Darksouth: Detrás de la verdad

Capitulo 25

Edward.

Ella corre. Corre huyendo de mi y se que me mata por dentro. Ni siquiera siento que estoy haciendo el esfuerzo suficiente para alcanzarla, solo nos separa media cuadra de diferencia. Sin embargo, puedo ver que ella esta dejando la vida en esta maratón. Grito su nombre con tanta desesperación como si con ello lograría que ella parase de correr y me hciera caso. No huyas, grito bajo, solo para hacerme la idea de que ella realmente no quiere escapar de mi. Necesito alcanzarla, debo hablarle y explicarle la razón de todo, tiene que saber que mi intención nunca fue lastimarla, jamás lo hice con esa intención. Si tan solo pudiera entender que no tuve otra opción, estoy seguro que me perdonaría.

—¡LINDA!—grito nuevamente. Veo que ella aumenta su ritmo, pero se que no aguantara mucho, por ello pongo todo de mi para alcanzarla. Debo ahcerlo antes de que cruce la calle.

Por suerte logro tomarla del brazo antes de que cruce la calle, sin embargo, al voltearse su mano choca con fuerza en mi mejilla. Me voltea la cara y el escozor no tarda en llegar, pese al golpe, no la suelto y solo la sostengo con mas fuerza. Ella intenta salir de mi agarre, no lo discuto, tiene fuerza y se me hace incliso difícil tenerla asi.

—¡Por favor!—suplico buscando sus ojos pero ella ni siquiera hace el intento de mirarme.

—¡No! ¡Suéltame maldita sea! ¡Suéltame!—este ultimo sale como una suplica. Recién ahí levanta la mirada y me destruye cuando veo sus ojos. Esos ojasos celestes que en este momento encuetro inyectado en dolor y decepcion.

—Rizos.…solo...escuchame—digo y siento como mi voz se quiebra al pronunciar estas palabras. Esto es aun peor que cuando perdi a July. Pues a ella la perdi de un dia para otro, pero a Linda la estoy perdiendo lentamente y es el mayor dolor que puedo estar sintiendo. Trato de aferrarme a ella, pero ella solo quiere escapar. Veo su rostro contorcionado en dolor, tristeza y se que le lastima estar tan cerca mio. Pero no puedo dejar que se vaya asi.

.—¡No vuelvas a llamarme asi! Maldito hijo de puta—dice con ira. Esta vez deja caer sus hombros con pesadez y ahí me animo a soltarla, sin embargo, veo como cae de cuclillas y pese a que intente tomarla a tiempo,no alcance. Me tire al suelo con ella. Sus hombros están hacia delante, su cara entre sus manos y sus sollozos me parten al medio.

Recién ahí me doy cuenta que estoy llorando. Estoy locamente desesperado. No puedo perderla. No a ella.

—Ri-Linda...mirame por favor, te lo suplico—digo con mi voz temblorosa. Ella me mira. Sus mejillas están rojas por las lagrimas y el frio al igual que su nariz. Como quisiera abrazarla y besarle la punta de su nariz solo para darle calor. Sus ojos resaltan mas por el rojizo color debido a las lagrimas y me pregunto cuanto tiempo habrá estado llorando estando escondida en el baño. Me odio y me maldigo con solo pensarlo. No se como sera mi cara, pero puedo ver como se conmueve e intenta alejarse nuevamente, pero la retengo.

—Escuchame—ella niega, niega y sigue negando hasta que solo se vuelve un movimiento desesperado de cabeza. Como si quisera ahuyentar todos los recuerdos. Alza sus manos y comienza a golpearme en el pecho. Me duele, pero dejo que lo siga haciendo.

Sus manos golpean en mi pecho, en mi cara, en mi cabeza. Y un grito desgarrador sale de su boca cuando simplemente deja de golpearme y vuelve a taparse el rostro. Necesito que hable. Necesito que me insulte. Que diga lo que sea.

—Hablame—pido—...gritame, insúltame…pero por favor, solo…di algo. .

Ella destapa la cara y se pone de pie mientras yo lo hago. Corre su cabello de la cara, y da un paso hacia a mi. Entonces ahí habla.

—Te odio—dice.

Siento el puñal en mi pecho. En mi vida, me han apuñalado varias veces, pero ese dolor no es nisiquiera una pequeña parte del que estoy sintiendo ahora tras decir esas palabras. Dos palabras que me destruyeron por completo. Caigo de bruces en cuanto ella retrocede y continua corriendo, pero esta vez no la sigo. Ella cruza la calle y se sube al primer autobús que para, y la pierdo. Se que la he perdido y las he cagado hasta la mierda.

No se cuanto tiempo permanezco asi, mirando por donde se fue. He perdido de vista al autobús hace mas de  diez minutos, pero aun sigo mirando. El frio me cala los huesos, pero ahora es lo único que logro sentir. Me pongo de pie después de un rato, las rodillas me tiemblan, pero tengo miedo de irme. No quiero regresar. Quiero ir tras ella, y obligarla a que me escuche, pero se que jamás seria capaz de obligarla a algo ni hacerle mas daño.

Camino cabizbajo de vuelta al motel en busca de mi auto. Noto que hemos corrido mas de cinco cuadras, por lo que elregreso se me hace eterno. Sin embargo, algo familiar llama mi atención y me agacho a recogerlo. Es un gorro de lana blanco, es de ella. Lo llevo a mis labios para sentirlo, olerlo y perderme en ella. Es lo único que me queda suyo. 



#41784 en Novela romántica

En el texto hay: amor, mentiras e intriga, pandillas

Editado: 25.05.2019

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