Darksouth ll: Ante la mentira

Capitulo 43

Linda 

Despierto sobresaltada con la sensación de que me estaba hogando. Al abrir los ojos, me encuentro con Peat delante mio y aquella sensación de ahogo se debió porque el idiota me tiró un vaso con agua al rostro. Miro con miedo y desorientacion todo lo que me rodea, y no se donde mierda estoy, solo sé que no estoy en la cabaña. Peat me da una leve patada en mis piernas para lograr que lo mire y me hago hacia atras arrastrandome con mis brazos para estar lo mas alejada de él. 

—Al fin despiertas bella durmiente—bromea y suspiro mientras reparo que me encuentro en una habitacion sin cama, sin muebles y solo con un colchon y un par de frazadas en donde estaba acostada. 

—¿Donde estoy?¿Donde esta mi hija?¡¿QUE HICIERON CON MI HIJA?!—exalto poniendome de pie, sin embargo Peat se acerca y me golpea en el rostro haciendome callar de sopeton. 

—Cierra la maldita boca. —me dice entredientes—...este es tu nuevo hogar princesita—dice exteniendo sus brazos a los lados—...y mira, tienes una maravillosa vista al mar—dice y hace un movimeinto de cabeza indicando hacia una pequeña ventana. Me acerco dudosa hacia alli y efectivamnete está el mar, pero no es una vista cualquiera, literalmente estamos en el mar. 

—¿A donde me llevas?—pregunto temiendo la respuesta—¡¿Que mierda harás conmigo hijo de puta?!—espeto retomando el valor para enfrentarlo. Él rie. 

—Sorpresa—dice y se acerca a un bolso que está tirado en el piso y lo patea en mi direccion. —Para que te cambies de ropa, el viaje es largo—dice y se va cerrando la puerta de metal con traba.

 

Llevo mis manos a la cabeza y doy una vuelta en mi lugar tratando de asimilar lo que ha pasado. No sé cuanto tiempo estuve dormida, pero ahora todo cae en mi. Todos los recuerdos de la última vez. La muerte de Sandy, la de Nikkki, y que me quitaron a Alena de mis brazos. El aire comienza a faltarme y caigo de rodillas con mis manos en el pecho mientras las lágrimas se atoran en mis ojos. No puedo creerlo. No puedo creer que me haya pasado esto. No dejo de pensar en mi hija y no sé que es lo que esa hija de puta le está haciendo. Necesito salir de aqui. Busco desesperada alguna salida, pero las cuatro paredes que me rodean, no tienen ni siquiera una ranura. Nuevamente estoy encerrada, pero esta vez sin nada. Me tapo el rostro con las manos y no hago mas que llorar, pues ¿que mas puedo hacer? ¿que ma sme pueden arrebatar? 

Luego de lo que me parecieron horas, en lo que mis ojos se hincharon y mi garganta ha empezado arder, comienzo a sentir frio. Aun estoy mojada por el agua que Peat me tiró encima, pero me percato de que la humedad en mi vestido, no solo se debe al agua, pues cuando llevo mis manos a mis pechos, noto que la humedad sale de ahi. No comprendo el porque, hasta que me doy cuenta que estos están mas duros y mas grandes de lo normal y al tocarme me duelen. Es la leche. La leche que deberia estar alimentando Alena. Estoy completamnete mojada por ello, y no se que hacer. Temo sacarme la ropa por miedo a que Peat entre, pero necesito sacarme esto rapido. Busco entre la ropa que me trajo, y saco una camiseta y una sudadera. Me quito rapido el vestido y me seco con la camiseta, puesto que ni siquiera tengo un poco de agua para limpiarme. Me siento sucia y asqueada, pero supongo que no puedo hacer mas. Noto que mi cuerpo ha vuelto a su estado casi normal, aunque de todas maneras mi vientre quedó un poco abultado, pero supongo que es normal. En mis piernas aun veo un poco de sangre debido al parto y entre lagrimas intento limpiarme. ¿En que momento mi vida se volvió esto?

Me visto rapido y me coloco un pantalon para abrigarme un poco mas. Me acuesto en ese colchón y me tapo con las mantas mientras mi cabeza me tortura con esos recuerdos tormentosos. Todo lo de los ultimos meses caen con violencia sobre mi. Arrugo las sabanas en mis dedos mientras el llanto que intento tragarme es tan grande que no me permite hacer algo mas que no sea liberarlo. Me sale un gemido doloroso y angustiante cuando al llorar no me cabe el dolor que se acumula en mi pecho. Llevo mi mano a esa zona dolorosa y todo se vuelve peor. Mucho peor. Nunca antes habia llorado de esta manera, tan desgarradora que creo que se me saldra el corazon hecho pedazos. Mi alma la siento destruida. Mi cuerpo no responde como deberia, y es que, mi unica fuente de energia, esperanza y luz, me la arrebataron de los brazos. Me quitaron todo. Me lo robaron para no regresarlo jamas. Me dejaron desamparada y mas sola de que cualquier otra persona pueda estar. No quiero seguir asi. ¿Es posible morir de pena? Porque si es asi, entonces quiero morir. Por favor, solo...llevenme. 

 

Han pasado dias. No se cuantos con exacttud, pero he visto a un tipo entrar dos veces al dia para dejarme comida, la cual nisiquiera pruebo,  y he contado que ha hecho aquello seis veces, lo que significa que han pasado tres dias. Pero no sé. Peat entró obligandome a despertar y dejó una muda ropa. 

—Ponte esto. Rapido—me ordena y cuando miro hacia la pequeña ventana, me doy cuenta que estamos en un muelle. Sea donde sea que Peat me trajo, hemos llegado. 

Ha dejado un vestido color amarillo horrendo, y unas zapatillas. Me lo pongo y desearia con todo mi ser, ser capaz de tomar una ducha. Siento que apesto y jamast en la vida me he encontrado tan descuidada con mi persona. Me da verguenza salir asi. Pero Peat vuelve a entrar y me ordena acercarme. Me toma con fuerza de la muñeca y antes de salir, me entrega unas gafas de sol. 

—Finge que eres la mujer mas feliz del mundo o la pagaras. Te lo aseguro—me amenza antes de salir. Me coloco las gafas y en cuanto los primeros rayos de sol me golpean el rostro, no puedo evitar ocultarme detras de Peat. 

Hace meses que no veo el sol y hacerlo asi de repente, es como si me quemara en los ojos pese a las gafas. La gente nos choca puesto que corren para recibir a sus familiares. Y peat me apreta mas de lo normal la mano para obligarme a seguirlo. Camino a tropezones y cuando al fin salimos del montón de gentio, noto que caminamos por el muelle custodiados por dos tipos hasta llegar a una parte donde solo se ven yates. Un caballero de avanzada edad sale de uno de ellos y estrecha su mano con Peat. 



#41387 en Novela romántica

En el texto hay: mentiras, peligro, amor y odio

Editado: 15.08.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.