Darksouth lll: Buscando verdad y justicia

Capitulo 3

Llevo algunos dias despierta en este hospital tratando de descubrir quien soy. Pese a que desperté creyendo que tenia diesisiete, hoy desperte sabiendo que tengo veinte. ¿Que ha pasado en esos tres años restantes? No se como decirle al doctor sobre esto, es tonto y vergonsozo. Sobre todo, porque en estos dias no han querido mas que saber que demonios ocurrió conmigo, y yo no ayudo a la causa. Sin embargo, la enfermera de piel morena, al fin supe que era enfermera, entra en compañia de un hombre canoso y uniformado y con un muchacho de cabello castaño y sonrisa ladina. Me sonrojo cuando sus ojos conectan con los mios y aparto la vista para centrarla en mis manos entrelazadas sobre mi abdomen. Ellos se sientan y detras entra el doctor Taylor. 

Linda, el es el Jefe Daviesdice apuntando al hombre canoso que me sonrie, pero me intimida—...y el es Jacob Sayer, quien te encontró en el mar—dice y lo miro de inmediato.

Hola—saluda ese tal Jacob—...entiendo que estes asustada y confundida...

—Queremos saber si eres capaz de recordar algo de todo lo sucedido. Queremos ayudarte.—dice el jefe Davies interrumpiendo al chico. Yo solo niego un tanto cohibida. 

Él intercambia miradas con el doctor Taylor, y ambos se disculpan antes de salir con Margareth, la enfermera, detrás de ellos. 

Lamento que hayamos venido asi de sopeton—se disculpa y sonrie. Tiene una linda sonrisa. Le sonrio de vuelta y suspiro.

—Lo siento—digo y él me mira como si no esperara a que le hablara—...no puedo recordar que fue lo que me pasó.—digo y el asiente de inmediato.

—Bueno, por lo menos ahora sé que eres americana—dice y me hace reir un poco.

Gracias por...salvarme—musito luego de un rato en silencio.

—No agradezcas, fue un instinto natural...supongo. Temia mucho haber llegado tarde—admite agachando la vista.

—¿Estaba muy mal?—pregunto. Aún sé la respuesta perfectamente.

—Pensé que no sobrevivirías—dice y por la expresión en su rostro, sé que realmente estaba muy mal—...me hace muy feliz que estes bien y quiero que sepas que...aqui estaré si me necesitas. Entiendo que no recordar ya es demasiado frustrante como para que estés sola en este proceso...—dice y sonrio agradecida. De pronto, esa sensación de vacío y completa soledad, se llena un poquito. 

Gracias Jacob—digo. 

—Solo Jake—dice y ambos reimos. 

 

Despierto y no puedo evitar sonreir. Jake fue lo mejor que me pudo haber pasado aquel día. Recordar ese momento me llena de felicidad. Él apenas era un chico de veintidós años que estaba en su segundo año de preparación para convertirse en el mejor agente. Desde ese día, Jake iba a diario para verme. Me ayudaba con mis terapias y en cuanto me dieron el alta, él y el jefe Davies, me llavaron con ellos. De alguna manera, se hicieron cargo de mi. Alli conocí a Charlie, pues el jefe Davies me comentó que a los reclutas, las agencias les daban un piso para que se hospeden mientras hagan su trabajo habitual y cumplan con sus responsabilidades. Pese a que estaba viviendo allí con Charlie, mientras yo solo era una chica que no conocía a nadie y además apenas recordaba algo de su vida, me pareció que lo más justo es que yo hiciera algo para  no aceptar nada gratis. Así fue como Jake me convenció de que me meta al área policial. Al principio dudé, no crei que fuera capaz de ser algo así, pero luego fui liberando cierta energía y me animé.

Tanto Charlie como Jake se volvieron indispensables en mi vida. Sin ellos no se qué habría sido de mi. Y les estoy completamente agradecida. 

 

Me levanto, puesto que hoy es domingo y camino hacia la cocina para prepararme un poco de café. Charlie aún duerme, por lo que no pienso molestarla. Ayer le tocó turno tarde y regresó de madrugada. Me siento en el futón con mi taza de café y una tostada. Esto me trae algo de nostalgia. A veces tengo unos pequeños flashbacks de estar haciendo esto mismo pero en otro lugar. Beber café y comer tostadas con mermelada me da una pequeña opresión en el pecho. Como una especie de deja vu. Tantas cosas que tengo en la cabeza, pero es como si a esas cosas les borraran pequeñas partes y por ende, todo queda inconcluso. Por ejemplo, puedo recordar estar en una cocina desayunando esto mismo con una persona, pero no logro saber quién es esa persona. O estar desayunando en la cama con alguien pero no sé quién es ese alguien. Todo es muy raro. 

Luego de terminar lo mío, lavo mi taza y regreso a mi habitación. Abro las cortinas y me pongo a ordenar un poco. Una vez que ya he hecho  la cama y ordenado un poco mi ropa, me siento en mi escritorio para ponerme a estudiar un poco. Pasar esta prueba es muy importante para mi, pues si la paso con éxito significa que dentro de la agencia podré hacer más que solo servir café, podré estar presente en algunas reuniones y operativos pero sin participar directamente, pero al menos estaré ahí. Abro el cajón para sacar unos destacadores, cuando me percato de un collar. Frunzo el ceño y lo saco para verlo. Había olvidado este collar. 

Esto estaba en tu chaqueta cuando te encontramosme dice Jake mientras me entrega un collar en forma de corazón.

Lo tomo entre mis dedos y lo reviso. Parece que es un relicario, pero al parecer han forzado la pequeña cerradura que indica que lleva una llave y éste ya no se puede abrir. Tal vez, estar tanto tiempo mojado, terminó por averiarlo. 

El relicario. Dónde sea que estés allí estaré a tu lado. Leo en voz alta la escritura que tiene grabada a su alrededor y suspiro. ¿Esto realmente será mío? Tal vez lo encontré antes de que esto pasara y lo guardé, porque por más que intento, no tengo ni un solo recuerdo de un relicario. Quizás sea algo insignificante, quizás  esté vacío por dentro. Quién sabe.  Vuelvo a guardarlo y decido seguir con mis estudios restandole importancia. 




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