Como pintura de un cuadro,
que sin ojos…
me observa a mi como yo a él…
agazapada me espera la mortaja
de esa muerte que algún día veré,
esa cretina, sagaz y despiadada
que envuelta en risas,
en tiempo sin medida,
apresura sus pasos por doquier…
no se detiene, no para ni 1 minuto
no cambia su perverso proceder.