Dark Matter

Capitulo 2

El encontrarse en un lugar desconocido al abrir los ojos ya era rutinario para Seth, así que no se sorprendió al no reconocer donde estaba, Killian, Gaten y Deneb también se encontraban allí con él, miro a su alrededor y los habían encerrado en una celda, no tenía ventanas así que no pudo ver si seguían en la misma colonia o los habían llevado a otra parte.

-Buenos días- dijo Killian al verlo despertar, Gaten y Deneb seguían dormidos 

- ¿Sabes dónde estamos? -  se sentó en el catre donde había estado durmiendo

-No tengo la más mínima idea-  seguía acostado -yo también acabo de despertar, ¿quién crees que haya sido? -

-Soldados de Argos, solo ellos pueden estar interesados en conseguir la información de Shoushan-  miro a su izquierda y Gaten y Deneb no tenían señales de despertarse en ningún momento -así que es posible que ya no estemos en Galis sino en una colonia de Argos-

-¿Guardaste una copia de los codigos? Porque no creo que hayas destruido la computadora sin haber hecho una copia antes-  Seth señalo la computadora en su muñeca

-Tienes que hacerte pasar por uno de genes sucios, al único que quieren es a mí ya que es posible que me consideren un enemigo de Ignem por lo que paso con Thade-

- ¿Y para que quieres que me haga pasar por uno de genes sucios? -  no entendió que quería decir

-Porque a mí no me dejaran ir tan fácil, necesito que salgas de aquí, tienes que averiguar si Elliot está en la casa de Víctor, no podemos perder más tiempo, después me las arreglare para escapar-

-Disculpa que te contradiga-  se sentó -pero no creas que a nosotros nos dejaran ir así tan fácil, si estamos contigo ten por seguro que también nos consideraran enemigos de Ignem-

-Entonces tendrás que convencerlos de lo contrario, puedes decir que solo te contrate para este trabajo, Gaten y Deneb pueden decir lo mismo, necesito que salgan de aquí …-

De repente se escuchó que quitaban el seguro de la puerta, Killian y Seth permanecieron en silencio al ver a cuatro hombres armados entrar en su celda.

-Andando- les ordeno con un gesto de su arma -despiértenlos-  señalo a Gaten y a Deneb

Los hombres levantaron los catres para tumbarlos, el fuerte golpe los desperto, pero de inmediato los levantaron y les pusieron bolsas en la cabeza, a Seth y a Killian también, no sin antes haberles atado las manos a la espalda. Los hombres comenzaron a guiarlos empujándolos con las armas, no podían imaginar donde los tendrían, hicieron unos cuantos giros a la derecha y a la izquierda, luego subieron por unas escaleras y después entraron a un ascensor, caminaron por unos minutos más hasta que finalmente se detuvieron, luego los hicieron sentar, así los dejaron por un momento, luego escucharon más pasos y luego silencio.

-Quítenselas- 

Ordeno un hombre, por su voz supieron que se trataba de alguien mayor, pero cuál sería su sorpresa al ver que se trataba del presidente de Argos, si tenía planeado que Killian escapara, ahora sería imposible, ya que los habían llevado a Terra y no sería tan fácil escapar de allí. Se encontraban en la oficina de Brathan, pero no estaban solos, había al menos treinta hombres armados apuntándoles de todos lados, Seth regreso su mirada hacia el presidente Rembulan, pero no se veía como en la televisión, se veía más delgado y pálido, parecía como si hubiera envejecido en poco tiempo, su cabellera negra ahora estaba casi blanca, sus ojos se veían hundidos y cansados, además de tener su mano una máscara de oxígeno. A su lado izquierdo estaba un hombre alto, se parecía un poco a Brathan, tal vez así era como se veía cuando fue joven, su cabello también era negro y sus ojos cafés miraban intensamente a Seth, a su derecha había una mujer, al igual que el hombre, su larga cabellera era de color negro, y sus ojos azules tampoco le quitaron la mirada de encima, su rostro, aunque hermoso, se veía frio e inexpresivo.

-Me dijeron que rompiste la computadora que contenía los codigos de Shoushan-  hablo dirigiéndose a Seth -pero también me dijeron que Deneb Kaitos se encuentra entre ustedes-  ahora los miro a todos - ¿Quién es? -

Todos permanecieron en silencio, al parecer Deneb era más conocido de lo que creían, y Seth no podía permitir que los codigos cayeran en manos de Argos, por lo menos no por ahora, eso le quitaría la oportunidad de su ataque sorpresa.

-Soy yo- 

Y hasta ahí llego la oportunidad, pensó Seth disparándole una feroz mirada a Deneb, quien, sin importarle, no pudo ocultar una enorme sonrisa, era claro que su orgullo no le permitió mantener la boca cerrada, estaba seguro que haber sido reconocido por el mismísimo presidente de Argos, le debió haber dado un tremendo impulso a su ya inflado ego.

-Necesitamos que nos des los protocolos de seguridad de la capital y del edificio de gobierno-

-No los tengo, pero este imbecil tiene una copia de los codigos-  señalo a Seth con un movimiento de cabeza

-¿Es cierto eso?-  pregunto Brathan mirando a Seth

-No se los puedo dar-  respondió Seth al ver que Deneb iba a seguir hablando, no podia permitir que siguiera arruinando las cosas -Por ahora no-  aclaro al ver como los soldados reaccionaron a su respuesta sosteniendo con más firmeza sus armas




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