Darkness

CAPITULO #8

-¡JEREMY! –grito por última vez Lina.

Estaba hecha mar de nervios, tanto que no sabía qué hacer.

-¡LINA! –grite al verla.

Ella corriendo hacia mí, me abrazo con fuerza, mientras temblaba del miedo.

-Perdón…-susurre

Lina alejándome, caminaba de un lado para el otro como tratando de calmarse.

-¡OYE LINA! ¡TRANQUILA!-le grite para calmarla.

Ella deteniéndose, me mostro su brazo.

Estaba lleno de sangre, alguien con un cuchillo le había dibujado los extraños símbolos a sangre fría y sin piedad.

Lina no dejaba de llorar, parecía como si esos símbolos le quemaran la piel. En ese momento reaccione, y note enseguida que Erick no estaba con ella.

-Lina… ¿Dónde está Erick?-le pregunte mientras la tome de los hombros.

-El… el…

La gente seguía celebrando como si nada, Lilith estaba en medio de ellos aguardando el momento para que todo comenzara.

Lina ayudándome entrar por aquel agujero en la pared, de aquel edificio que estaba abandonado cerca de la estación del tren, avanzábamos sigilosamente, me hala hacia ella antes de que uno de los “no vivos” nos cacharan.

-¿Cómo es que acabaron aquí?-le pegunte mientras avanzábamos de puntillas hacia donde tenían capturado a Erick.

Lina suspirando, se arrincono a la pared para descansar.

-Cuando tú te lanzaste aquel pozo, Erick noto algo en particular en ti cuando te sacamos de ahí. Sabíamos que si te decíamos… la alertaríamos a ella. Por eso es que decidimos actuar como si estuviéramos enojados contigo…-se ocultó en la bodega al ver que venía uno de los “no vivos”.-Sigamos…

Avanzamos hacia un antiguo levador, agachando nuestras cabezas la pusimos en marcha.

-Yo le dije a Erick, que iba a tomar el riesgo de seguirte… Y así fue. Todos los días te seguía al salir de la comisaria hasta que regresabas a tu apartamento. Una vez que llegabas allá…-Lina con una expresión de espanto abrazo sus piernas. –Tus ojos… daban miedo. Y ahí estaba ella.

El elevador se detuvo en el tercer piso, realmente mis amigos la habían pasado mal por mi culpa… y todo por haberla seguido aquella noche lluviosa. Tenía ira conmigo mismo.

Escabulléndonos en una habitación vacía, tomamos un atajo para llegar a Erick lo más pronto posible.

-Pero a la final ella se dio cuenta y comenzó a ser muy cuidadosa conmigo, hasta que le perdí el rastro a ambos. De alguna forma ese día que la trajiste a tu departamento inconsciente, puede sentir con claridad que ella… no era una persona. Erick al cabo de unos días descubrió algo, así que decidimos dejar la ciudad por unos días…

Lina abriendo la puerta de salida contraincendios, tomamos las escaleras.

-El amigo de Erick descubrió que aquellos símbolos formaban parte de un ritual de magia negra hecha por brujas antiguas. Ambos nos quedamos impactados que no sabíamos si regresar o no, pero no podíamos dejarte así que decidimos regresar para huir contigo…

-¡Pero porque! –la detuve. –¡Deberían haber huido! ¡Porque regresaron!… ¡por mi culpa ahora estamos en esta situación!

Lina abrazándome, me dio un beso en la cabeza.

-Porque somos amigos, y los amigos no se los abandona. Por eso regresamos por ti, somos como hermanos… tú lo dijiste.

Ella tenía razón, por eso tenía que salvarlos y dejar que ellos quedaran libres de esto. Tenía que hacerlo.

Lina señalándome el lugar en donde tenían a Erick capturado, tomando una barra de hierro del suelo. Empuje la puerta de una sola patada. Los “no vivos” al verme, quisieron atacarme, pero se detuvieron.

De alguna forma Lilith les había ordenado no hacerme daño, pero si a mis amigos.

-¡ERICK!- grito Lina al verlo.

Erick estaba muy malherido, con solo verlo puede notar que lo habían golpeado mucho y en varias ocasiones, de pronto se me vino la imagen de él tratando de proteger a Lina de esos “no vivos”, pero su esfuerzo fue en vano.

En el pecho de Erick le habían dibujado los mismos símbolos que tenía Lina en su brazo.

Uno de los “no vivos” resistiéndose a las órdenes de Lilith de no lastimarme, corrió hacia para apuñalarme con una daga extraña que tenía en su mano. Esquivándolo, lo golpee con la barra de hierro en la cabeza por varias ocasiones, hasta que dejo de moverse.

Tenía sangre salpicada en mi ropa y en mi rostro.

Lina y Erick estaban espantados, por mi actitud defensiva. Los otros “no vivos”, furiosos, para evitar la ira de Lilith huyeron. Tirando la barra de hierro al suelo, me acerque a Lina para ayudarle a sacarles las cadenas a Erick, pero puede notar en ellos un cierto temor hacia mí.

-No tenía otra opción…-masculle

Erick dándome una palmada, soltó una pequeña carcajada.

-Muy bien, hermano. Hasta yo me asuste.

Lina sonriendo levemente, nos abrazó a Erick y a mí. Por ese momento, quise que el tiempo se detuviera y desee por un segundo que todo fuera una pesadilla.




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