Jeremy
—¡Lo lamento señor! Su esposa no sobrevivió —al oír aquellas palabras tan crudas, solo pude pensar en mi pequeña Dulce, como iba a hacer ahora para decirle que su mami se fue, que ya no volverá, ella apenas tenía cinco años.
—¡Hijo! —dijo mi madre y me abrazo para darme consuelo, si bien era cierto que no había amor hacia Brittany, que solo me había casado con ella por nuestra pequeña, la luz de mi vida.
—Tenemos que avisarles a sus padres y organizar la ceremonia de despedida.
—No te preocupes, le pediré a mi asistente Johana que lo haga.
—¡Está bien! Además, quiero que me organice un viaje por Europa con Dulce, mañana al terminar la ceremonia quiero irme, no quiero ver sufrir a mi hija.
—Será como tú digas hijo —la despedida fue muy dolorosa, Brittany era joven y tenía mucha vida por delante, pero un accidente se la llevo, mi hija estaba destruida y no sabía qué hacer para verla sonreír como antes.
—¿Por qué no te quedas aquí? Podemos ayudarte con Dulce, además ella necesita de toda su familia.
—Soy su familia madre, ahora solo somos ella y yo, este viaje vamos a hacerlo solos ¡Entiendes!
—¡Hijo! No quiero pelear contigo.
—Entonces no lo hagas y respeta mi decisión, tú ya nos criaste, ahora déjame hacer lo mismo con mi hija.
—¡Está bien! Tienes razón, debes hacer lo que crees que es mejor para tu hija, ahora te dejo —mi madre se fue y me quede solo, jamás creí que la ausencia de Brittany me hiciera tan mal, a pesar de no amarla, tenía aprecio por ella, ya que era la madre de Dulce.
Jonás
—Se fue nomas Jeremy —le consulté a mi madre al verla regresar de casa de mi hermano.
—No pude impedirlo hijo, él es adulto a igual que tú, mis decisiones no afectan su vida —dijo ella con pesar, la mujer que nos dio la vida y construyo el imperio del que ahora somos dueños.
—Madre, no te sientas mal por los impulsos de Jeremy, sabes que es un odioso que no tiene remedio.
—Pero esto es diferente, perdió a su esposa.
—Esposa que no quería, no creo que su muerte le afecte en lo absoluto.
—No seas duro con tu hermano, hablando así pareciera que no tuviera corazón.
—De tener, lo tiene, veo como es con Dulce y ahí debo reconocer que no pudo tocarle mejor padre a mi sobrina.
—Mi pequeña Dulce, debemos hacer algo para aplacar su tristeza, Johana me sugirió que hiciera terapia, tal vez si tú hablas con tu hermano.
—Madre, eso no sucederá, que te hace pensar que él va a escucharme.
—Tienes razón, cariño, no sé porque pensé que tal vez te escucharía —dijo con pesar, Jeremy es mi hermano gemelo, pero somos el día y la noche, él es frío y cortante, debido a la ausencia paterna, motivo por el cual no cree en el amor ni mucho menos en las mujeres, para él son un objeto, en cambio para mí, son todo lo que está bien.
A la mañana siguiente me presenté a trabajar en el bufete como cada día, pero esta vez era diferente, ya que por treinta días seré el jefe, reemplazaré a Jeremy, en lo que él está de viaje con mi sobrina Dulce.
—Buenos días, señor Romanov —me saluda la secretaria de presidencia, Carina, la mujer más bella de todo el bufete.
—Buenos y hermosos días, Carina, ¿Cómo estás hoy?
—Muy bien señor, aquí le traje los currículos de las postulantes —me dice y me entrega las carpetas que en total eran como veinte.
—¿Son todas estas? — pregunté incrédulo, no podía hacer más de seis entrevistas, teníamos mucho trabajo que hacer.
—Si señor, había más, pero recursos humanos hizo una depuración y quedaron estas.
—¿Son las mejores?
—¡Así es! —pensé un momento e hice lo que no debía, pero el tiempo era oro.
—Que estas cinco pasen a la entrevista, discúlpate con las demás —le entregue las carpetas de las que seleccione, ella las tomo y se fue, comencé mi mañana con las entrevistas y alrededor de las diez me quedaba una sola, tome su carpeta y salí a buscarla.
—Bethany Holms —la llamé y volví a ingresar en la oficina de Jeremy.
—Buenos días, con permiso —dijo aquella mujer, quien al entrar cerró la puerta y luego se quedó parada delante mío.
—Por favor toma asiento —ella asintió e hizo caso ubicándose en la silla de la izquierda.
—Muy bien, señorita Holms ¿Es casada? —al parecer mi pregunta la sorprendió porque su piel se tornó colorada, entonces la moleste un poco más intensificando mi mirada sobre ella y su escote.
—¿Disculpe? —consulto un poco tímida.
—No piense mal, porque si es casada, debo llamarla señora Holms.
—Ah, bueno no, soy soltera, en mi currículo están mis datos, me gradué este año con uno de los más altos promedios, estoy ansiosa por trabajar en la firma Romanov, es un privilegio para mí poder estar aquí —al oírla hablar supe que esta mujer no mata ni una mosca, entonces decidí ser serio, no podia jugar con ella, hasta que note que no entraría en mi jueguito, para eso tenía a Carina, que sé que más temprano que tarde caerá en mis garras, en ese momento recordé a Jeremy, Bethany es perfecta, sé que mi hermano la odiara, y yo me divertiré con esto.
—Muy bien, pase por recursos humanos, el puesto es de usted señorita Holms.
—¿Es en serio? —dijo alegre y llevo sus manos a su rostro, no podía haber elegido mejor, esta mujer es tan dulce y simpática, la ideal para Jeremy.
—Así es señorita Holms, pero espere, llamaré a mi secretaría, así ella la instruye con sus tareas en la oficina —tome el teléfono y Carina no tardo en ingresar.
—Con permiso señor Romanov.
—Por favor lleva a la señorita Holms a Recursos Humanos, en media hora tendremos junta, es el tiempo suficiente para el papeleo, llévala a la junta a si comienza su día laboral.
—Enseguida señor, por favor, señorita, venga conmigo —le ofreció Carina.
—Muchas gracias por esta oportunidad, señor Romanov —me saludo y estiro su mano, la cual recibí.