, soltó un gemido, el pantalón me empezó a apretar.

Quite su vestido por completo, baje sus bragas hasta los tobillos, ella en un movimiento las lanzó lejos, dejándome una vista estupenda.

Quería que ella me desnudara, acercó sus manos a mi cinturón intentando quitarlo, la ayudé a hacerlo, estaba ansioso.