Rous
“Mi hogar es mi lugar de retiro y descanso de las guerras. Intento mantener este rincón como un refugio contra la tempestad exterior, mientras hago otro rincón en mi alma.”
-Michel de Montaigne
—¡Mamá despierta!—la desesperación de la voz de John no me dejaba reaccionar y darme cuenta lo que en verdad estaba pasando.
No sé qué pasó, es como si estuviéramos malditos o las desgracias nos siguieran por años. Primero era Star con su cambio muy loco, ya no se veía enferma y eso era muy raro más en ella, después la aparición de esa chica muy rara yo sabía que no era normal, una persona normal no lograría hacer lo que ella hizo y más en medio de un caos como esto.
Después la desaparición de Nathan y por lo que me conto John y mi hermano era como su ex, mi novio había vuelto desaparecer y eso que apenas lo estaba notado. Ya lo que éramos antes ya no lo éramos ahora, ya no se podía confiar en nadie y más en esa gente desconocida que solo nos miraba desde lejos.
—Aquí está el alcohol—mi hermano saco de su mochila un frasco pequeño que usábamos en caso de emergencia.
John lo sostuvo bajo de la nariz de su madre pero ella no reaccionaba, Lara corría hacia nosotros y traía toallas húmedas que busco en la cocina. Hero hacia todo lo posible para que la señora Hill despertara, mientras que lo demás se aglomeraba en nuestro alrededor como espectadores.
—Es la mamá de Luna.—susurro Star a alguien, pero yo estaba tan concentrada en que reaccionara que al cabo de los minutos la señora Hill reacciono.
—¿Dónde... está… mi pequeña?—titubeo con la voz entre cortada porque no podía respirar bien, Lara corrió hasta su lado con lágrimas en sus ojos.
—Aquí estoy mami, aquí estamos todos.
La señora Hill negó llorando y buscando a alguien en toda la sala, pero al ver que no encontró lo que buscaba con la mirada comenzó a llorar y a patalear.
—¡¿Dónde está Luna?! ¿Dónde está mi bebe?—John la apretó fuerte para que se calmara porque estaba delirando.
—¡Mamá está delirando, tú no tienes una hija que se llame Luna!—le dijo John.
La señora Hill lo aparto bruscamente y comenzó a mirar por todos lados como si estuviera loca o algo así, hasta que su mirada se encontró con la mía y se acercó hasta plantarse frente de mí y colocar sus manos en mi rostro, ella estaba llorando.
—¿Dime que tú la recuerda?—susurro llorando buscando algo en mi mirada, cosa que no encontró porque no sabía de qué hablaba. Y negué.
—No sé de quién habla.
—Yo sí, venga señora Hill.—la voz de Star nos distrajo mientras ella se acercaba y me la quitaba de encima.
La amenace con la mirada para que dejara esta estupidez pero me ignoro llevándose a la señora Hill hacia la esquina con los invasores, John, Lara y yo nos quedamos viendo como ellas dos y los otros tres se trataban bien como si ya se conocieran de toda la vida y hablaban de una tal Luna.
—¿Qué miran?—la voz de Cole nos asustó que tuve que brincar hacia al frente asustada llevándome la mano al corazón.
—¡¿Viejo que te pasa?!—chillo John también asustado.
—¡Dios mío casi me meo!—chillo Lara mirándolo mal.
Yo en cambio entrecerré los ojos y lo vi mal, él estaba perdido más de cuatros horas y no sabíamos nada, y llega así como si nada. Cuando vi que iba a dar un paso a donde estaba yo negué molesta.
—¿Dónde rayos estaba Cole?—mi humor ya estaba saliendo y él lo confirmo cuando John y Lara se fueron para dejarnos solo.
—Buscando comida Rous, no podemos esperar que Nathan vuelva cuando él quiera.—dijo soltando uno bolso de mala gana en el piso, ni siquiera lo había visto.—Además él se pierde por días y solo nos dejas poca comida como si no fuéramos muchos.
—Cole siempre dices lo mismo, y te pierdes también tú por horas.—lo acuse también, él solo paso por mi lado como si no me hubiera oído y se fue a sentar alado de John.—Perfecto, ahora todo el mundo pasa de mi.—murmure caminando escaleras arribas.
Iba agarra el pasillo de mi habitación hasta que vi la puerta de la habitación de mi hermano abierta, camine con cuidado sin hacer ruido y me asome por la abertura media abierta de la puerta, vi a mi hermano sentado en la cama con una caja de zapato negra en su regazo, tenía una cara de espanto y observaba lo que fuera que había adentro.
—¿Qué haces?—pregunte entrando, cosa que lo asusto y volvió a esconder la caja de mí.
—Nada solo veo mis viejas cosas.—murmuro mirando a otro lado para no mirarme, estaba un poco raro.— ¿Ya la señora Hill se calmó o todavía sigue delirando?
Woo, el cambio de tema fue drástico. Me senté a su lado y él se removió un poco incómodo.
—Ya se calmó después que Star le siguió la corriente.—murmure un poco confundida.—También creo que Star está delirando.
—Yo también lo creo.—susurro él tan bajo que de igual forma escuche.
—¿Te encuentra bien?—tuve que preguntarlo porque estaba muy raro, cosa que no era común en mi hermano.