Narrador Omnisciente
“La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente.”
Eclesiastés 4:12
El viento sopla fuerte como si avisara que una gran tormenta se aproxima, las olas chocan con las paredes rocosa de los risco, el cielo negro avisa un fin que no hay remedio ni vuelta atrás, las horas pasan tan lentos.
El pequeño pueblo de Treverlin se estremece con la sacudida que da la tierra, niños corre a sus casa, padres buscan refugio para su familia pensando que es un tormenta que se avecina. Ancianos se prepararan a igual que los bomberos y policías.
Pero nadie esta preparado para ver el mundo arde, cuando el primer rayo cae del cielo impactando contra un hospital. Los gritos comienza a oírse, el lloro y el lamento comienza a estremecer los cuerpos de las personas que ayudan y piden ayuda.
Risas malvadas se escucha a lo lejos, y una mano es extendida al cielo cuando otro rayo cae, pero en una casa. Poco se asoman, otros prefieren ignorar el pedido de ayuda y corren a los sótanos pensando que lo que se viene es un Huracán que puede destruir el pequeño pueblo.
Mas risas, mas pisadas fuertes se escucha. Parecieran como si caballos de guerras golpearan la tierra avisándole al enemigo que no tienen miedo a morir, pero es lo contrarios, las risas son malvadas escandalosas para el oído humano. Las fuertes pisadas son de los soldados del ejército de Lux.
—¡Soldados preparados! —una mujer con apariencia de joven se detiene al frente vestida de negro, va descalza mientras da pequeños brincos al aire y este comienza a resoplar con más fuerza.
Otra mano es entendida al cielo y se escucha un trueno y el tercer relámpago cae en la estación de policías.
— Es hora de moverse, Lux se queda va quedar aquí. Nosotras debemos movernos.—avisa la mujer dejando caer su mano donde controlaba los rayos.
Otra mujer salió entre las sombras y aplaudió feliz, cada una se dio un asentimiento de cabeza y cada quien marcho a su destino.
Una agarro al sur, la otra al norte, la otra al este y la otra a oeste. Los cuatros puntos cardenales lo tomaron como el plan se había hecho, llevaban décadas posponiendo el plan. Pero por fin las brujas más poderosas ahora podían tomar la tierra sin miedo que los inservible de los humanos se lo prohíban.
Jugaron con el Ángel, con las amigas, con sus mentes y creyeron que la guerra la habían ganado.
Los cielos comienza a formarse nubes negras espesas, el viento sopla con tanta intensidad que pareciera que quisiera arrancar las casas del suelo. El viento suelta ese silbido profundo mientras que en el cielo se forma el remolino.
Lux camina por las calles furiosa, y la catástrofe que se forma lo hace ver cuando sus guerreros toman cada casa, edificio o lugar sacando personas arrastras.
Vehículos son levantados del suelo, cuando la poca energía que obtuvo de Luna le pertenecía. Estaba furiosa porque los poderes volvieron al Ángel, y le costaría de nuevo obtenerlo.
— ¡La quiero a ella viva!—gruño molesta volteando a ver al chico que permanecía atrás de ella manteniendo la distancia.
No podía creer que Lux era una poderosa bruja que para obtener vida eterna tenía que encadenar a un Ángel a la mortalidad. Pero algo fallo, algo rompió la maldición y no sabe cómo paso.
—Debe estar en su casa, el espía dijo que no ha salido del lugar. —cristians le respondió al ver como otro rayo caí en algún lugar del pueblo.
Lux molesta dio media vuelta y con un sentimiento de cabeza dio la orden de marcha a la urbanización donde vivía Luna.
Rous hace horas que había despertado, la unión que se formó en las amigas era como un imán, pero el cordón de tres dobleces era difícil de romper. Era algo que ignoraba las amigas, pareciera que cada una se olvidaba del nudo mágicos que las mantenías unidas. Cada vez que Rous quería alejarse de todos por un momento volvía a estar pegadas a su hermana y amiga, lo que provocaba que estuviera molesta.
Por eso las amigas discutían porque querían moverse de un lado a otro, pero eran devuelta a estar juntas. Rous molesta dejo caer un florero, haciendo que todos en la habitación voltearan a prestar atención en la discusión de amigas.
—¡Esto es injusto! Te salvo la puta vida, y ahora teneos que estar unidad. —se le quiebra la voz, pero Luna se mantiene firme cruzada de brazos.
Star es la que trata de mantener la calma, pero pareciera que Rous está muy sensible.
—Yo no te pedí que me salvaras, estaba lista para morir. Pero tú decidiste sacrificarte por mí y yo no te lo pedí…
—¡Claro que si me lo pediste, hasta Star! Es que no lo vez!—una lagrima corre por la mejilla de Rous mientras algo por dentro de romper más. —¡Es que no lo ves Luna, repartiste tu poderes en nosotras. ¿Qué significa eso? Que el puto ángel que vive dentro de ti a la final quería salvarse, no quería morir. Así que admite que no querías morir, porque te conocemos muy bien para que nos venga con esa mentira que estaba muy preparada.
Se hizo un silencio donde los ojos de Luna comenzaron a cambiar de color, lo que provoco que las hermanas Worthy tragaran fuerte al ver el cambio de colores en los ojos de su amiga, pero todos ignoraban que el cambio de ojos era la rabia que estaba comenzando a salir. La discusión que mantenía con su amiga era algo que no se lo vio venir, pensaba que iban a planear como destruir a Lux y Cristians. No tener una discusión de quien salvo a quien.