Darknessys

Boda

Negro, es negro, mi vestido de boda es... negro. 
Suari, no habla, lo mira igual que yo, las dos nos hemos quedado sin palabras.
Me acerco y lo toco, la tela es áspera, sin brillo, el vestido no tiene ningún dibujo, es liso completamente. Encima va un corpiño, parece metal, pero es cálido y flexible, tiene labrado un espino por toda la superficie y de alguna de sus espinas cuelga un gota de sangre.

— El enviado me ha dicho que es la tradición en Darknessys—dice mi hermana rompiendo el silencio— ¿También es tradición que el prometido esté desaparecido?— se ve claramente su enfado.

— Suari, ya sabes que está arreglando unos asuntos.

— No está bien, las habladurías recorren toda la ciudad, debería estar aquí, ¿Y si no aparece?

— Se supone que estás aquí para tranquilizarme y no lo estás consiguiendo— la sorprendo con un abrazo— todo saldrá bien.

Eso espero, Erick no ha dado señales de vida en los últimos días, mi padre ha mandado a varios de sus hombres para intentar averiguar algo, pero ha sido inútil, los clanes están muy protegidos y no les han dejado pasar. Debo admitir que admiro su amor por Lady Star, está luchando hasta el último momento por ella, ojalá haga lo mismo con lo que se avecina.

Escucho pasos acercarse hasta la puerta, deben ser las Ladies para la ceremonia de puesta del vestido, una antigua tradición que todas las novias hacen desde hace siglos, se desconoce su origen o se ha perdido por los vaivenes del tiempo, pero es impensable no hacerla pues traería la desgracia al matrimonio.
Entran en silencio con semblante serio una tras otra en una ordenada fila, la más anciana se acerca al vestido y me pregunta con la  mirada si este es el traje, yo asiento y con una mueca desagradable lo toma.

Empieza la ceremonia, me quitan la bata y me quedo en ropa interior, me rodean y empiezan a cantar, al principio es un murmullo, la canción habla de unos enamorados, ponen el vestido a mis pies y me introduzco en él, la balada sigue, logran casarse después de muchas adversidades, me suben el vestido y lo cierran, tienen hijos, su amor es duradero y sin fisuras, sigue la canción, me ajustan el corpiño, van estirando las cintas lentamente, los enamorados ya son ancianos, han vivido una larga vida y todavía se aman. Terminan de vestirme a la par de la canción, los amantes mueren cogidos de la mano y su amor no muere con ellos, vive en sus hijos, nietos y en todos los que han conocido en su vida. Y termina la canción. Estoy llorando, las lágrimas caen rodando por mis mejillas, a través de ellas veo a las demás damas, llorando como yo.

 

Ya estoy lista, las señoras se han ido, quedamos sólo Suari y yo. Me miro en el espejo, no me reconozco, el vestido es una segunda piel, se adapta perfectamente a mi cuerpo hasta la cintura, donde se abre en forma de campana, el corpiño levanta mis pechos y parecen más grandes. Las damas para suavizar el color negro del vestido, me han dejado el pelo suelto en ondas y por él han colocado decenas de estrellas de cristal, que relucen cuando me muevo. El colgante en forma de lágrima junto con el del anillo de cuero reposa entre mis senos. Han perfilado el contorno de mis ojos y parecen más grandes y brillantes, para los labios han escogido un rosa malva, que da color a mi blanca piel y en las mejillas me han puesto un poco de color.

Las dos nos sobresaltamos  cuando la puerta se abre con un fuerte golpe.

— Fuera— dice un furioso Erick a mi hermana. Ella sorprendentemente se va sin decir una palabra.

Yo me quedo inmóvil sin apenas poder respirar pensando que puede ser tan importante para que venga a verme instantes antes de la boda.

— No sé cómo lo has hecho, pero lo averiguaré y cuando descubra quien ha traicionado al clan lo mataré con mis propias manos— me agarra por los hombros mirándome con odio.

— No sé de qué hablas— mis palabras son casi inaudibles.

— Sé que has sido tú, tu padre nunca lo hubiera hecho sabe muy bien lo que se juega, has sido tú, no se cómo, pero después de tú padre tú eres la más interesada para que se celebre esta boda.

— ¡Suėltame!— con un manotazo me separo de él— no sé que te imaginas que te he podido hacer— me enfrento a él.

— Vaya, la gatita enseña sus garras— dice con desprecio— ¿Quién te dijo lo de la visión verdadera? ¿Tu amante Lueck? Si lo confiesas lo mataré sin que sufra.

— ¡Lueck no es mi amante! ¡Él no me ha dicho nada! Si él hubiera sabido algo me hubiera advertido— estallo.

— No me importa con quién te acuestes, todos saben de tu amorío con el guardia, no has sido muy discreta que digamos— se mesa los cabellos.

— ¿Yo indiscreta?— me carcajeo— ¿Y  tú con Lady Star qué? Has hecho todo lo imposible para romper el compromiso arriesgándote a qué la profecía se cumpla, ¿Por una mujer manipuladora y que está comprometida con otro hombre? El gran Lord Darky corriendo tras la falda de una arpía, a ver quién va a ser el gatito— me burlo.

— ¿Qué puede saber una niña cómo tú lo que es amar? Criada entre algodones sin importarle nada ni nadie— sus palabras crueles me duelen y sorprenden, él no sabe dónde he estado estos años.

—¿ Y qué te hace pensar que quiera casarme contigo? Si estoy enamorada de Lueck porqué mentir sobre la visión, podría haberme callado y no tener que verte más en mi vida— me siento en la cama cansada de la situación— ¿Qué quieres en realidad? ¿Para qué has venido? ¿Para insultarme? ¿Para humillarme antes de dejarme?— quiero zanjar la discusión y que me deje en paz.

— He venido a decirte que te has salido con la tuya, los clanes no me apoyarán si me caso con Elizabeth y que no pararé hasta saber cómo supiste de la visión verdadera— me amenaza— así que felicidades dentro de unos minutos serás mi esposa.

 

 

Llego hasta el altar conmocionada por lo sucedido en la habitación, saber que tu futuro esposo te odia y ama a otra no es la mejor manera de comenzar un matrimonio. Mi padre me deja al lado de Erick y me hace una pequeña reverencia en señal de agradecimiento que sólo entendemos nosotros dos. Erick va vestido totalmente de negro, sus pantalones se ciñen a sus piernas y una casaca del mismo material que mi corpiño le cae hasta sus rodillas, su pelo negro lo lleva recogido con una cinta del que se le han soltado algunos mechones.



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En el texto hay: amor aventura fantastico

Editado: 30.01.2020

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