Capitulo 26

Linda

Cuando me subo al autobús recién logro sentirme un poco mas traqnuila. Le paso el dólar al chofer y me siento en el fondo. Soy consciente de las miradas de todos, incluso sel chofer que me mira por el espejo retrovisor. Me siento donde esta la ventana y como soy tan tonta, veo hacia atrás y aun esta de rodillas en el piso mientras mira en esta dirteccion. Pese a que lo vi destruido, nada me hace querer sentir pena por el. Jamás se lo perdonare. Le pedi una y otra vez que fuera sincero, que yo no aguantaría los juegos ni nada similar, sin embargo, a el le importo un comino. Ahora que sufra, porque estoy segura que nunca sentirá lo que yo estoy sintiendo en este momento. El dejo muy en claro que no siente nada por mi, y la única culpable fui yo, porque yo me enamore, yo deje que ese sentimiento fuera mas alla, cuando el jamás me había dicho ni un misero te quiero. Solo recordar todo lo vivido con el, las charlas, nuestra primera noche juntos, me revuelve el estomago y me provoca nauseas.

 Nadie me dijo que un corazón roto duele mas que cualquier otro dolor físico. ¿Por qué en las noveas romanticas lo demuestran tan sencillo? ¿Qué tiene de sencillo que te lastimen hasta lo mas profundo de tu ser? ¿Por qué existe gente asi? ¿Por qué les gusta jugar con los sentimientos  ajenos? ¿Acaso  el ser humano no tiene esa capacidad de empatía? Yo creia que si. Pero solo hay gente buena, y gente mala. Sandy y Edward están del lado malo. Y yo, yo no se, porque en este momento estoy pensando en tantas cosas que incluso me sorprendo a mi misma por pensar asi.

Reconozco la parada del gimnasio de Bock y me apresuro a presionar el timbre para bajarme. Una vez mas todos voltean a verme y agradezco estar entrado en el gimnasio. Veo a Bock hablando con Peter, y en cuanto me ven alzan las manos saludando, sin embargo, a medida que me acerco sus sonrisas disminuyen hasta solo ser un ceño fruncido cargado de preguntas que no se si quiero contestar. Bock se adelanta y solo puedo abrazarlo. En cuanto lo hago, me rompo por completa. Lloro desconsoladamente, me permito llorar, gritar y deshaogarme. Bock me acaricia el cabello y me encamina a su oficina, sin embargo, no me separo de el. Siento que Edward me hundio al igual que la pelicula del Titanic. Fue el Iceberg que se atraveso en mi vida y acabo conmigo, y ahora yo caigo, lentamente y me hundo, me ahogo y siento que nadie podrá rescatarme.

—Shh…shh..tranquila—me susurra Bock y por un momento recuerdo  a mi padre cuando me contenía por alguna caída o peleas tontas con amigas, aquello me hace llorar mas.

Permanecemos varios minutos asi, hasta que siento que no me salen mas lagrimas. Me separo de Bock e intento sonreírle, pero fallo terriblemente. Me apoyo sobre su escritorio y puedo notar la gran mancha de lagrimas que deje en su caminera blanca, me da vergüenza porque estoy segura que no son solo lagrimas. Sorbo mi nariz y paso mi mano por ella para que no me saliera mas agua, ese liquido transparente que siempre sale de la nariz cuando uno llora mcho.

—¿Que ocurrió, Linda?—desvio mi mirada de la suya y me encojo de hombros. Meda verguenza decirle—¿Peleaste con Edward?—en ese momento me da ganas de reir, pero solo me sale un horrible ronquido de los labios.

—Ojala solo hubiera sido una tonta pelea—digo como puedo. El pecho me punza mas que nunca y me obligo a llevar mi mano allí para sobarme y asi dejar de sentir el pinchazon.

—¿Entonces?—inquiere para saber.

—El me estuvo usando Bock—digo von la voz quebrada y con mi labio inferior temblando. Mierda, las lagrimas amagaban con volver—...siempre fue una mentira. Él solo debia mantenerme alejada de su mundo...—digo con el ceño fruncido. Me llega a doler la cabeza—Ni siquiera sé el porque, no tengo ni la minima idea de porque se empeñó en hacerme tanto daño, cuando...¿Era necesario involucrarse conmigo de esa manera?—alzo con la vista repleta de tristeza, y dolor en busca de una mirada calida que me consuele. Sin embargo, no logro encontrala.

Bock permanece en silencio. Me asusta su silencio, mi mente comienza a maquinar ideas locas, y por ahí me pongo a pensar que Bock lo sabia todo, pero me niego a creerlo. No. Es Bock, no es como Edward. Pero cuanto mas lo observo, veo que mira al suelo y lleva una de sus manos a la cara.

—¿Bock?—me animo a decir con un hilo de voz casi inaudible. El alza la vista y veo dolor en su mirada, pena. Puedo ver que me pide perdón con sus ojos y niego antes de que dijera algo—Dime que no lo sabias—suplico. Pero el vuelve agachar la cabeza.

—Lo lamento mucho—susurra. Y siento que mi corazón se quiebra por segunda vez en menos de una hora—No estuve de acuerdo en ningún momento, pero…

—¿Pero? ¿Tu crees que hay lugar para un  “pero” en esto?—exalto casi sin energias. El me mira y niega volviendo agachar la cabeza.

—Se que el nunca quiso hacerte daño—lo justifica y me quedo helada. ¿Es enserio?—El tomó una muy mala desicion, pero si solo pudieras entender lo que sucede, sé que...

—¡¿ENTENDER?! ¡¿QUE MIERDA DEBO ENTENDER?!—exploto con ira. Dolor. Rabia. Decepcion— ¿Que tanto quieres proteger? ¿Por que?—casi me quedo sin aire al soltar todo eso. Bock niega sin decir nada.—niego incapaz de creer que he estado rodeada de gente falsa—Él me engañó, me utilizó y se aprovechó de mis sentimientos. Y al parecer no fue el unico que se aprovechó de ello.—veo los ojos de Bock cristalinos a punto de soltar lagrimas, pero una vez mas me niego a sentir compasion. Yo fui la unica lastimada aqui, y nadie lo entiende.