Edward
En cuanto cuelgo me pongo de pie tomando las llaves y salgo de la oficina. Choco con July en el corredor y solo niego con un gesto de mano ante lo que me quiere decir y sigo avanzando. Le aviento las llaves del bar a Chad y le digo que está a cargo y me voy sin decirle nada a nadie. Si Linda ha vuelto a tener pesadillas, por algo es y no me gusta. La última vez que tuvo pesadillas fue cuando Ty murió. Me despertaba a altas horas de la madrugada debido a sus gritos y aunque intentara con todo mi ser, me costaba mucho hacerla reaccionar. No quiero imaginarme cómo está ahora que se encuentra sola, porque la conozco lo suficientemente bien como para deducir que ella nunca le dirá a Mark ni a Karin sobre sus sueños tormentosos.
Me subo a mí auto y es cuestión de minutos cuando ya me encuentro en la carretera rumbo a su encuentro. Solo me toma un par de horas llegar, e incluso un poco menos. El sol ya se ha ocultado y probablemente nadie me espera, mejor dicho, nadie a excepción de Linda me espera. Seguro creeran que estoy loco. Solo ha pasado un jodido dia y ya estoy corriendo para poder verla, pero ¿que mierda van a saber ellos? Lo que tenemos con Linda es algo tan fuerte que en verdad, es imposible de explicar. Ni siquiera yo logro entenderlo del todo, pero solo sé que es una maldita necesidad de verla, es como si mi sistema no quisiera trabajar sin antes verificar su bienestar. Es una conexion mas alla de los sentimientos, mas alla de lo racional, es como si...justamente como dijo July, hubieramos nacido para estar juntos.
El destino me privo de la felicdad para asegurarme ser el hombre mas feliz de la tierra cuando ella apareciera, y asi es. Todo es gracias a ella, ¿que haria si mi Rizos me llegara a faltar alguna vez? Solo de pensarlo me siento enfermo. Me rehuso a perderla, aun asi pasen los años y ella se aburra de mi, pondre todo lo que este a mi alcance para hacerle saber el amor que le tengo y el amor que nos merecemos tener juntos.
Dejo los pensamientos cursis de lado y estaciono el auto frente a su casa cuando llego. Me bajo rapido y toco el timbre de la casa, pero como estoy impaciente, no me basta solo con el timbre por lo que, con mi puño me pongo a darle golpes a la puerta. Oigo que alguien resonga del otro lado, y en cuanto se abre la puerta, veo a la mocosa abrir sus ojos exageradamente grandes. Ni siquiera reparo en ella y entro en la casa haciendola a un lado. Karin aparece en la sala y su cara refleja la sorpresa que le da verme, sin embargo, detras de ella aparece Mark quien frunce el ceño y los tres se quedan mirandome como si fuera un intruso.
—Edward...¿que haces aqui?—pregunta Karin mientras intercambia miradas con Mark.
—¿No es obvio?—digo y soy conciente de que a Mark no le ha gustado nada mi respuesta, puesto que amaga con avanzar hacia mi—Necesito ver a Linda...—digo antes de que él me diga alguna palabra—¿Puede ser?
—Claro que si hijo, ella esta en su habitacion—interrumpe Karin sin dejar que Mark conteste. Solo le hago un asentimiento con la cabeza y subo las escaleras corriendo.
Su puerta esta entreabierta, asi que la abro despacio y me asomo antes de entrar por completo. Ella se incorpora enseguida en la cama y se pone de pie para correr a mis brazos y hundir su rostro en mi pecho. La rodeo con mis brazos y suspiro de alivio cuando su aroma tan caracteristico me invade las fosas nasales. Sonrio cuando sus brazos me aprietan como si temiera dejarme ir. Joder, como la he extrañado en tan poco tiempo.
—¿Como estas?—pregunto. Ella destapa su rostro y sonrie cuando me mira a los ojos.
—Feliz ahora que te veo—dice y le sonrio antes de darle un corto beso en los labios.
—¿Que fue lo que pasó?—pregunto. Ella me suelta y deja de sonreir para darse la vuelta y volver a la cama.—Linda si vine aqui es para que me digas que fue lo que te paso. ¿Por que la pesadillas?—pregunto tratando de sonar suave y tranquilo. No quiero agobiarla.
—Solo fue una pesadilla—dice pero no se anima a darme la cara. Me siento a su lado y tomo su mano para darle la confianza de que me cuente.
Sin embargo, antes de que ella dijera algo mas, unos golpes en la puerta hace que toda la atencion se vaya a Karin quien nos viene a buscar para cenar. No quiero cenar, pero ellas insisten en que baje. Lo hago solo para que dejen de insistir y me siento de mala gana en la mesa. Cruzo miradas con Mark quién no ha dejado de mirarme desde que me senté, pero si cree que me intimida está tan jodidamente equivocado. Linda está sentada a mi lado y al lado de ella está la mocosa, Karin está en la cabecera y Mark en la cabecera justo enfrente de Karin.
El silencio reina. Solo se oyen el choque de los cubiertos con el plato e incluso la mocosa está callada. Creo pensar que se debe a mí visita tan inoportuna. Dejo el plato a medio comer, y me cruzo de brazos mientras me siento en el respaldo de la silla. Rizos voltea a verme enseguida y eleva sus cejas para indicarme que me siente bien. Obedesco a regañadientes y llevo el vaso de agua a mis labios para beber y hacer algo que solo mirar el plato.
Entonces, Mark rompe el silencio.
—¿Que tal tu primer día cariño?—todos vuelcan sus ojos en Linda quién casi no ha tocado su plato.
—Estuvo bueno...me gustó—dice con una sonrisa. Mark asiente sonriendo igual y vuelve a su plato antes de continuar.