Capitulo 16. Compañeros Eternos.
JADE
La mañana del lunes llega rápidamente, mi alarma suena a las seis y quince así que tengo media hora para alistarme y alcanzar el aventón de mamá. Logro estar lista en tiempo récord y tomo mi mochila para después bajar a la cocina casi corriendo.
—Buenos dias, princesita —canturrea mamá dejando un plato lleno de huevos y tocino en el mesón.
—Hola, mamá —beso su mejilla.
—¿Cómo estuvo la fiesta anoche? No te oí llegar.
—Aren me trajo a eso de las doce, intenté no hacer ruido, sabía que hoy te tocaba el turno de la mañana y quería que descansaras.
—Así que Aren —alza las cejas.
Me siento en el taburete sintiendo mi cara caliente y asiento con la cabeza, tomando el tenedor.
—Debo contarte lo que pasó ayer —susurro, ella me mira atenta—. Él y su novia rompieron su relación, justo después de que yo llegara, ella me buscó luego para decirme directamente que yo era la causa. Luego Aren prácticamente me lo confirmó... dijo que estaba cayendo por mi.
Ella me mira impactada, pero no puede evitar que una pequeña sonrisa eleve las comisuras de sus labios.
—Bueno, hija... Soy tu madre y te seré muy honesta —me dice dándole un sorbo a su café con leche—. La noche en la que lo conocí, pude notar como te miraba y... Jade, era muy obvio, Aren Vikram claramente siente algo por ti, y si esa fue la causa por la que su relación se rompió, creo que lo que siente es más fuerte de lo que pensamos.
—Es que simplemente no puedo creerlo —murmuro negándome a aceptar lo que pasó, incluso recordando la confesión de Aren la noche anterior.
—O más bien no quieres creerlo porque tienes miedo de que ahora sea más real —sugiere y yo no puedo creer lo bien que me conoce.
—Es que... la idea me intimida, ya sabes, él es un hombre, mamá, un hombre joven pero con experiencia y yo soy... ¡yo! No soy la reina del besuqueo, soy un desastre con patas cuando de chicos se trata. Lo sabes.
—Ay, hija —suelta una risita—. Jade, si el muchacho es el indicado, sabrá entenderte, esperarte y cuidarte, tú no tienes por qué sentirte inferior o sin valor sólo porque no tienes experiencia; todo lo que no sabes, si tú quieres, lo aprenderás junto a él. Pero te aconsejo que no te apresures, es lo peor que puedes hacer.
—Entonces, ¿qué debo hacer ahora?
—Dejar que todo fluya Jade. Si el destino los quiere juntos, siempre buscará la forma de cruzar sus caminos, lo que tiene que ser, será. Y lo más importante: siempre sigue tu instinto.
—¿No tienes problemas con la idea de él y yo...?
—No cariño, cumplirás veinte años pronto, y ya eres una persona madura que conoce lo bueno y lo malo. Si tú te enamoras y el muchacho te trata como una reina, yo no tendré problemas con la idea. Si quieres a ese chico, ve por él —ella sonríe nostálgica—. No seas como tu madre.
—¿Quieres contarme? —la miro esperanzada pero ella niega.
—Te lo contaré cuando crea que es necesario, mi niña.
Ella besa mi frente y ambas continuamos desayunado, casi al terminar de comer el timbre de casa suena y miro a mamá confundida.
—¿Esperas a alguien? —le pregunto, ella niega con la cabeza y se levanta para ir a abrir la puerta.
Yo la sigo.
—¡Hola, señora Miller! Soy Elizabeth Vikram, amiga de su hija —escucho decir a la voz soñadora de Ellie.
—¡Hola, qué gusto! Jade me ha contado mucho sobre ti, pasa adelante por favor — mamá se hace a un lado dejándola pasar.
Ellie se adentra a la casa y me sonríe cuando me ve.
—Tranquila Jade, tu principe no vino conmigo, pero dijo que te saludara y que te dijera que al finalizar las clases quería hablar contigo —canturrea mirándome con picardía.
—¡Uuuh, Jade! —mamá le sigue el juego y yo ruedo mis ojos mientras mis mejillas se encienden.
—Ya basta las dos, ustedes dos juntas son los peor que puede pasarme —exclamo riendo apenada.
Ellas se ríen de mi.
—Bueno, yo vine porque quería hablar contigo y si quieres podemos irnos juntas a la escuela, ¿qué dices? —la rubia me mira con súplica.
Miro a mamá pidiéndole permiso con la mirada, ella me sonríe tiernamente y asiente.
—De acuerdo, déjame ir por mis cosas.
🐺🌙
—Quería pedirte disculpas de nuevo, por lo de ayer —susurra Ellie mientras conduce hacia Kingston—. Lamento si te asusté, yo no tenía planeado transformarme enfrente de ti, pero... en el fondo agradezco que hayas estado ahí, no me sentí sola, y pude soportar mejor el dolor, si hubiera estado sola no sé si lo hubiera podido soportar.
Suspiro mirando mis manos.
—Admito que estaba muy asustada, pero no de ti, sino de lo que estabas pasando. Pero no te preocupes, por alguna razón no me volví loca, por poco me da un colapso nervioso, pero estoy bien.
Ambas soltamos una risita.
—No sabes lo que me alivia saber que no saldrás corriendo después de todo eso —susurra—. Entonces supongo que ahora sabes nuestro secreto.
—Claramente, ahora sé a lo que te referías con "otros seres" y también entiendo de dónde sacó Tamara la fuerza para destrozar mi cuello, las habilidades de pelea de tu hermano y a lo que se referían todos con "manadas". Admito que me emociona saber todo esto, por cierto; Leah es hermosa.
—Leah te lo agradece.
—Yo también te debo una disculpa —ella me mira confundida—. Perdí tu teléfono en el bosque. Me caí y salió volando por los aires.
—No te preocupes por eso, lo material es reemplazable.
Al poco tiempo Ellie busca un lugar en el estacionamiento de la universidad y ambas bajamos de su auto. Ignoro las miradas de sorpresa que nos dirigen la mayoría de los estudiantes que se encuentran alrededor del edificio, debe ser raro para ellos ver a la gran Elizabeth Vikram al lado de la chica nueva.
Estamos a punto de entrar cuando Ellie se detiene lentamente y se lleva una mano al pecho, al instante me pongo alerta.