Darkwood (reescribiendo)

Capitulo 8

Capitulo 8. Encuentros.

ALICE MILLER

Estaciono mi auto frente a la alcaldía, suspiro tratando de calmar mis nervios. Volveré a verlo, después de tanto tiempo lo volveré a ver. Mi corazón late furioso en mi pecho sintiendo desde ya su cercanía, paso mis dedos sobre las comisuras de mis ojos limpiando cualquier señal de llanto y finalmente me armo de valor, bajo del auto y camino decidida hacia el edificio. La recepcionista me pide que firme mi entrada y luego de hacerlo subo al elevador hacia la oficina del alcalde.

Apenas pasan unos minutos cuando llego a mi destino.

—Hola, me llamo Alice Miller, tengo una cita programada con el alcalde Vikram y sus hijos —le digo a la secretaria quien revisa en la agenda y asiente.

—Ahora mismo la anuncio, señora Miller.

Asiento de acuerdo, meto mis manos en los bolsillos de mi chaqueta y espero.

—Permítame guiarla, señora.

Sigo a la joven por un corto pasillo hasta llegar a unas puertas dobles, ella toca dos veces y abre la puerta, se hace a un lado dejándome entrar, y entonces lo veo.

Dominic Vikram me mira con sorpresa de pie a un lado de su anciano padre quien me observa con sus grandes ojos grises con ganas de matarme. En el otro extremo de la habitación se encuentra su hermano Roger y él si que disfruta de la situación con un vaso lleno de lo que parece ser Whisky. Camino con paso firme hasta estar frente al anciano.

—Alice —susurra Dominic sin poder creer que realmente estoy aquí.

Trago saliva y asiento despacio en su dirección.

—Hola, Dominic.

El viejo Vikram deja caer su copa sobre el escritorio con fuerza, su mirada de odio me cala el alma pero lo escondo detrás de mi mirada altiva.

—¿Qué es lo que pretendes volviendo al pueblo, Alice? —pregunta el viejo.

Aclaro mi garganta antes de contestar.

—Volví porque mi hija necesita estar aquí, este es su hogar y no voy a alejarla más de él.

El viejo Vikram luce de repente muy confundido, una sombra de algo misterioso cruza por sus ojos, no paso desapercibida la forma en la que su cuerpo entero se tensa al escuchar que menciono a mi hija.

—¿Tu hija? —pregunta Roger acercándose a nosotros con un sincero interés.

—Si, mi hija —trago fuerte—. Ella nació aquí, no puedo explicar la conexión que hay entre ella y el pueblo, solo sé que si la alejo más tiempo ella va a morir y yo no estoy dispuesta a dejarla ir pudiendo salvarla.

Dominic se acerca a mi y me mira seriamente.

—¿Tu hija es Jade Miller, cierto? —asiento ante su pregunta—. Lo sabía, había leído su expediente antes de que comenzaran las clases. Es una chica genio, sus calificaciones son envidiables a pesar de estudiar su vida entera a distancia.

—Jade es una chica muy especial, nadie podría comprender lo única que ella es. Necesito que viva aquí, al menos hasta que descubra qué es lo que la ata a Darkwood. Pero por ahora no puedo alejarla más.

—¿Pero qué es lo que pasa si la alejas de Darkwood? — pregunta Dominic.

—Ella ha ido debilitándose desde que me la llevé cuando tenía tres años. En los primeros años no era tan grave, creo que era porque seguíamos cerca del pueblo... Pero todo empeoró cuando nos fuimos a América, unos años después ella comenzó a enfermar, tenía hemorragias nasales todo el tiempo. Tenía pesadillas todas las noches, susurraba el nombre del pueblo y dos nombres más.

»Jade era una niña tan extrovertida, tenía energía para hacer y deshacer, pero llegó un tiempo en el que ya ni siquiera podía moverse de la cama. La llevé a cientos de hospitales, miles de doctores la revisaron y nunca encontraron nada malo, entonces supe que en cierto modo estar lejos de Darkwood la estaba dañando.

—¿Ella es cambiante? —pregunta Roger, yo me encojo de hombros.

—No lo sé, yo no sé qué es realmente —murmuro con la voz entrecortada.

—¿Quién es su padre? —pregunta Dominic mirándome con los ojos brillosos, suspiro desviando la mirada hacia otro lugar que no sea él.

—Es una larga historia.

🐺🌙

JADE

Miro con emoción la calificación que Ellie y yo hemos obtenido en el trabajo que hicimos juntas, admito que valió la pena hacer el sacrificio, después de todo Elizabeth no es una mala estudiante. El profesor nos felicita por nuestro bien merecido cien y la clase finaliza, para mi mala suerte la siguiente clase en mi horario es literatura clásica, o sea; la clase de la bruja Vikram.

—¡Oye Jade, espérame! —escucho la voz de Ellie a mis espaldas así que apresuro el paso y llego casi corriendo al salón, rápidamente busco un lugar lejos de donde normalmente ella se sienta.

La rubia me mira con decepción cuando entra y se sienta en la primera fila, ignoro el malestar que se instala en mi estómago al ver su rostro caído en desánimo y saco mi libreta.

Un escalofrío me hace estremecerme y alzar la mirada hacia la entrada del salón, donde me encuentro con Aren quien viene entrando al salón y es retenido por Ellie, ella lo toma del brazo y le susurra algo al oido que lo hace alzar la mirada y enfocarme con su típica mirada seria y penetrante. Trago duro y aparto mis ojos de él cuando lo veo tensarse y mirarme de una manera muy extraña. Minutos después siento la presencia de alguien a mi lado, miro de reojo y tengo ganas de huir porque es obviamente el rubio al cual trato de evitar.

—Ellie está triste —comenta poniendo su libreta en su regazo—. Dice que la estás evitando, otra vez.

Me quedo callada con la mirada clavada en mi regazo, no soy capaz de inventar alguna excusa y decirle algo, él suspira y se acerca un poco a mi.

—Ella solo quiere ser tu amiga, no es una mala chica, ni tampoco es problemática si es lo que te preocupa, dale una oportunidad por favor —susurra—. Ellie detesta a toda chica que se le acerque, le cuesta confiar, pero extrañamente eso no pasa contigo.




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