Darksouth ll: Ante la mentira

Capítulo 1

Linda 

 

Tres días después, ya nos hemos instalados casi por completo en nuestro nuevo hogar. La casa es hermosa. Me encanta cada rincón de ella, no es lujosa ni tampoco es tan grande, pero para empezar, es perfecta. Aún nos falta comprar más muebles y ciertas comodidades, pero lo principal que es la cama, ya está lista. Me asombre muchísimo al enterarme que Edward eligió todo, aquello solo me hace amarlo un poco más de lo que ya lo hago. El solo hecho de que se haya tomado el tiempo de hacer estas cosas me encanta, aunque hubiera preferido hacerlo juntos. 

Ahora estoy sacando mi ropa de la maleta para guardarla en nuestro closet. La parte de Edward ya está lista y me da risa que su ropa oscura haga un perfecto contraste con el closet color blanco, en cambio, mi ropa que es más colorida le da un poco mas de vida. Dejo las prendas bien dobladas encima de la cama y miro un poco a mí alrededor. Sonrío sin poder evitar esta emoción que crece dentro mío, frente a nuestra cama hay un mueble que ocupa casi todo el ancho de la habitación, allí está la televisión que me traje de mi casa, y hay algunos portaretratos míos cuando era niña, uno de Edward que le robé a Karin, una foto mía con Molly, otra foto mía con Sandy y Todd y por último, fotos nuestras el día que nos casamos en Seattle. Es todo lo que alguna vez soñé e incluso, es mucho mejor. Nunca pensé que me casaría a tan temprana edad, pero tampoco me imaginé enamorarme de alguien tan diferente como lo es Edward, aunque ahora, nos vamos pareciendo cada día un poco más. 

Sin embargo, pese a que todo es felicidad y emoción, se me hace imposible no pensar en July y en su repentina aparición. No puedo dejar de pensar que su llegada alterará todo en nuestras vida, solo espero que nuestra relación no se vea afectada. Puesto que es difícil ver a la ex novia de tu esposo, renacer de las cenizas y fingir como si no fuera gran cosa. Por otro lado, Edward no ha vuelto a nombrar a July desde que se fue de nuestra casa. Más bien, desde el segundo que ella desapareció por la puerta, él fingió como si no hubiera pasado nada. Me extrañó al principio, sobre todo en la manera tan desesperada e inesperada que me pidió hacer el amor. Por un momento, llegué a creer que él necesitaba despejar su mente conmigo, que necesitaba quitarse a July de la cabeza, pero como dije antes, él no ha vuelto a hablar de ella. Aunque si, cada vez que lo veo solo por un momento, tiene la mirada perdida y luce pensativo, pero fuera de eso nada más ha sido extraño por ahora. No sé que repara el futuro con respecto a ella y a nosotros. 

 

—¡Al fin!—oigo que Edward se queja dejando una maleta en el piso. Doy un pequeño respingo y volteo a verlo. Él se deja caer en la cama y me mira—Demonios Rizos ¿Cuánta ropa tienes? —pregunta y me hace reír un poco. Dejo la prenda que pretendía doblar hace más de quince minutos y me tumbo en la cama hasta estar encima suyo, él sonríe de esa manera tan hermosa y apoya sus manos en mi trasero. 

—No es para tanto—le digo y el niega con una mueca. 

—¿En broma? Podrías abrir un tienda con toda tu ropa—dice y achino mis ojos negando. 

—Eres un exagerado—digo y saco mi lengua como berrinche. Apoyo mi mentón en su pecho y él me mira. 

—¿Que pasa?—pregunta. 

—¿Por qué no has vuelto a tocar el tema de July?—pregunto y me arrepiento enseguida. Él me mira sin expresión alguna y deja caer su cabeza hacia atrás. 

—¿Por qué debería hacerlo? Creo que no es momento de hablar de ella cuando recién nos estamos instalando...—dice pero por el tono de voz, sé que le ha molestado mi pregunta. 

—Pues...yo creo que sí es el momento, considerando que la hiciste pasar a nuestra casa cuando yo aún ni siquiera la conocía, así que creo que es el momento perfecto—respondo con el mismo tono que él. Me alejo un poco y me siento a su lado. Edward se sienta quedando enfrente mío y resopla. 

—¿Esperabas que hablara con ella afuera o que?—dice y frunzo el ceño. 

—No, pero no me vengas a decir que no es el momento porque nos estamos instalando. Quiero saber cómo estás con todo esto Edward, no quiero que te guardes cosas ni me ocultes nada—digo bajando la guardia un momento. No puedo molestarme por eso, es tonto además sería muy egoísta de mi parte. 

—No te oculto nada—dice enseguida—...pero no sé porque tanto interés. Ella está viva, Pinzas fue el responsable de todo y ya está, no es ninguna sorpresa que él haya tenido algo que ver—dice pero no soy capaz de tragarme eso. 

—¿Es enserio Edward? ¿Me vas a decir que no sentiste nada al verla? ¿Acaso te dió lo mismo que ella haya estado viva todo este tiempo?—necesito que me demuestre algo más que solo lo que me está diciendo, porque nadie es tan inhumano para no sentir nada y quiero que él sea sincero. 

—¿Te refieres a si aún siento cosas por ella? ¿Es eso?—pregunta mirándome fijamente. No sé si a eso me refería, pero ahora que lo dice, creo que una parte de mi quiere saberlo con todas sus ganas. —¿Es una jodida broma Rizos? 



#41374 en Novela romántica

En el texto hay: mentiras, peligro, amor y odio

Editado: 15.08.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.