Ya ha pasado una semana de preparacion, o mas bien, preparacion para Charlie y Jake, puesto que a mi nadie me ha llamado. Ni siquiera me han dicho que papel cumpliré en el operativo. Solo nos quedan dos semanas, y al ritmo que vamos, comienzo a sospechar que mi funcion será quedarme encerrada en el departamento escribiendo en mi cuaderno y anunciando cualquier pista nueva que venga a mi. Creo que por eso me trajeron. En fin, Charlie salió junto a Jake temprano en la mañana y como sé que a mi nadie me llamará ni me vendrá a ver, decidí salir a pasear. No conozco la ciudad, solo sé que estamos en Washington D.C. El calor es terrible, por lo que solo me pongo un jeans algo roto pero sé que muchas usan asi los pantalones y me pongo una sudadera sin nada abajo, recojo mi cabello en una coleta alta y salgo colocandome unas gafas de sol que son de Jake.
Cuando salgo del ascensor, le pregunto al conserje sobre algun lugar lindo y turistico para visitar. Él me hace un listado de los lugares mas lindos para conocer, y una vez que le doy las gracias, salgo y tomo el primer taxi que veo. No se muy bien donde ni cuando bajarme, por eso le pido que me deje en el centro y de ahi podria caminar. Cualquier cosa es mejor que estar encerrada y mirar por la ventana como un perrito que espera a su dueño luego de estar un dia solo en casa. Saco mi celular y capturo algunas imagenes y continuo con lo mio. La gente sale en familia, algunos se notan que van alguna piscina, y otros, al igual que yo, solo pasean. Veo un carrito de esos que venden hot dog, y me acerco para comprarme uno. Me siento en una banca y comienzo a comer mientras miro la gente pasar. Solo estoy a horas del lugar en donde viví parte de mi vida y no se que pensar. Ellos deben creer que estoy muerta o que desaparecí por arte de magia, cuando en realidad, solo estoy a un paso. Que extraño es pensar en ello, me resulta algo escalofriante.
Luego de un rato de mirar la gente ir y venir, decido caminar hacia un museo que hay por aqui cerca. Es el museo de Lincoln. Nunca antes habia estado en un museo. Me quito la gafas de sol y entro junto a un grupo de personas. Me quedo mirando algunas esculturas, cuadros y cosas significativas para la historia. Hay una enorme estatua de Abraham Lincoln en la entrada que es como ver a un gigante, es impresionante. Antes de irme decido sacarle una foto, pero por lo enorme que es y la cantidad de gente que hay, debo retroceder varios pasos para conseguir un buen ángulo, sin embargo, justo cuando encuentro mi punto céntrico, alguien choca conmigo logrando que mi celular cayera al piso.
—¡Oh cuánto lo siento!—se disculpa la chica quien se agacha al igual que yo para recoger mi celular—Juro que no te vi, hay tanta gente por acá...—dice y se rie un poco cuando ella es más rapida y alcanza mi celular antes que yo.
Sonrío por su amabilidad y me pongo de pie segundos antes que ella. La chica de baja estatura alza la vista en mi direccion y su sonrisa desaparece y retrocede unos pasos donde mi celular se resbala de sus manos. Frunzo el ceño sin comprender que ha pasado y me agacho dudosa para alcanzar mi celular. La chica se me queda viendo como si fuera un fantasma. Sus ojos grandes bajo unas gafas cuadradas se ponen cristalinos y ella niega sin creer lo que esta viendo. Me volteo pensando que está mirando a alguien mas, pero al verificar que es a mi, comienzo a sentirme un poco incómoda.
—¿Estas bien?—pregunto y me acerco un poco y ella retrocede.
—¿Linda?—pregunta casi inaudible. Alzo mis cejas algo sorprendida de que sepa quien soy.
—¿Me conoces?—pregunto y ella frunce el ceño mientras seca algunas lagrimas.
—Eres tu...—murmura antes de abrazarme con fuerza.
No comprendo que esta pasando. Ella me abraza y apenas puedo palmear su espalda sin sentirme como una tonta. Ella se separa segundos despues y tira su cabello castaño claro hacia atrás y niega.
—¡No puedo creerlo!—dice y sorbe su nariz. Me sonrie ampliamente y luego esa sonrisa disminuye como si se hubiera acordado de algo—¿Donde has estado? Creimos que habias muerto...¿como...como es posible Linda?
—Yo...lo lamento—digo y niego. —... perdón, pero no se quien eres—susurro y ella deja caer sus hombros hacia delante.—...no es que no quiera saber quien eres, es que yo...hay cosas que yo...yo no se. Dijiste que me conocias...¿De donde?—pregunto y ella me mira como si me hubieran salido tres cabezas.
—Fuimos amigas en la preparatoria—dice rapido—...¿Todd? ¿Ethan? ¿Edward? ¿No recuerdas a nadie?
—¿Edward?—pregunto cuando algo en mi cabeza hizo click con ese nombre.
—Si, Edward...él y tu...—en ese momento mi celular suena haciéndonos sobresaltar a ambas y decido contestar algo aturdida.
Charlie me pregunta donde estoy y le cuento rapido que estoy en el centro. Dudo si decirle o no sobre esta chica que ni siquiera sé su nombre, pero decido en no decirle nada, no por el momento.
—¿Como te llamas?—pregunto al cortar la llamada y confieso que me da algo de pena ver su rostro con algo parecido al dolor.
—Soy Bea—susurra y hago una mueca cuando sus ojos se cristalizan.
—Lo lamento Bea—digo—...¿te gustaria venir conmigo? Creo que...hay algo que debes saber sobre mi—digo y ella asiente enseguida.
Agradezco que no me cuente nada de mi vida en el trayecto de regreso al edificio. El ambiente está algo tenso y yo me siento muy, pero muy ansiosa. Bea me conoce y conoce a Edward y puede que tambien conozca a July. En cuanto llegamos, pago el taxi y la invito a pasar. En el ascensor el ambiente se corta con tijeras y agradezco cuando este se abre y nos deja salir. Saco mis llaves y abro la puerta donde entro primera y le hago una seña con la mano para invitarla a pasar. Ella se queda de pie a un lado y el grito de Charlie nos sobresalta a ambas nuevamente.
—¿Lin eres tu?—grita desde el pasillo que lleva a la habitacion.—Si eres tu, Davies quiere vayas mañana a la central—grita nuevamente y me muerdo el labio antes de avanzar unos pasos.
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Editado: 10.07.2023