Davinia: La Última Bruja De Salem

WITCH TOWM

A las 14:00 bajo a comer al gran comedor en donde me reúno con Genevieve y Verónica, quiénes me dirigen una sonrisa nada más verme

A las 14:00 bajo a comer al gran comedor en donde me reúno con Genevieve y Verónica, quiénes me dirigen una sonrisa nada más verme. Es increíble como en tan poco tiempo hemos establecido una relación sólida. Se ven tan amigables que los nervios que tenía, han desaparecido totalmente. Durante la hora de la comida hablan de las distintas clases, y hacen que me entren ganas de empezarlas incluso cuando en teoría ya tendría que estar terminando las humanas.

-Pues quedamos a las 16:00 en la fuente. Tarde de chicas y de compras-dice Genevieve levantándose de su sitio, acción que repetimos Verónica y yo.

Una vez de nuevo en la habitación, Genevieve se va a dar una ducha, mientras que yo me quedo en la habitación, escribiendo en mi diario, ajena a lo que pasaría dentro de unas horas. Al cabo de un rato, Genevieve sale del baño con el pelo mojado todavía.

-Me da una pereza enorme secarlo ahora;pero si no lo hago luego se me encresta y me quedan pelos de bruja.

-Bueno técnicamente eres una bruja-le respondo guardando mi diario y recibiendo una mirada de "de verdad"-Puedo hacerte dos trenzas de raíz si deseas, así no tienes que secarte pelo.

-¿Eso harías? Soy un completo desastre para peinarme-me comenta poniendo ojos de cachorrito.

-Anda siéntate en la cama. Si te tiro me avisas-poco a poco comienzo a trenzarle el pelo, tal y como mi madre adoptiva me enseñó. Al terminar le doy un espejo de mano para que se mire.

-Dios me encanta. Me has salvado la vida-me dice abrazándome-Ya son casi las 16:00, es mejor que vayamos bajando ya-comenta mirando al reloj de su muñeca.

Ambas salimos de la habitación seguidas por Dana, que camina al lado de su ama sin separarse de ella. Llegamos junto a la fuente en donde ya se encuentra Verónica junto a su gata.

-Justo a tiempo chicas. El autobús ya está llegando-nos dice.

Achico mis ojos para poder observar un punto amarillo subiendo por la ladera, dirigiéndose rápidamente hacia nosotras. Al llegar, observo que se trata de un autobús de dos plantas similares a los turísticos. Nos subimos en él y decidimos ir en la planta de arriba para que el aire nos refresque algo.

-El pueblo te va a encantar. Las calles están todas empedradas, y las casas son de madera y piedra, decoradas todas con hermosas flores que llenan el lugar de un aroma sorprendente-comenta Genevieve.

-Además tiene de todo: un centro comercial, una área recreativa, un cine, un parque encantador y por supuesto la tienda para el material escolar-termina Verónica.

-Suena increíble. Además comprobé cuándo iba en el avión que hay un río enorme que atraviesa el pueblo. Me recuerda a mi Sevilla. Me encantaría caminar por allí-veo como las dos intercambian unas miradas entre si.

-Eso es algo más complicado. El río que cruza el pueblo es para dividir la zona de brujas y magos. Cruzarlo está totalmente prohibido- me dice Verónica-Por cierto me encantan tus trenzas-le comenta a Genevieve de repente.

-A que son chulas. Me las ha hecho Davinia.

Me aislo es mis propios pensamientos y deseos por conocer el mundo de los magos, ajena a cualquier conversación.

-Davinia, ola ¿Estás aquí?-me pregunta Verónica moviendo enérgicamente su mano enfrente de mi rostro.

-Lo siento. Estaba distraída ¿Qué me decías?

-Te comentaba si me podías enseñar a hacerlas.

-Claro. Sin problema- respondo, observando un poco a lo lejos el río y la zona de los magos.

-¿En qué piensas?-me pregunta Genevieve.

-En que es injusto que los magos de ahora paguen por los pecados de sus antepasados. No entiendo porque no podemos juntarnos, al fin y al cabo ambos tenemos poderes-respondo.

-Esa es la regla principal que se creó tras la Inquisición y romperla supone salir del círculo. Es lo peor que le puede pasar a una bruja Davinia.

-Lo sé. Miriam me lo comentó; pero ¿No os gustaría conocer a un mago?

-Nos gustaría y mucho créenos, pero es imposible. Ahora prepárate nos toca bajar-responde Genevie.

Bajamos del autobús frente a una enorme tienda llamada "WitchSchoolShop". Entramos en esta, y una campana anunció nuestra entrada. De detrás del recibidor salió una dulce anciana de pelo canoso y ojos grisáceos que oculta tras unas gafas pequeñas de metal.

-Buenas tardes jóvenes hijas de la luna. ¿En que puedo ayudarlas?

-Buenas tardes Hope, venimos a por el material de Davinia. Acaba de llegar al centro-veo como la anciana, de nombre Hope me mira a los ojos directamente.

-Me alegra ver que ha llegado una nueva bruja y con unos ojos tan bonitos-me dice-Ven, pasa. Veamos primero que talla de ropa usas para el uniforme. Vosotras niñas esperad aquí-les dice a Genevieve y Verónica.



#19047 en Fantasía
#41356 en Novela romántica

En el texto hay: magos, brujas, magia

Editado: 17.09.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.