Semana 34 del embarazo, octavo mes. Finales del marzo.
Song
ㅡ Yo que iba a saber que aún no era el momento de dar a luz.
Me excuso, la verdad esta era mi primera vez embarazada y yo antes solía oír que cuando una mujer tiene contracciones es porque va a dar a luz. Cuando el doctor dijo que aún faltaba unas semanas para mi parto, todos en la casa me querían matar por haberlos despertado por una falsa alarma.
No fue mi culpa.
ㅡ ¿Viste? debimos de ir a la charla que nos dijeron tus padres ㅡ opina Jungkook con un mohín en su rostro. Sólo me encojo de hombros, tal vez debíamos a ver ido, toma mi cintura para empezar a caminar hacia la habitación ㅡ Mira vamos a dormir, son las 6 se la mañana ㅡ susurra en mi oído y lo volteo a ver con ojos de culpa, su rostro se veía cansado y con ojeras. Me siento la peor novia del mundo.
ㅡ Sí, vamos. He tenido mucho para iniciar este día.
Mis papás pasan primero que nosotros a su habitación para dormir y cerrar la puerta de un portazo. Baje mi mirada y solo me culpo por mi poca expresidenta en embarazos, pero en mi defensa nadie, ni la matrona, ni mi madre me había dicho cuando era el momento de ir al hospital a dar a luz.
Para resumir, hace unas dos horas me había despertado por un fuerte dolor en mi vientre y pegue un grito asustada al pensar que ya era la hora de que mis niñas lleguen al mundo. Jungkook se había despertado asustado de su cama y algo torpe, ya que se había caído con las sabanas enredadas en sus pies, mis papás no se hicieron esperar porque ellos ingresaron a la habitación de inmediato.
Adolorida les dije a los tres.
¡Voy a dar a luz, tengo que ir al hospital!
De allí fue todo un caos, mi mamá se puso a llorar en el cuarto, mi papá le gritaba cosas a Jungkook quien se movía por toda la habitación buscando las cosas para ir a la clínica. Claro que con tener en cuenta que aún no hacíamos las maletas por si llega la hora del parto.
Una vez que habíamos llegado a la clínica, mi mamá le gritaba a cada enfermero que iba hacer abuela. Mi papá y Jungkook se movían por todo el pasillo inquietos, nadie me tomaba en cuenta en cuanto estuve adolorida esperando a que me llamara el doctor.
Una hora me tuvieron para decirme solamente que era una falsa alarma, ya que esas contracciones sucedían cuando ya iba a dar a luz o estaba cerca de la semana. La matrona me dio una nueva fecha de mi parto, ya que, al tener gemelas, las probabilidades de que nacieran en esta semana eran del 90%.
Cuando estábamos en camino a casa, mi mamá me regaño junto a mi papá quien conducía el auto por el grito que pegué en la madrugada y por otro lado Jungkook, estaba dando leves caricias por mi gran pancita mientras miraba la mini discusión de mis papás y yo.
Todo esto fue un llamado de atención diciendo a que falta poco para tenerlas junto a nosotros.
....
12:15 de la tarde.
Ya me encontraba vestida y más renovada con el tema de dormir. Ahora estaba en el living viendo mi maratón de doramas con un paquete de papas fritas, galletas y helado de chocolate.
Jungkook me está dando masajes con crema de coco en mis pies hinchados, ya que últimamente hasta caminar me duele, pero una de las gemelas se mueve algo brusco haciendo que la mitad de mi helado se de vuelta, lo sé, uso mi panza como mesa de comida. Y en eso caigo en cuenta de la cantidad de envoltorios de golosina que hay en mi alrededor, mis ojos se ponen brillosos y mi respirar se empieza a hacer irregular al querer llorar. Con un puchero rasco mis ojos y miro mi gran panza.
El primer sollozo viene junto a mis lágrimas al caer en la realidad.
ㅡ ¿Qué paso, cariño?
Llamo la atención Jungkook que toca mi pierna. Lo veo a los ojos y muestra un rostro preocupado por mi estado de ánimo.
ㅡ Estoy horrible ㅡ chillo cerrando mis ojos para empezar a llorar.
Toda mi figura se había esfumado con mis gemelas e incluso al bañarme me he dado cuenta de que me han salido rollitos, ¡rollitos que yo no tenía meses atrás! Me salió papada y los brazos se volvieron un poquito gorditos, tengo más mejilla de lo normal, nunca pensé que un embarazo cambiará tanto a una mujer, bueno yo no hacia ejercicio porque de por sí ya era delgada, pero ahora lo primero que tendré que hacer al dar a luz, es ir a inscribirme a un gimnasio.
Jungkook sonríe un poco y hace que me dan ganas de golpearlo de repente. ㅡ No digas eso ㅡ acaricia mi pancita ㅡ te ves adorable con tu pancita y carita llena de helado. ㅡ Me sonríe dándome un beso en mi pancita con cariño.
Ay, Jungkook, todos los días me ha dicho lo hermosa y linda que estoy con mi embarazo, pero al parecer no se ha dado cuenta lo subida de peso que estoy.
Rodo los ojos triste. — No entiendes ㅡ murmuró, tomo su mano donde acaricia mi pancita. ㅡ Estoy gorda, ¡horrible! he subido mucho de peso ㅡ lo miro triste, pero él empieza a reír un poco arrugando su linda nariz, le miró molesta. ㅡ ¿De qué te ríes? ㅡ saco mi mano de su mano para cruzarme de brazos haciendo un mohín.
ㅡ No estas gorda, estas preciosa con esa pancita. ㅡ Acerca su cara a la mía para darme un beso en mi mentón, suelto un bufido rodo los ojos. ㅡ De seguro tienes un poquito de peso, estas comiendo por dos ㅡ lleva su vista a mi pancita, para dar caricias con las yemas de sus dedos.
ㅡ Contigo no se puede hablar ㅡ me muevo hacia un lado evitando su vista y ver hacia la tele del otro lado, Jungkook atrás mía se escucha como deja salir un sonoro suspiro.
ㅡ ¿Qué tengo que hacer para que me hables de nuevo? ㅡ pregunta con voz ronca en mi oído, haciendo que me recordara a lo bad boy que era antes.
Me giro para mirarlo y me lo encuentro con una sonrisa de costado. ㅡ Mm...me hiciste recordar al antiguo bad boy ㅡ le susurro mirándolo, él cruza su mano por mi cintura llegando hasta mi pancita, él besa mi hombro mirándome atento.