Darksouth: Detrás de la verdad

Capitulo 53

Doy vueltas en la cama por miedo a  soñar con Peat. Sé que cada vez que paso por algo realmente estresante, luego aquello se vuelve pesadilla. Y no quiero que Peat vuelva atormentarme en mis sueños. Tomo mi celular que esta bajo mi almohada y veo la hora. Son las una de la mañana, y Edward no ha respondido mi mensaje. Abro su chat y dice que su ultima conexion fue el dia anterior, por lo que, algo me dice que no ha estado pendiente del celular hoy en dia. Ojala venga a pasar la noche conmigo. Lo necesito. 

Me doy la vuelta mirando hacia la ventana. Toco con mis dedos la pulsera que Todd me regalo y trato de cerrar los ojos pensando en algo bueno, pero ni siquiera soy capaz de hacerlo. Ya no tengo esa capacidad de soñar algo bonito para dormirme, pues cada vez que cierro los ojos, el temor se apodera de mi. No quiero vivir teniendo miedo, pero lo extraño, es que no temo por mi, temo por los demas. Temo por Edward, por Todd, por Ethan, por Bea, por mi madre, incluso, tambien temo por Sandy. Me pongo a pensar que pasaria si no le cumplo a Pinzas en el tiempo acordado. No puedo evitar pensar en el daño que le causará a Ethan. ¿Como podria lastimar a alguien tan bueno como él? Siento ganas de llorar con solo imaginar a Ethan herido por mi culpa. Es por ello, que casi no he contestado sus mensajes, no quiero alejarme, pero si aquello evita que por lo menos lo tengan como el primer blanco de cada cosa, entonces que asi sea. Sorbo mi nariz cuando siento la humedad corriendo por mis mejillas. 

Me incorporo con la intencion de buscar pañuelos desechables para secar mis mocos, cuando el ruido de mi ventana abriendose me deja helada. Me imagino a Peat apareciendo y haciendome daño en contra de mi voluntad. La lagrimas se amontonan en mis ojos hasta ver nublado, pero me relajo hasta la medula cuando reconozco el cabello alborotado de Edward. Me pongo de pie y me abalanzo a sus brazos sin dejarlo siquiera a cerrar la ventana. Su aroma me tranquiliza hasta lo mas profundo y suelto un largo y entrecortado suspiro cuandos sus brazos me rodean con fuerza. ¡Dios! ¡Cuanto lo amo! Sus manos buscan despejar mi rostro de su pecho, y en cuanto lo hace acaricia mis pomulos con sus pulgares. Noto que se agacha un poco para tratar de mirarme en la oscuridad, sin embargo, saca de su bolsillo su celular y enciende la pantalla en mi rostro. 

—¿Que pasa Rizos?—susurra y solo soy capaz de negar mientras vuelvo abrazarlo. 

—Te extrañé tanto—murmuro y siento como su corazon comieza a latir con fuerza. Sonrio, porque el mio está igual que el suyo. 

Me separo y como si mis manos supieran a la perfeccion donde su rostro se encuentra, lo envuelven y lo acerco lo suficiente para besarlo. Sus labios estan frios debido al clima helado del exterior, pero me embriaga hasta sentir mil y una sensaciones. Sensaciones que a medida que el tiempo pasa, voy descubriendo mas gracias a él. Muerdo con delicadeza su labio inferior y el gruñe mientras sus manos aprietan mi cadera. Lo necesito. Nuestras lenguas se unen, y suspiro sobre sus labios mientras me pongo de puntillas de pie para poder captar mas sus sabrosos labios. Sus manos acarician mi trasero por encima de mi pantalon, y doy un pequeño brinco hasta enredar mis piernas en su cintura. Edward camina con seguridad hasta depositarme en mi cama. Tiro de su chaqueta  para quitarsela, y sin separar nuestros labios, él tira sus brazos hacia atras y ésta misma cae al piso. Paso mis manos por debajo de su camisera y siento como se estremece cuando lo acaricio. Sus manos estan frias y me provoca piel de gallina cuando acaricia la piel calida de mi vientre y suben hasta mis pechos. Tengo su buzo puesto, por lo que, debo cortar el beso para lograr quitarmelo. Edward aprochecha hacer lo mismo con su camiseta y sus dedos desabrocan mi brasier  dejando mis pechos al descubierto. Siento el fuego propagarse por mi cuerpo. 

—Joder...preciosa, cuanto te necesito—gruñe hundiendo su rostro en mis pechos haciendome sentir esas cosquillitas en mi entre pierna. 

—¡Edward, hazlo!—suplico cuando noto que está dando muchas vueltas. Oigo su risa ronca que me provoca una amplia sonrisa. 

Sus manos bajan mi pantalon de chandal junto con mis bragas y las quita de un tirón. Me apresuro para ayudarlo a desabrochar su pantalon, pero él lo hace mejor que yo, por lo que me tumbo hacia atras esperando aquello que tanto deseo. Saca de su billetera un envoltorio plateado, y se lo coloca tan rapido que apenas me doy cuenta. Suspiro con ansias cuando lo siento posicionarse encima mio. Abro mis piernas y lo siento entrar en mi. Jadeo por la exquisita sensacion. Oigo como maldice en voz baja, y resulta que me doy cuenta que me encanta cuando hace eso. Sus enormes manos me toman por mi espalda baja y me acomodan en la cama hasta dejar mi cabeza en la almohada. Atrapo sus labios ahogando nuestros jadeos, y poso mis manos en su rostro para tirar su cabello hacia atras. 

Sus movimienntos son de ensueños, y mi cuerpo de adecúa de una manera tan unica al suyo  que jamás me podria imaginar estar asi con alguien mas. Edward siempre será lo que mas anhelaré. Siento sus musculos tensarse a mi lado, y por mi parte, siento esa electricidad envolvente que me llena el cuerpo. Lo beso una ultiima vez antes de dejar que esa sensacion exquista nos sobrepase. Mi cuerpo se relaja y el suyo igual en cuanto tira su cabeza hacia abajo y me mira a los ojos. Pese a la oscuridad de la habitacion, puedo ver su rostro gracias a la luz del exterior. Está sonriendo y aquello me hace saltar de emocion. Paso mis brazos por su cuello y lo apego a mi para estrecharlo. 



#41788 en Novela romántica

En el texto hay: amor, mentiras e intriga, pandillas

Editado: 25.05.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.