Darksouth: Detrás de la verdad

Capitulo 13

El dia había pasado de manera extraña, apenas podia estar concentrada por las cantidades de miradas y murmullos que muchos no trataban de disimular ni un poco, lo bueno de todo esto, es que mi última clase había sido cancelada, por lo que, ahora estaba caminando de regreso a casa. Mi cabeza me volvia loca, estaba cansada. El día se había nublado de la nada, el cielo estaba gris y probablemente llovería mas tarde, estaba casi segura de que mi estado de animo estaba totalmente sincronizado con el día, me sentía terrible pese a que todo el drama había llegado a su fin. Me abrace a mi misma para entrar en calor, cuando el viento despejo mi rostro dejándolo helado por el frio.

—Lin...—reconocí la voz de Todd a mis espaldas, sin embargo, no voltee para verlo—Espérame—dijo. Oi sus trotes detrás mio y luego como sus pasos se suavizaban una vez a mi lado.

Él llego a mi lado y camino junto a mi con sus manos en los bolsillos, sin decir nada por unos minutos que agradeci por completo.

—Entiendo que aun estes molesta con todo esto, yo lo estoy y no contigo, sino conmigo…

—¿Como te diste cuenta?—pregunte de sopetón mirándolo al fin a los ojos. El pestañeo varias veces y mordió su labio volviendo su vista al frente—¿Que fue lo que te hizo cambiar?¿Que te hizo creerme?—Todd me miro y volvi a ver esos ojos claros que me mostraban al Todd de siempre.

—Yo siempre te crei—dijo. Rei sin ganas y negué cortando el contacto visual—Linda, mirame—pidió. Lo mire nuevamente, lo tenia frente a mi con sus brazos  extendidos en mis hombros como si temiera que huyera—Estaba molesto y…celoso, por eso dije esas tonteras, pero nada pudo dolerme mas que..

—¿Que defendiera a Scott?—pregunte.

—No—dijo negando—…sino fue el hecho de que me vieras como un monstruo—trague con dificultad y quite sus brazos de mis hombros para poder tomar un poco de aire, pese a que estábamos al aire libre y corria viento, me sentía ahogada.

—Bueno, eso…lo siento, no es asi como te veo, estaba enojada y dolida—una pequeña sonrisa se formo en su rostro, lo cual, le dio la confianza de dar un paso mas hacia mi.

—Además…—continuo—...debo admitir que Scott tuvo algo que ver—dijo luego de una pausa de varios minutos. Podia notar que nombrarlo era como tragar agua hirviendo.

—¿A que te refieres?—Todd me miro unos segundos, luego dio un leve asentimiento con la cabeza.

—Antes que nada, ¿Podrías ser totalmente sincera conmigo?—asenti incapaz de hablar e inconscientemente mis manos comenzaron a sudar y mi corazón a latir desaforadamente—¿Que sientes por el?—frunci el ceño y negué sin entender.

—¿Que?—fue lo único que pude decir—¿Por que debería sentir algo por el?

—Intuición—dijo Todd con una pequeña sonrisa que no llegaba a sus ojos— o dejavu...—concluyo.

—Nada—dije tratando de sonar lo mas sincera que pude, sin embargo, mis palabras no lograban convencerme—¿Por que dijiste que el tenia algo que ver? ¿En que?—pregunte con la intención de dejar el tema de los sentimientos atrás.

Todd mordió su labio inferior y miro al frente como si hubiera perdido algo. Lo notaba triste y me aterraba ser la causante de ello. Acaricie su hombro para llamar su atención y me anime a dar el paso que nos separaba para estar mas cerca suyo, lo extraño de todo esto, es que mi corazón no dio ese salto de emocion como antes.

¿Dónde estaban esos latidos rapidos que golpeaban mi pecho cuando estabamos cerca?

—El escucho cuando discutíamos—dijo al cabo de unos minutitos.

—¿Dices que escucho todo? ¿Todo todo?—pregunte con esos latidos desaforados que ahora si  golpeaban contra mi pecho.

Lleve mi mano a mi pelo y pase mi mano libre por mi rostro. Edward escucho cuando lo defendía contra Todd. Tenia que hablar con el.

—Yo…debo hacer algo—dije. No espere respuesta de Todd, solo afirme mi mochila a mi hombro y parti corriendo hacia el lugar donde todo empezó.

Tuve que tomar el autobús para poder llegar, pues corriendo moriría en el camino. Estaba nerviosa, no lo entendía, no podia entender porque mi cuerpo reaccionaba de esa manera, porque mi cabeza decía una cosa y mi cuerpo hacia otra. Me baje en la parada que estaba justo enfrente del gimnasio de Bock. Esperaba no estar equivocada, pues si lo pensaba mas de lo debido, cambiaria de parecer ya mismo.

La puerta estaba cerrada. Mierda. Acune mis manos en el vidrio de la puerta para poder ver bien y fijarme si había alguien adentro, solo vi la luz de la oficina de Bock prendida, lo que me dejaba claro que efectivamente estaba allí dentro. Me sobresalte cuando lo vi aparecer por el pasillo, vestido con su tenida deportiva sacándose la venda de los nudillos. Una de mis manos fue a mi pecho para frenar esos latidos que aparecían en su presencia. Me aleje de la puerta para que no me viera, tenia vergüenza. Era todo tan contradictorio, en el camino venia decidida a buscar respuestas, o quizás, solo verlo, pero ahora que lo veía me acobardaba. Conté hasta tres, di dos zancadas hasta llegar a la puerta y golpee fuerte. Solo lo haría una vez y contaría hasta diez, si él no aparecía cuando llegara al diez, me iría y no regresaría hasta que Bock estuviera de vuelta.



#41781 en Novela romántica

En el texto hay: amor, mentiras e intriga, pandillas

Editado: 25.05.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.