Darksouth ll: Ante la mentira

Capitulo 29

Edward 

 

—Te  dije que ese hijo de puta no te dejaria libre—exalta Will cuando le conté lo de la cena con las lacras igual al Zorro—¿Sabes porque te invito a esa cena? Para venderte Edward. Estoy seguro que mas de uno de esos malnacidos planean comprarte y él hara lo que sea para atarte de manos y que no rechaces esa facilidad de hacerle ganar mas dinero—dice. Sé que fue con ese fin. Sé que estoy hasta el fondo en esto. 

—Ya sé todo eso. Si te llame es para que me ayudes a safar del Zorro. Le he dicho que estas son mis ultimas carreas y luego el trato se acaba, pero me ha dicho eso si es que  llego a ganar.—le digo y mi padre rie negando con la cabeza. 

—Aunque ganes no te dejará.—dice. 

—Ya sé, demonios—digo y tiro de mi cabello—No necesito que me recuerdes esas mierdas ¿si? Ya se que estoy hasta la putísima mierda en esto ¡Ya lo sé maldita sea!—bramo golpeando la mesa y haciendo caer unos vasos. 

—Ya no tienes quince años donde podía negociar con él. Ya eres una dulto Edward. —me dice y lo miro. 

—Eso significa que te lavarás las manos ¿no?—él suspira y niega mientras se acerca.

—Pienso en ti cada momento Edward, pero cuanto  más corras para él y más ganes, más dificil será que salgas muchacho. ¡Comprende hijo!—me dice y aunque suene cobarde, tengo ganas de huir. 

—Entonces no tengo salida Scott. Este hijo de puta ya me tiene atado de manos—digo y paso mi manos con frustracion por mi rostro. 

—¿A que te refieres?—pregunta con cautela.

—Sabe de Linda. No me ha dicho nada con respecto a ella, pero la nombró en una conversacion. ¿Sabés lo que eso significa? él sabe que por ella haria cualquier cosa. Lo sabe—digo y veo a Will suspirar y llevarse las manos a la cabeza igual que yo. Eso, es un claro indicio que mi padre, el grandisimo Will Scott, no tiene una solucion para ayudarme. 

 

No se me ocurre nada. Por lo visto, tendré que correr para el Zorro por un buen tiempo, y no podré ocultarselo para siempre a Linda. Y sé que soy un idiota. Acepté ese trato cuando pude haberme negado y pensar bien en como liberar a los Darksouth de sus garras, pero fui un imbecil impulsivo. En simples palabras, acabo de venderle mi alma al diablo. Sin embargo, el Zorro es de mis ultimas preocupaciones. No tengo cabeza para el bar, por ello agradezco que Chad tome mi lugar cuando no estoy, pero no puedo hacer lo mismo con mi lugar en casa cuando Linda viene. La estoy alejando de a poco, y creo que aunque sea un completo cobarde, creo que prefiero alejarla de mi, y asi ella no correrá peligro. No soportaria que la lastimen por mi culpa. Ella ya paso demasiada mierda con Pinzas como para que ahora sea yo, quien la meta en otro peligro. 

Linda volvió a irse y ni siquiera sé si vendrá para el findesemana. No pretendía comportarme como un idiota con ella, pero no sabía qué hacer. La veo triste y molesta al mismo tiempo y me encantaría hacer algo para solucionar todo, pero no puedo hacer nada hasta no solucionar la cagada que tengo con Zorro. Y lo peor es que no se cómo hacerlo. 

Will se va de mi casa dejándome solo y me tumbo en el sillón a pensar un poco. Estoy pedido y siento que estoy hundiendo a todo el mundo en mi miseria. A Linda, al bar, a mi padre, a los Darksouth, a todos. En eso mi celular vibra en mi bolsillo y me llega un mensaje del Zorro citandome está noche. No le respondo, pero el sabe que asistiré de todas maneras. 

¿Realmente vale la pena arruinar mi vida por los Darksouth?

En primer lugar yo no quería hacerlo, pero Linda insistió ya que, sintió pena por Nikki. Si tan solo supiera que está tan metida y sumergida en las drogas que ni sacándola a rastra podríamos ayudarla. Nikki ya se perdió. No me sorprendería si un día me entero que murió de una sobredosis. 

 

 

Día viernes. 

—¿Cómo estás para hoy?—pregunta July cuando estoy terminando de guardar mis cosas. Alzo la mirada hacia ella y me encojo de hombros. 

—No sé. Y me importa una mierda—le digo. Guardo mi celular en mi bolsillo trasero y rodeo el escritorio—...de todas maneras, esto no acabará July. 

Dicho aquello me largo. No quiero salir por la puerta principal, por lo que, salgo por la puerta trasera. Me monto a la motocicleta y voy a casa. Necesito cambiarme de ropa y como no sé si Linda vendrá, prefiero llegar rápido antes de que ella lo haga, si es que viene. Sin embargo, cuando voy llegando me doy cuenta de su auto, y entonces sé que debo prepararme internamente. Entro despacio y le echo un rápido vistazo a la sala, pero no hay señales suyas. Así que, supongo que estará en el segundo piso, pero al llegar a la habitación, tampoco está. Por precaución, decido llamarla pero su su teléfono está sobre la cama, lo que significa que no fue lejos. 

Me siento en la cama y decido esperarla, solo para verla. Pasan algunos minutos cuando siento la puerta abrirse. Decido ponerme de pie y ser yo quien baje las escaleras. Ella está apoyada en el sillón y muerde la uña de su dedo pulgar mientras mira pensativa el piso. 



#41379 en Novela romántica

En el texto hay: mentiras, peligro, amor y odio

Editado: 15.08.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.