Razonar, razonado
y vivir lo vivido,
son más que dos palabras
que suenan como ecos...
realzan la palabra
en estética y forma,
se muestran muy serenas
ante el simple papel,
con nobleza se mezclan
en perpetua armonía,
ya que vivir, viviendo,
sin razonar es necio...
y razonar no sirve,
si no se vive bien.