De cero a siete, cosmos

Capitulo 17 Marionetas del encanto

La mañana nublada se sentía un tanto diferente de lo habitual, David se sentía extraño, de una manera en lo más profundo de su ser se sentía confundido. La lluvia comenzaba a intensificarse y miraba como aquella motocicleta se empapaba con el agua, miraba como Irene se movía por la cama sin preocuparse demaciado de lo que les paraba en el futuro, aunque se presentó el momento indicado para conocerse las cosas resultaron de manera tan surrealistas que aun continuaba procesando aquello. Por qué entre todas las personas fue quien llevo a esta chica a su casa.

Muchos pensamientos inundaban su cabeza sin darse cuenta comenzó a actuar de manera automática sin prestar atención a lo que pasaba su mente estaba en blanco. En cierto punto se encontraba en la mesa del comedor Irene estaba preparando algo de comida, un olor a aceite y un ligero capa de humo era visible.

- perdón simplemente no sé cómo cocinar realmente. Se que quiera impresionarte y al menos agradecerte un poco por lo que haz echo por mí. Pero simplemente soy un desastre.

- No te preocupes yo me encargo.

Se levantaba y continuaba haciendo sus actividades diarias, preparaba con lo poco que había en la cocina una comida compela. Un pollo con fajitas, arroz blanco con verduras. Un aderezo y una salsa especiales. Miraba el rostro de Irene el cual contemplaba su expresión de asombro al comer, sorprendida de que pudiera cocinar de manera tan sorprendente. Nuevamente comenzaba a divagar en sus pensamientos.

Que es lo que estoy haciendo con mi vida. Parece de manera surrealista que después de meses sin lluvia, sin pronostico apareciera finalmente una lluvia. Puede que este dentro de un bucle temporal. Si tiene que ser eso. O tal vez estoy desmayado después de la noche anterior. Eso debe ser debo estar hospitalizado y ahora mismo en coma, esta sensación se siente de manera tan real como para estar en coma. Y tan poco irreal para que fuera un bucle temporal. Qué tal si llamo a alguien para comprobar realmente si estoy en el bucle temporal no debería haber señal.

Sacaba su celular y se alejaba de Irene quien ahora estaban ambos viendo una película. Marcaba el número de Bruno.

- Bueno, Bruno.

- Si que necesitas es muy extraño que me marques a menos que se algo importante.

- Ayer qué fue lo que hicimos.

- Estas bien David. No recuerdas el desmadre que hicimos en la mansión.

- Recuerdas porque te uniste a nosotros.

- Fui casi obligado a participar, estas actuando raro, todo está bien.

- Si, es solo que… algo raro paso. Tu no saliste herido verdad.

- La verdad es que Sali con raspones leves y vomitado los zapatos, pero estoy bien.

- Te revisaste las heridas en la casa.

- Claro un raspón bastante feo tenía en mi brazo derecho.

- Se que suena raro, pero puedes revísate la herida, quiero comprobar algo.

- Claro dame un momento. Pero eso no deja de ser extraño… que mierda. No esta… David… porque no tengo herida alguna. Desapareció.

- Exacto eso es lo que me paso estaba herido de manera tan grabe que hoy estoy como nuevo y quería comprobar que no fuera una alucinación.

- … Déjame procesar esto… te devolveré la llamada.

- Puedes llamar a los otros chicos. Sobre esto. no quiero infortuna más en donde me estoy quedando.

- No llegaste a casa.

- Es una larga historia.

- Está bien te preguntare después, por ahora… solo… bueno.

Colgaba la llamada de manera abrupta. Irene estaba detrás de David, al mirarla se quedaba sorprendido, no esperaba que lo estuviera esperando.

- Que haces aquí.

- Que es eso de que tus heridas sanaron.

Ella avanzaba rápido y levanta la camisa de David y quitaba las vendas y miraba como estaba completamente curado. El shock del momentos hacía que retrocediera. Asustada por un momento.

- Eso no es simplemente humano.

- Lo se.

- Que fue exactamente lo que hiciste.

- Nada. Pensé que era uno de tus ungüentos milagrosos que me habías aplicado. Pero no fui el único que tiene esas condiciones. En este momento no sé qué pensar.

Ella miraba un pequeño moretón que tenía en el antebrazo, sorprendida de que también sus heridas se hubieran desaparecido le parecía tan ilógico que se reía de manera extraña para sentarse nuevamente en su sala a mirar la película sin decir nada más. David la seguía y se sentaba a mirar la película sin prestarle real atención a la película.

- David. ¿Qué pasa realmente?

- Me gustaría saberlo

- Seguimos siendo humanos.

- Aún tenemos nuestra alma.

- Tengo miedo.

- Lo se.

- Quiero encerrarme en casa y no volver a salir

- No podemos dejar que el miedo te consuma.

- Lo sé, aún tengo que continuar en la escuela, Ir a la universidad de medicina lejos del pueblo y olvidarme de todo lo que paso aquí. ¿es egoísta?

- No lo creo.

- Tú que piensas hacer.

- No lo se.

- Piensas seguir estudiando o seguirás creyéndote un héroe.

- …

- Tienes razón, no es momento para preguntarte eso.

- Tienes un punto, realmente no sé qué hacer ahora. Tengo que salir del pueblo para seguir estudiando, pero también. Me da miedo salir de aquí.

- Que es lo que te da miedo de salir.

- Todo.

- Has viajado por sitios diferentes, bucles de tiempo y te da miedo tomar el autobús que sale del pueblo.

- Es diferente.

- En que es diferente.

- En qué sé que sigo dentro del pueblo mientras que siento algo raro… no se siente natural salir de este lugar. desde que era un niño he tenido la sospechas de que algo malo pasa cuando salimos.

- No crees que estas exagerando.

- Somos pocas las personas que no hemos salido del pueblo, otros acatan de manera diferente.

- Se le llama ser personas normales.

- Puede que tengas razón, pero se sienten tan vacíos por dentro.

- Es lo que ellos llaman paz para seguir, que tú no tienes una rutina que seguir.




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