Darksouth: Detrás de la verdad

Capitulo 36

Edward

Despues de irme de Bock totalmente cabreado y decidir no aparecer por un tiempo me voy a casa, sin embargo, en el camino decido ir a ver a mi padre. En cuanto llego a su remolque viejo y desordenado, lo noto vacio por lo que me voy al bar de siempre. Al entrar esta casi vacio, puesto que aun es temprano para los borrachos habituales. Sin embargo, al fondo veo a Londra sentada con mi padre y Alice, la madre de Linda. Frunzo el ceño confundido y camino hacia la mesa de esos tres. Londra es la primera en notarme antes de que los ojos azules de mi padre y los verdes de Alice se enfoquen en mi, estos últimos lanzándome dagas invisbles que muy poco me importo. Tome una silla de otra mesa y me sente en ella. Alce mis cejas en dirección a mi padre para que me explique que pasaba aca. La mesa estaba repleta de papeles y Alice lucia como si estuviera trabajando. ¿Qué demonios me estoy perdiendo?

—¿Que haces aquí?—pregunta Scott. Vuelco los ojos y rasco la parte posterior de mi cabello ante de decidirme a contestar.

—¿Que no es obvio? Vine a tomar algo—digo mirando a Londra que sonríe negando con la cabeza mientras se pone de pie.

—¿Lo de siempre?—pregunta y yo asiento sin mirarla. Ella desaparece y me incorporo en mi asiento iclinandome un poco hacia delante para apoyar mis manos en la mesa.

—¿Y bien? ¿Que es todo este montaje? ¿En que lio estas Scott?—pregunto con una media sonrisa burlándome de el. Ellos intercambian miradas y de entrada la madre de Linda comienza a caerme como el culo.

—Son negocios Edward. No es de tu incumbencia—responde el. Y Alice asiente. Achino mis ojos hacia ellos y cojo uno de los tantos papeles de la mesa al azar. Le hecho un rápido vistazo y luego los miro.

—¿Que demonios significa esto?—mascullo entredientes mientras Alice me quita el papel de la mano—¡¿Piensas comprar el maldito bar?!—exalto tratando de no elevar mucho la voz. Scott mira en todas direcciones y Alice me mira con desaprobación. ¿Quién se cree que es?—¿De donde piensas sacer el puto dinero? Apenas puedes sobrevivir por tu cuenta—le espeto dejándome caer en el respaldo de la silla. Una risa gruesa y nada amistosa sale de mis labios con solo pensar en mi padre siendo un hombre de negocios.

—¿No crees que te estas pasando chico?—la voz de Scott es mas gruesa que la mia y al igual que yo, carente de humor o suavidad—Es solo un proyecto con Alice—dice mirando a la mujer rubia que es exactamente igual a la rubia que se adueña de mis pensamientos. Bufo con una diversión fingida y entonces ella me mira. Me clava esos ojos verdes de la misma manera en que Linda lo hizo cuando supo de mi traición. Siento la bilis quemar mi garganta y me obligo tragarla para no tener que expulsarla.

—Ese tono sarcástico e ironico no te llevara a ningún lado—salta ella. Enarco una ceja en su direccion y me cruzo de brazos con una expresión divertida en mi rostro—Conozco muy bien a los mocosos como tu,¿Crees que por tener esa chaqueta y que todos te teman eres un hombre?—una risa carente de humor se desprende de ella y me obligo a no desviar mis ojos de los suyos.—Estas tan equivocado Edward. Y que te quede claro…mi hija es demasiado buena para alguien como tu—espeta con brusquedad. Frunzo el ceño y miro a Scott que la mira exactamente igual que yo.

—¿No crees que es ironico que esas palabras de mierdas provengan de alguien a quien le ha mentido a su hija toda su maldita vida…ah y que además se revuelca con el puto líder de una pandilla de mala muerte?—ahora es mi turno de reir. Mi padre se puso rojo de ira y Alice  tiene la típica expresión de una persona como ella. Una estirada que se olvida de donde proviene.

—¡Edward cierra la maldita boca!—grita mi padre llamando la atención de unos cuantos. Sin embargo, Londra aparece con mi vaso de whisky y se sienta en su lugar mirando a mi padre y a mi viceversa. No me había dado cuenta que los dos estabamos de pies y solo la mesa nos separaba.

Alice cogió a mi padre del brazo y el rojo de su rostro desapareció. Londra hizo lo mismo conmigo pero quite mi brazo enseguida y me sente de mala gana. Me trague el whisjy de un sorbo y lo deje en la mesa sobre los papeles ganándome una mirada fulminante por parte de todos. ¿Qué se creen? Él haciéndose un hombre de bien, cuando siempre se ha dedicado a tomar cerveza, salir de bares con los suyos y que además, fundió por completo la pequeña fabrica de herrería que mi abuelo le dejo para sustentar a la familia. Y ella, la pandillera rehabilitada haciéndose la primera dama entre nosotros. La gran mentirosa. Los grandes mentirosos y me incluyo entre ellos. Esto es una mierda. Miro a Londra que escucha muy atenta a lo que Alice le dice. Se que no entiende ni mierda, yo tampoco pero no me esfuerzo por hacerlo. Ni siquiera le estoy prestando atención.

—¿Cuando me ibas a decir que ibas a vender el puto bar?—Londra me mira y achina los ojos en mi direccion antes de apuntarme con el dedo.

—Cuida tu jodido lenguaje conmigo—vuelco los ojos y ella suspira—Lo decidi hace poco—confiesa. Yo alzo las cejas mirándola, miro a mi padre que por su expresión se que se esta aguantando con todas sus fuerzas las ganas de partirme la cara—Se lo comente a Scott y el después vino con Alice—dice sonriendo en direccion a Alice que hace una mueca tratando de ser simpatica—No tenia idea que la muñeca brava estaba de vuelta—bufo en cuanto oigo eso ultimo y Londra deja de hablar para lanzarme una mirada asesina.



#41771 en Novela romántica

En el texto hay: amor, mentiras e intriga, pandillas

Editado: 25.05.2019

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