Linda
Jake ya se fue y estoy completamente nerviosa. Esto es real. Esto está sucediendo. Si bien, Jake fue enviado primero porque quieren que él "tantee" el terreno y luego me mandarán a mi. Estoy ansiosa y algo asustada al mismo tiempo. Pero no un susto de miedo, más bien es un susto de no saber con qué me encontraré al pisar NY. Sé que debo adaptarme al plan y aferrarme a él como si mi vida dependiera de ello, pero ¿Que tan fuerte tendré que ser para no derrumbarme?
Bea me ha estado ayudando mucho, tanto en el apoyo moral como en la compañía que me hace día a dia. Es como haber recuperado una pequeña calidez de aquella que tanta falta me ha hecho estos años. Me cuenta anécdotas nuestras, me habla de un tal Ethan y como antes le caía pésimo y luego se hicieron amigos. Sin embargo, cuando intento saber más sobre mi familia, ella evade el tema y repite que es algo que de lo cual yo misma tengo que enterarme por ellos. Algo me dice que no son buenas noticias y me preparo para lo peor. Por otro lado, he estado estudiando detalle a detalle cada parte del operativo junto a Charlie. Ambas iremos en unos pocos días a NY y completaremos esta"farsa" por así decirlo.
Mi objetivo es acercarme a Edward Scott, pues si el problema de July en un inicio he sido yo, tengo que darle donde más le duele, y en este caso, es su marido. Acercarme a Edward ayudará a que él confíe en mi y así acceder al fondo de todo esto, ayudaré a Jake desde adentro mientras él investiga desde afuera. La farsa del noviazgo hará que yo pueda tener acceso más allá de las carreras y si me gano la confianza como espero hacerlo, todo saldrá de acuerdo al plan. July enloquecerá cuando me vea y más aún cuando me acerque a su marido, ella querrá deshacerse de mi nuevamente creyendo que soy solo una pobre tonta amnésica, cuando en realidad soy mucho pero mucho más que eso. Sin embargo, Bea no está de acuerdo con que yo me acerque de esa manera a Edward, no me ha dicho la razón en específico, pero en repetidas ocasiones me ha dejado en claro que no es buena idea, intentó persuadir a Davies con que Scott no era el objetivo indicado para mí, pero una vez más, mi jefe le dió a entender que Scott es perfecto para mi, pues su padre es en realidad mi padre biológico. Algo saldrá de todo eso, y yo también lo creo.
—Jones—me llama Davies logrando que diera un pequeño brinco en mi lugar. Dejo de escribir en mi libreta y la cierro para seguir a mi jefe a quien sabe dónde.
Él entra en su oficina y cuando entro me encuentro con un hombre elegante, apuesto y muy alto. Sus ojos son color miel y resaltan en un café muy claro junto a una sonrisa brillante y perfecta. Parece sacado de un catálogo de modelos. Me pongo nerviosa en cuanto él me mira y hago caso omiso al rubor que asciende por mi rostro.
—Jones, te presento a Andrew Black—dice Davies. Extiendo mi mano como saludo y sonrío por educación, a lo que él envuelve mi mano en la suya y besa el dorso de esta. Enarco una ceja mirándolo un tanto desconcertada, y quito rapidamente mi mano.
—Un gusto—habla con voz grave casi como de locutor y con un perfecto y sofisticado acento británico.
¿Este es el personaje que ayudó a Jake a entrar con los Scott?
Me imaginaba a alguien más viejo y con mayor experiencia. Pues este hombre, no creo que llegue a los treinta años.
—Lo mismo digo señor Black—respondo correctamente y el ríe.
—El señor Black es mi padre y era mi abuelo, solo dime Andrew—dice con desinterés. Asiento sin decir nada y miro a Davies para que me explique qué hace él aquí o que hago yo aquí.
—Jones, Andrew te enlistara para tu operativo. Confía en él—dice mi jefe antes de sonreírnos sin mostrar sus dientes y salir para dejarnos solos.
¿Me enlistara para mí operativo? ¿Que podría saber acerca de operativos policiales este hombre?
—¡Guau! Pensé que no volvería a pasar por miradas prejuiciosas, pero debo admitir que se siente... refrescante—dice arrugando un poco la nariz y sonriendo como si nada. Se apoya en el escritorio de Davies y me mira. Una vez más, siento el rubor envolver mi rostro.
—Lo siento—me disculpo enseguida—...es que no entiendo. ¿Que sabes tú acerca de lo que hacemos nosotros?—pregunto y él avanza un par de pasos hacia mí y sonríe.
—Buen punto—musita con una mano en su mentón—...pero ¿Que sabes tú de lo que hago yo?
Él se agacha solo un poco para mirarme a los ojos y me sostiene la mirada con una sonrisa ladina.
—Nunca he visto unos ojos tan azules—susurra y por acto involuntario pestañeo varias veces y me alejo unos cuantos pasos. —... sé que no te cabe en la cabeza que hace un reconocido comerciante, director, creador, accionista y filántropo enlistando a una chica que se preparará para su primer operativo, pero déjame decirte querida Jones, que soy una caja de sorpresas. Ahora sígueme.— él chasquea sus dedos y sale con una caminata triunfal supongo que esperando que lo siga.
Miro a mi alrededor en busca de algo que me diga que es un chiste o una broma muy mala, pero cuando reparo que esto es real, no me queda más que seguirlo. Lo veo afuera del edificio, con gafas de sol y de pie junto a su auto de último modelo. Avanzo hacia él y en el camino me coloco las gafas de Jake y recojo mi cabello en un rodete algo desprolijo, algo que él mira con diversion. No sé si me siento tan cómoda estar a solas con él. Black me abre la puerta del copiloto y le lanzo una rápida mirada antes de animarme a entrar. A mí nadie me dijo que saldría con este.
Andrew conduce en silencio con música de fondo de un grupo que nunca he oído. Esto me pone impaciente.
—¿A dónde me llevas? ¿Por qué tú?¿Que piensas hacer?—pregunto rápido. Y él rie volteando a ver un momento.
—Ya verás—dice.
—Lo siento, pero sigo sin entender. Ayudaste a Jake a entrar en la agencia de Edward y July Scott, te dedicas a las motocicletas igual que ellos...¿Que hago yo aquí, en este lujoso auto, y contigo? ¿Es una especia de trampa o algo así? Porque si...
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Editado: 10.07.2023